■ Tiene poca militancia y negó estar vinculado a partido alguno
La designación de Enrique Ochoa Reza como presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) podría generar menos credibilidad hacia ese instituto político, no sólo de la sociedad en su conjunto, sino también en algunos sectores priístas, afirmó Francisco Valerio Quintero, investigador de la Unidad Académica de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Entre los aspectos cuestionables en ese nombramiento, mencionó la escasa militancia de Ochoa Reza y el hecho que el actual presidente del PRI pretendió ser consejero electoral nacional asegurando que no tenía vínculo con ningún partido político.
“Esas son señales equivocadas para la ciudadanía que pueden mermar la credibilidad y la confianza. Entonces sus actos habrán de decir si efectivamente resulta funcional para los propósitos que lo llevaron a ocupar la presidencia del PRI”, expresó.
Desde su punto de vista, en este momento se requieren dirigentes, independientemente del partido, que ventilen públicamente los problemas nacionales, que se comprometen directamente con posibles soluciones, que hablan con claridad sobre los objetivos del partido y que refieran que funcionarios que incurran en corrupción serán desconocidos por el partido.
Valerio Quintero consideró que el nombramiento del nuevo presidente del PRI no se explica sin conocer los motivos que llevaron a la renuncia de Manlio Fabio Beltrones “en un contexto específico”.
Ese contexto, además, debe vincularse con el comportamiento político del grupo en el poder. Es decir, lo que resulta discutible es que Ochoa Reza ocupa el cargo en ese partido político sin que hubiese una consulta a la militancia y fue solamente una decisión vertical que obedece a la necesidad de privilegiar los intereses políticos del grupo en el poder.
“Se trata de una decisión de grupo, no es una decisión que, aunque hubiera tenido el mismo respaldo, haya nacido de ka voluntad general de la militancia. La duda que debe ser abordada es cuales fueron las razones reales que motivaron la renuncia de Manlio Fabio”, indicó.
Cuestionó de quién es la culpa de la derrota del PRI en el pasado proceso electoral, donde ganó algunas gubernaturas pero perdió la mayoría, y desde su punto de vista, fue un proceso de defectuosa selección de candidatos que pudo haber sido responsabilidad del propio Beltrones o del Comité Ejecutivo Nacional, pero en cuyo caso debieron haber renunciado todos sus integrantes.
Valerio Quintero se refirió también al reclamo de Beltrones, quién declaró que “el mal gobierno repercute sobre la voluntad de los electores”, lo que significa que, a su juicio, ha faltado calidad en el ejercicio de la política.
