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domingo, 5 mayo, 2024
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La cultura del derroche es la que inspira muchas reacciones que vemos en estos días: Medina

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Por: ALMA RÍOS •

■ “Celebro la disposición del Presidente a reconocer errores; es humanizar el ejercicio del poder”

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■ “En este país ha sobrado dinero en las dependencias que se ha ido al caño de la corrupción y de la ineficiencia”

■ Opina que pronto la gente asimilará que se trata de recuperar “el sentido común en el gobierno”

 

El proyecto de Presupuesto de Egresos 2019 de Andrés Manuel López Obrador, con sus replanteamientos territoriales, de priorización de sectores sociales y económicos, sus recortes y aún sus errores ya reconocidos, ha resultado provocador incluso para quienes respaldaron el planteamiento de un cambio de régimen, y que no obstante la advertencia, pareciera que esperaran una tersura que ninguna de las tres transformaciones a que se alude como antecedentes históricos ha tenido ni por asomo.

Así el planteamiento propuesto a Luis Medina Lizalde a fin de que ofrezca su lectura sobre este primer presupuesto de la 4aT.

“Sí exactamente, tenemos que entender que el cambio nos incluye a todos, que todos tenemos que modificar el modo de insertarnos en la vida del país y que la democracia tendrá que asumir que esa etapa de derroche no solamente dejó un daño económico sino un profundo daño cultural que nos hizo ver normal lo que no debió admitirse como tal, el exceso”.

El líder morenista adelanta su expectativa de que pronto la gente asimilará que se trata de recuperar “el sentido común en el gobierno”.

Pero también que lo que en este momento es el centro del debate sobre el presupuesto permite atestiguar “el vigor de la cultura del derroche que se implantó en el país a costa de los contribuyentes y que por primera vez se está revisando de una manera muy interesante desde mi punto de vista”.

El neoliberalismo logró convencer durante décadas a la población de que todo problema público en México se resolvía “bajado recursos”, que todo se reducía a un asunto de dinero mientras por otro lado se dejaba de ejercer el gobierno, así logró permearse esta cultura.

Ante la aseveración, Medina Lizalde agrega que justo “la cultura del derroche es la que está inspirando muchas, no todas, pero sí muchas de las reacciones que estamos viendo estos días. Es gente que está expresando la cultura del derroche simple y sencillamente”.

Los reclamos por la reducción de partidas presupuestales no necesariamente se vinculan a los efectos que presuntamente tendrán.
“Lamentablemente nos indujeron a pensar que una muestra de prioridad es la cantidad del dinero, no la cantidad del esfuerzo, no la organización, no el tiempo invertido”.

Observa el político que además el Estado tiene que deshacerse de una serie de cargas, de gente que sin estar dentro del mismo recibe presupuesto en nombre de “causas nobles”.

Viene a colación aquí, una reducción que en redes sociales incluso ha recibido celebraciones. El financiamiento que en 2018 vía Conacyt y a través de estímulos fiscales se ofreció para “ciencia avanzada”.

El registro refiere que la Kimberly Clark de Claudio X. González fue beneficiaria con 50 millones de pesos “para nuevos productos ‘nonwoven’; Volkswagen, 47.8 millones de pesos para el desarrollo de “plataformas innovadoras”, y Fiat Chrysler, 50 millones de pesos para un “nuevo proceso de aplicación de pintura”.

“Así es. Se orientó la investigación a las ganancias empresariales y no al interés general del desarrollo. Eso también es un problema. Por eso yo creo que este debate es interesante y en la medida que vaya fluyendo la información la gente va a entender la lógica de un cambio que viene en serio, pero que será también de todos”.

El polémico presupuesto
La propuesta de Presupuesto de Egresos 2019 “es propia de una visión que identifica a la corrupción en la esfera pública como el principal obstáculo para el desarrollo. En ese sentido, hay una serie de reajustes tendientes a reducir el margen de maniobra al despilfarro, a los excesos”, reitera el punto.

Es además un presupuesto que considera que no es momento de incrementar los impuestos y que además juzga como una vía muy peligrosa que se debe abandonar, la del endeudamiento, agrega.

En este sentido la propuesta “es absolutamente lógica” respecto de la dirección que busca tomar, asevera Luis Medina.

