23.6 C
Zacatecas
viernes, 17 mayo, 2024
spot_img

■ Memorial de Aridononía fue comentada por Juan Villoro y Alejandro García

Presentan novela de Abel García Guízar sobre el tema de las migraciones forzadas

Más Leídas

- Publicidad -

Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

Memorial de Aridononía, novela de Abel García Guízar que aborda el tema de la migración forzada y que plantea la gran interrogante de quién es el dueño de la tierra y cuál es el lugar que pertenece a los pueblos, se presentó este martes en la capital del estado con la presencia y comentarios del escritor y periodista Juan Villoro.

- Publicidad -

Durante la presentación, el autor comentó que este libro “fue de alguna manera mi maestro. Antes de la versión que sí se publicó, que se llamó Colgados del Sol, tenía como ocho versiones que ahora son archivo muerto, pero este me formó porque esas escrituras avanzaron poco a poco”.

Detalló que la obra contempla alusiones a experiencias personales en diferentes momentos de su vida, pero siempre “una novela tiene algo de uno, aunque estés hablando de otras personas, hay algo de uno, y entonces fueron demasiadas cosas las que me hicieron trabajar esta novela”.

También expuso que la novela que sigue, llamada Nuestra Década Obsesiva, comprende un periodo de tiempo más corto, porque en Memorial de Aridononía el primer capítulo sucede en el siglo 16 y avanza hasta el siglo 20.

En cambio, García Guízar dijo que la nueva novela aborda un tiempo más reciente y retrata a una generación que se enfrentó a muchas circunstancias en el campo y la lucha por la destrucción de los latifundios.

El libro fue comentado por el escritor Juan Villoro, quien describió a Aridonía como un lugar utópico hasta cierto punto similar a Comala o Macondo, “un sitio más del deseo que de la realidad que tiene que ver con una región no necesariamente explorada de la literatura mexicana, aunque ha habido grandes autores del desierto como Severino Salazar o Jesús Gardea”.

Destacó que la novela recrea y se apropia tanto del lenguaje culto como popular e incluso de materiales de archivo, lo cual “le da una textura lingüística tan peculiar y tan original a Memorial de Aridonía. Es una obra de fundación múltiple porque no nos lleva solo a un lugar y ahí se detiene y luego es el desarrollo de ese lugar, sino que es una obra de muchas personas que están siendo desplazadas o que están migrando en pos de un lugar donde asentarse”.

Es decir, la novela habla de migraciones forzadas, como ejemplo la de los mayas que fueron obligados a abandonar la península de Yucatán para venir a la zona del silencio, además de los yaquis del norte que fueron enviados a Yucatán en tiempos de la Guerra de Castas. 

Refirió que “el amigo Abel” tiene una trayectoria importante como abogado, pero también como antropólogo y activista que conoce las comunidades y las zonas campesinas, de forma que en varios aspectos ha abordado el tema de la tierra y su legítimo propietario.

De acuerdo con Villoro, la novela establece un correlato con la historia oficial de México pues contempla episodios de la Revolución Mexicana, la Guerra Cristera, la Guerra de Castas, además de lugares reconocibles como el teatro Calderón, mismos que justifican lo que sucede en la historia.

Concluyó que el gran tema que justifica esta novela es el despojo que han sufrido las personas que pertenecen a tierras donde había una propiedad comunal, que han sido expulsadas de su tierra o que buscan otro lugar para asentarse, de forma que “este camino en pos de una tierra digna es lo que sirve de eje a distintas genealogías que atraviesa la novela”.

El libro también fue comentado por Alejandro García, académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) quien, por la rareza y complejidad lingüística, podría clasificar a la obra como “un neobarroco producido en estos 50 años de entre siglos”.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -