■ Solicitan a autoridades se les ayude económicamente o con proyectos que apoyen su actividad
■ Aplicar sanciones a los trabajadores, entre las medidas consideradas: Gómez Barrón
Incrustados a un costado de la carretera que conduce al municipio de Jerez, cerca de 80 obreros buscan el sustento diario para sus familias con la producción de ladrillos a través del método tradicional utilizado desde hace varios años, que consiste en quemar los desechos industriales para evitar el incremento de los insumos.
Por el riesgo que representa, el departamento de Ecología y Medio Ambiente del ayuntamiento de Fresnillo ya emitió las primeras notificaciones para que se frene la quema de desechos industriales, considerados altamente contaminantes y perjudiciales para la salud de los ladrilleros y los habitantes de alrededor; de ignorarse las recomendaciones, se aplicarán las sanciones establecidas en la ley.
En promedio cada uno de los ladrilleros produce un volumen de poco menos de 100 unidades al día, y para concretar el proceso de fabricación necesitan quemar el ladrillo para mejorar su resistencia. Es por ello que utilizan neumáticos, plásticos, aceites industriales, leña e incluso estiércol para que el proceso sea lo más barato posible.
Además, la quema de los desechos altamente contaminantes deberá efectuarse después de las 15 horas, pero este horario no es respetado. Desde hace 15 años, cuando les destinaron ese espacio, los trabajadores argumentan que no pueden seguir el horario porque reciben los materiales en horarios diferentes y para poder tener alguna remuneración económica tienen que efectuar la quema a cualquier hora del día.
Los ladrilleros comentan que están conscientes del daño ambiental que a diario provocan, pero también argumentan que carecen de las ayudas y apoyos necesarios para dejar de ser uno de los sectores más contaminantes que laboran en El Mineral.
“Apóyenos en decirnos qué material vamos a quemar y que nos digan cuánto nos va a costar, porque con estas medidas nos están obligando a paralizar nuestras actividades. Con leña no nos damos abasto y nos sale más caro, si de por sí ya la producción nos bajó 60 por ciento más o menos y ahora que nos digan qué vamos a hacer”, expresa Armando Caldera Garay, secretario del Grupo Industrial de Ladrilleros, como portavoz de sus compañeros.
En 2009 existía un padrón de 180 ladrilleros distribuidos en el territorio fresnillense y se tenía una producción de 130 mil ladrillos; ahora por la competencia de ofertar otro tipo de materiales para la construcción, las graves carencias que tienen los artesanos y la búsqueda de otra fuente de ingresos, se tienen registrados aproximadamente 80 industriales y su producción es de 50 mil unidades, pero destacan que las cifras podrían descender por las condiciones económicas.
Los artesanos en la creación de ladrillos han recibido capacitaciones para mejorar sus prácticas y con ello evitar la contaminación del ambiente por parte de la directora de Caracterización Ambiental y Calidad del Aire, de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente (SAMA), Irma Laura Hernández León.
Pero justifican que nada pueden hacer, porque carecen de las herramientas necesarias para mejorar las prácticas. Denunciaron que la falta de agua potable, el servicio de energía eléctrica en el parque industrial y la adquisición de los quemadores eléctricos son las grandes limitantes para ser más amigables con el medio ambiente.
Durante un operativo de revisión a las ladrilleras, personal de la presidencia municipal paralizó la creación de ladrillos por la utilización de los desechos altamente contaminantes que emiten un humo denso y de color negro, altamente contaminante para el municipio.
Karla Gómez Barrón, titular del departamento de Ecología y Medio Ambiente, informó que la acción en contra de los ladrilleros fue producto de las denuncias que recibieron por parte de la población aledaña al lugar, como son los habitantes de la comunidad de Presa de Rivera, así como por parte de activistas a favor del ambiente.
Otro de los objetivos del departamento municipal es lograr la tecnificación del proceso, ver la disposición de los ladrilleros para adquirir las maquinarias necesarias y buscar un tipo de financiamiento en los demás niveles de gobierno.
El primer acercamiento al grupo industrial fue verbal, pero destacó Gómez Barrón que en caso de omitir las recomendaciones podrían ser acreedores a sanciones y multas que van desde los 10 a los 100 salarios mínimos vigentes, además del decomiso del material usado para la quema del material para construcción.
La acción también será aplicada a otros ladrilleros que han adoptado la creación de ladrillos como una fuente de sustento y que se encuentran fuera del parque ladrillero, detectados sobre predios baldíos en los accesos del municipio como la carretera que conduce a la comunidad de Estación San José.
En caso de que el ayuntamiento aplique las sanciones establecidas en el Código Municipal Reglamentario por el perjuicio ecológico al ambiente, los ladrilleros estarían obligados a pagar multas que oscilan entre los 6 mil 800 pesos, más de lo que ganan en la producción de una semana de trabajo.
Los ladrilleros exhortan a los diversos niveles de gobierno para que apoyen económicamente o a través de proyectos esta actividad que data desde años ancestrales y con ello evitar que desaparezca. Además señalaron que de cada trabajador dependen en promedio 5 personas.
