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lunes, 6 mayo, 2024
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Tradición musical navideña

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Por: MARTÍN LETECHIPIA ALVARADO* •

  • Nómada*

La música siempre ha acompañado a todas las celebraciones populares en México, la Navidad es una conmemoración llena de calor y de alegría, por lo tanto la música que acompaña la fiesta es muy alegre y diversa. Los villancicos están asociados desde hace mucho a la Navidad, se trata de composiciones poéticas populares cuyo nombre deriva de Villano (habitante de las Villas) y se constituyen con un estribillo, sobre todo de asunto religioso.

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Dice la maestra Sonia C. Iglesias que el uso de panderos y castañuelas remiten al origen hispano del género, aunque algunos otros países tienen cantos similares que también son ejecutados con motivos de las celebraciones navideñas. En Francia, por ejemplo, estos cantos se llaman Noeles, y en la parte anglosajona y nórdica de Europa se conocen como Christmas’ carols. La maestra Iglesias también nos comparte sobre el origen de los villancicos en México y anota que fueron los primeros frailes que llegaron a México, los franciscanos quienes trajeron a México los villancicos, en su género estrictamente religioso. Cuando los indígenas aprendieron la lengua española, la música y el canto a la manera europea, se dieron a la tarea de componer villancicos que cantaban en las misas, sobre todo en la Navidad.

El maestro Miguel León Portilla nos dice que se conservan testimonios acerca de cómo los indígenas de la región centro de México, desde el siglo XVI habían hecho suya, de un modo o de otro, la fiesta de la Navidad. El hecho es que el nacimiento de Jesús, hijo de la virgen María, fue celebrado con festejos en los espacios abiertos adjuntos a los conventos, sobre todo de los franciscanos. En esas celebraciones, además de danzas y música, se entonaban al modo de los antiguos tiempos cantares en náhuatl, algunos compuestos por los frailes y otros por culcapicque, o sea poetas indígenas.

En 1553, Francisco Placido, oriundo de Azcapotzalco y estudiante del colegio de Santa Cruz de Tlatelolco compuso un canto navideño que toma como base la literatura náhuatl para adorar al niño Dios.

Para sustituir los antiguos cantares nahuas, muchos tenidos como idolátricos, Fray Bernardino de Sahagún escribió su Psalmodia, en 1583, dicho canto incluyo himnos para las principales fiestas religiosas concluyendo con el tema del nacimiento de Jesús.

En la época colonial los villancicos se cultivaran en dos vertientes, por un lado estaban los compuestos por el pueblo y por el otro lado se encontraban los que componían personas ilustradas como Pedro de Trejo, Fernán González de Eslava y Sor Juana Inés de la Cruz.

Algunos villancicos de Sor Juana eran conocidos como tocotines, es decir, villancicos en lengua náhuatl o que incorporaban expresiones de los negros y mulatos, por ejemplo tenemos el siguiente:

 

Los mexicanos alegres

También a su usanza salen,

Que en quien campa la lealtad

Bien es que el aplauso campe…

En un tocotín sonoro

Dicen como voces suaves

Tla ya timohuica

To tlazo zuapilli

 

En la actualidad tenemos cantos navideños en toda la República mexicana algunos de los más populares son la rama, la cual se canta en Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Campeche, con este canto se acompañan un grupo de niños, los cuales salen a pedir dulces en Navidad y Año nuevo, niños y adultos portan una rama la cual es adornada con esferas y faroles.

Los arrullos, Duérmete mi niño, invitación pastoril y El niño de María no tiene cuna, generalmente se cantan a capela en el estado de Jalisco.

Los cantos de danza “las pastoras” de Hapehuala Guerrero, acompañan a la danza, la cual es representada por niñas, desde el 12 de noviembre hasta concluir las fiestas navideñas.

En Zacatecas el canto más representativo de la navidad es el de las pastorelas. En esta representación teatral aparece la música como un elemento de gran importancia; esta es muy diversa y podemos encontrar sones de mariachi, música de viento, conjuntos norteños o cantos cárdenches  como los que interpreta la pastora Gila.

Quizás sea en San Pedro Piedra Gorda en donde se interpreta la música navideña más hermosa y para terminar aquí les anotamos un ejemplo, de el arrullador.

 

A la rroro, niño lindo,

Duérmete amado Señor.

Y mientras duerme y descansa

La pena de su dolor.

Si se puede, o no se puede

Si se puede, por qué no

Si se puede o no se puede

Arrullar al niño Dios. ■

 

*Nómada: Espacio patrocinado por la Secretaría de Turismo del estado de Zacatecas/ Espacio de difusión de las fiestas y tradiciones zacatecanas del museo Etzcuincle

 

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