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lunes, 6 mayo, 2024
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El binomio pobreza-desigualdad, “la peor de las violencias”, refiere Soto Esquivel

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Por: ALMA RÍOS •

■ Inegi exhibe que la brecha entre ricos y pobres cada vez es más marcada

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El que en Zacatecas el 1% más rico de la población gane 123 veces más que el 10 por ciento más pobre, según exhibieron los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) 2014 en el Módulo de Condiciones Socioeconómicas, preparado por el Inegi, reitera el común denominador que expresa el binomio pobreza-desigualdad en el país, que es “la peor de las violencias”, dijo Roberto Soto Esquivel, docente-investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

Y respecto de que parte de estos ricos por ingresos sean funcionarios públicos, que constituyen una plutoburocracia, misma que en el caso de diputados, secretarios de dependencias, subsecretarios y magistrados, entre otros, se encuentra en el rango de aquellas personas que obtienen por lo menos 52 mil pesos mensuales, ubicándose en el mínimo para pertenecer a este sector privilegiado, recordó la expresión del ex presidente uruguayo José Mujica: “a los que les guste mucho la plata hay que correrlos de la política; son un peligro”.

Refirió entonces sobre esta línea de pensamiento, que “ser rico no es malo, pero sí cuando los recursos proceden del fraude o la corrupción”.

El académico comentó sobre la expresión “tenemos que tener sueldos acordes a lo que tiene un ciudadano promedio”, que lanzara Alejandro Tello Cristerna, gobernador electo de Zacatecas, luego de precisar que no tendría “problema ni empacho” en bajar los sueldos de mandos altos y medios dentro de la función pública como parte de su política de austeridad, que los políticos reaccionan así porque “resulta indigno percibir tantos recursos, cuando la gran mayoría de la población se sitúa en la pobreza”.

Observó entonces “que la mayoría de la población trabajadora percibe tres salarios mínimos, -alrededor de 210 pesos diarios-”, esto dijo, “si tiene la fortuna de tener un empleo”; condición sobre la que todavía habría que cuestionar si vincula o no con prestaciones y seguridad social, y en este último caso, la calidad de la misma.

La alta concentración de la riqueza que deriva en todas estas desigualdades producidas por la economía neoliberal expuso, sólo ha favorecido de una forma desmesurada a los dueños del capital, una oligarquía empresarial,  financiera y política, -en que los actores muchas veces son los mismos-.

Por todo esto precisó que el problema no se soluciona reduciendo los sueldos de los servidores públicos, y reiteró que este tipo de pronunciamiento es sólo una reacción al reclamo social de la población de un país que, como exhibió el Informe de Oxfam preparado por el economista Gerardo Esquivel, la riqueza de los cuatro millonarios más ricos representan ya el 9% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que más de la mitad de los mexicanos, esto es, más de 50 millones de personas, permanecen en la pobreza.

Para incidir en la amplia desigualdad entre ricos y pobres en México y por tanto en Zacatecas, se requiere, sostuvo, una “verdadera política pública distributiva que combata la pobreza y no sólo la administre”, pues refirió que el binomio pobreza-desigualdad representa “la peor de las violencias”.

Añadió asimismo que aunque la ciudadanía reclama que los políticos se bajen el salario, pocos atienden este reclamo y cuando lo hacen “de buena voluntad”, se compensan con el pago de favores, mediante entre otras modalidades, los contratos de obra pública.

Es por ello que ante este reclamo social y la probable respuesta desde el poder, “debemos estar al pendiente de esas ‘otras’ formas en que se favorezca a los políticos”, dijo.

Propuso en dado caso que este ofrecimiento se cumpla, “se cree una partida en beneficio de jóvenes, mujeres y personas de edad avanzada” que se encuentren en situaciones desfavorables, pero reiteró que los recursos serían insuficientes por el alto número de personas que se sitúan en condiciones de precariedad económica.

Roberto Soto Esquivel añadió otra posibilidad, la adquisición de equipo médico de alta calidad o aquel necesario para las escuelas más marginales.

Estas medidas deben aparejarse “siempre”, subrayó, “a la supervisión de la sociedad”. Comentó también por tanto, que “debemos monitorear” que tales recursos en caso de obtenerse con estas reducciones salariales a la plutoburocracia, no se utilicen “para administrar la pobreza o sólo para hacer marketing político”.

 

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