Un asunto central sobre el cual deberán definirse los candidatos a la gubernatura es la crisis financiera del estado. Las medidas que hemos observado en las delegaciones de gobierno federal en torno al despido de personal (en el cual hay ambigüedades) con la consigna de rebasar las 15 mil plazas en todo el país, y el anuncio de ayer de Pemex, en torno al despido de más de 10 mil personas; ofrece una idea de qué propuestas están implementando para enfrentar el desfalco público.
Así las cosas, en Zacatecas, cuando el próximo gobernador asuma el mando, tendrá encima el proyecto de presupuesto. ¿Qué hará para estabilizar financieramente a la entidad? Un tema de campaña deberá ser la estrategia para resistir la crisis y salir de ella. Zacatecas, tiene sólo 1200 millones de ingresos propios, el resto de recursos públicos (que completan 27 mil millones) vienen del gobierno central. Es una proporción inaudita. Cierto que mucho se debe al tipo de pacto fiscal que tenemos, donde los principales impuestos (al ingreso, riqueza y consumo) los cobra la federación y luego regresa alguna parte en forma de participaciones. Sin embargo, eso no quita la necesidad de que el estado piense en una estrategia efectiva para aumentar los ingresos propios. Sería muy grave que se viera la vía de la afectación del trabajo (despidos) o del crecimiento de la deuda las formas para manejar el déficit. En el presupuesto se gastan más de 10 mil millones en capítulo mil (servicios personales), y por ello es mucha la tentación de querer conseguir ahorros por esa vía.
Ahora mismo, con la decisión de gobierno federal de retomar la nómina educativa, se vio que el personal estatal no está debidamente respaldado financieramente, lo cual asciende a más de 2400 millones de pesos al año para 9700 profesores. Ahí justamente estuvo la justificación para aprobar la deuda de 2 mil 50 millones de pesos. El núcleo de la discusión de los legisladores estatales gravitaba en torno al déficit educativo. Se logró pagar la nómina para el periodo enero-abril, ¿y después? Dependerá de la gestión del gobernador para salir el año para cubrir los gastos de sueldos y salarios de maestros estatales. Eso representa mucha incertidumbre porque dada la situación de la hacienda nacional, no es seguro que lo logre. De no hacerlo querrán solventarlo con más deuda (por lo menos 1300 millones más). La deuda acumulada es enorme, y es para el pago de gasto corriente, justamente lo menos recomendable que existe. Entendemos que en diciembre los legisladores tuvieron que aprobar 700 millones de deuda nueva a fin de no dejar sin ingresos a los profesores, pero, ¿y después? La nómina no puede sortearse con préstamos. Toda persona con nociones básicas de economía del sector público sabe que el endeudamiento es algo recomendable, si y sólo sí, se dirige a la inversión productiva, jamás al pago de personal. Cuando ese pasivo pase del 2016 al 2017 el boquete en puro pago del servicio de los préstamos será superior a los 2500 millones de pesos. Inconcebible.
Una pregunta central a los candidatos deberá ser: ¿cómo se fondeará la nómina de profesores estatales? Y otras: ¿cómo se pagarán los acumulados de proveedores, seguro social e Issstezac, que juntos ya rebasa los 700 millones de pesos. El adeudo total, para finalizar el 2016 será de alrededor de 10 mil 400 millones de pesos, sin contar intereses. ¡Una barbaridad tomando el tamaño de la economía del estado!
Este pasivo está proyectado a 15 años, por lo mismo, el próximo gobernador deberá hacer un plan transexenal para cubrirlo. Suponiendo que no lo aumenten. Recordemos que la reforma económica que dio entrada a las políticas neoliberales en México fue un problema de crisis hacendaria y de déficit público, que justo se convirtió en objeto para las propuestas de ajuste estructural de adelgazamiento de gasto público y de múltiples privatizaciones. En los años venideros se dirá que el Estado no puede soportar el servicio del agua, la salud y la educación, ¿y se propondrá la privatización generalizada de las funciones del Estado para sortear el déficit?
Sin una estrategia inteligente de generación de riqueza, el estado de Zacatecas está condenado al colapso. Y en esta estrategia la aplicación del conocimiento es esencial. Y a su vez, para esto último, el acuerdo con las universidades es la clave. El nuevo gobierno deberá consentir y armar un acuerdo estratégico con las Instituciones de Educación Superior (IES) para integrarlas en una estrategia para aplicación productiva del conocimiento. ¿Los candidatos alcanzarán a ver eso, o sólo repetirán el estribillo de “haremos gestión ante la federación”? Es importante que el próximo Gobierno del Estado construya políticas públicas en serio, o nos hundiremos en la desolación económica y hacendaria. No podemos permitir que se piense en despidos masivos, porque no sólo se arruinarán cientos de familias, sino la propia economía de la entidad, dado que destruirán la demanda agregada del mismo. Necesitamos a alguien con capacidad de acuerdos y de coordinar la innovación. Y hasta ahora no se ve algo así. Veremos en campaña quién toma el tema financiero en serio y propone salidas factibles, y no sólo gritos o demagogia. ■
