■ Advierte que esta fecha “no es un festejo, no es un Día de la Madre 2”
■ Realizaron el foro denominado Atrévete; participó el asesor de Desarrollo Personal, Pierre Verdín
“Si nos felicitan por seguir buscando los derechos que todavía en la sociedad se le deben a muchas mujeres que viven en condiciones infrahumanas, de pobreza, esclavitud, mutiladas, abandonadas, ¿por qué felicitar?”.
Ésta fue una de las reflexiones que hizo Doris Vega Pérez, gerente de relaciones institucionales y comunicación de Goldcorp Peñasquito y presidenta de WIM en Zacatecas, durante el foro denominado Atrévete, realizado la semana pasada con motivo de las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer.
El 8 de marzo, aseguró, “no es un festejo, no es un Día de la Madre 2”; por el contrario, hizo hincapié en que es una fecha “en la que estamos recordando que todavía se le debe muchísimo a las mujeres. Todavía hay muchísimo por hacer. Si estamos hablando de una lucha por conseguir que esas mujeres, incluso en nuestro país, puedan salir de esas condiciones, sigamos luchando”.
No obstante, durante la conferencia que impartió junto con el asesor de Desarrollo Personal, Pierre Verdín, destacó que esa lucha no debe ser contra el hombre, como si éste encarnara el máximo oponente de las mujeres.
La ponencia comenzó con esta idea, reflejada en la frase “porque no somos iguales”. Pierre Verdín refirió que la sociedad y cultura actual “nos está tratando de vender que somos iguales, que tenemos que comportarnos igual para triunfar en la vida”.
Vega Pérez apuntó que por un lado está la igualdad de derechos que consideró que es una lucha que tiene que seguir dándose, pero la cual no debe suponer “un combate contra el otro por buscar ser mejor u ocupar un lugar mejor o que no me corresponde”.
El término empoderar no es sinónimo de imposición, sino que implica que la mujer puede ocupar cualquier cargo o desempeñar una actividad porque tiene la capacidad para hacerlo y no solamente por el hecho de ser mujer.
Dentro de las diferencias biológicas, las cuales explicó que empiezan en el cerebro de acuerdo con el hemisferio que cada género tiene más desarrollado, expuso que hay que aprender a relacionarse teniendo en cuenta lo que hace distintos a los hombres y a las mujeres a través de la empatía y de ser conscientes de que son un complemento.
“Imagínense si juntos podemos generar lo más precioso que hay, que es la vida, ¿qué no podemos hacer? ¿Qué no somos capaces de hacer si lo hacemos juntos?”, concluyó.