Como si faltara algún elemento para hacer todavía más interesante este debate, nada se quedó a deber. El reconocido error respecto del planteamiento de los presupuestos para las universidades públicas hizo brincar también una discusión, una que cobra cada vez más interés en la sociedad, y que esta vez involucró a las instituciones con problemas financieros como lo es la UAZ, pero también a las icónicas UNAM, UAM, IPN.

“Yo creo que el error admitido por el Presidente ha producido ese efecto, que la sociedad y las comunidades universitarias de este país están pidiendo la transparencia del ejercicio de los presupuestos universitarios y la revisión de una serie de anomalías acumuladas a través de décadas donde los grupos y los caciques se enquistaron en las universidades con un grave daño financiero y patrimonial para estas instituciones. Eso es algo que nadie puede negar que ha sucedido”.

El tema puso sobre la mesa otra vez cómo también en estas instituciones públicas se ejerce el gasto, y un tema más, el centralismo y la diferencia de trato entre las instituciones de educación superior de los estados y la capital del país, pues no deja de ser cierto que la UNAM ha tenido siempre un trato de privilegio.

“Sí exactamente. Es una gran institución pero tiene una burocracia dorada. Eso nadie lo puede negar, tiene una burocracia llena de privilegios que corresponde revisar. Y en general en las universidades públicas la élite se ha incrustado de una forma muy parasitaria en la vida de las instituciones. Burocracias que se han expandido por razones clientelares y han adquirido una serie de privilegios sin rendirle cuentas a nadie”.

En la discusión presupuestaria han surgido también reclamos por presuntos atentados al federalismo y aun propuestas de balcanización del país, una de ellas desde Jalisco.

Luis Medina Lizalde califica la postura de Enrique Alfaro de “histeria calculada’. Es absurdo acusar de ataque al federalismo un presupuesto que expresa las prioridades de alguien de quien tenemos que hacernos a la idea, es una persona que recibió 150 millones de pesos para el periodo de transición y regresó 152 o 153 millones porque puso ese dinero a generar intereses en el banco. Y sólo con una parte menor de los intereses sufragó todos los gastos de la transición”.

“Esa es la mentalidad con que gobierna el Presidente de la República, pero además, esa es la demostración de que este país ha usado mucho más dinero del necesario para cumplir las tareas encomendadas. En este país ha sobrado dinero en las dependencias que se ha ido al caño de la corrupción y de la ineficiencia. Por eso creo que hay reacciones totalmente injustificadas.

Habla aquí del caso de Cultura. Se redujo en 500 millones de pesos un presupuesto de 12 mil millones “¿No se les ocurre a los que protestan que esos 500 millones de pesos son para la corrupción y la ineficiencia de la burocracia cultural que también ha sido evidenciada varias veces? Creo que hay que entender que se votó por un cambio de a de veras”.

El empeño de una transición pacífica que se equipara a la Independencia, la Reforma o la Revolución, pero que se espera tersa, sin sobresaltos, sin afectar privilegios, suena a ciencia ficción.

A esto responde Luis Medina, “así es. Yo creo que la complejidad del esfuerzo es algo que es asimilado por el núcleo gobernante y sabemos que va a haber tropezones”.

“Yo celebro la disposición del Presidente a reconocer errores. Eso es humanizar el ejercicio del poder y qué bueno que no se amache nunca en lo que es erróneo, por eso yo celebro que haya admitido abiertamente que fue un error el caso de lo de las universidades. Pero es un error que produjo una manifestación de lo que la sociedad y las comunidades universitarias están pensando respecto a cómo se manejan los recursos en las instituciones públicas”.

En la lógica de una cultura del derroche, resabio de un tiempo en que se controlaba todo con dinero, no con capacidad ni con diálogo, dice Luis Medina, “estamos pagando muchas consecuencias de décadas donde el político asumía el control de las situaciones con dinero”.

Aquí el ex coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en la 62 Legislatura cita una frase “del cinismo del régimen que perdió las elecciones: Todo lo que cuesta dinero sale barato”.

“Todo se resolvía con dinero. Entonces claro, aquí hay un cambio y yo creo que, pues diría, que en la medida en que la información correcta fluya van a desaparecer los que por ignorancia o por desinformación o por defender intereses mezquinos se están oponiendo a este gran cambio de ruta… Este un presupuesto diseñado contra la corrupción y contra el derroche”.

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