Mis condolencias a quienes sufren por la pérdida de un ser querido. Un solidario abrazo a la familia Medrano Santacruz
Ciertamente que Durango, Chihuahua y Zacatecas, son los estados que producen el frijol en este país, en este ciclo agrícola, la condiciones de humedad fueron, al menos en la tierra de Genaro Borrego, de Ricardo Monreal, de Arturo Romo y de otros muchos gobernadores que aportaron a la causa campesina, no han sido halagadoras para quienes siembran, aunque debemos señalar que para los ganaderos haya sido un clima excelente por la recarga de los acuíferos, por los abundantes pastizales en los agostaderos, no se esperan buenas cosechas ni de frijol ni de maíz, tal vez regulares. Habrá que esperar las declaraciones de los hombres que saben de eso, esos expertos de la Secretaría del Campo y de la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Al exceso de humedad habría que agregarle también la falta del recurso, del financiamiento para adquirir la semilla primero, luego los fertilizantes para combatir la hierba que ahora sí se dejó venir pero en serio. No es fácil ser campesino y menos cuando los apoyos no llegan en tiempo y forma. Ahora se habla de la siembra de avenas o cebadas, que para avanzarle en la reconversión productiva, aunque sabido es de todos que ya no hay consumo de frijoles como en años anteriores, de todos modos, con el hectareaje que se siembre en estos estados y lo que se siembra también en tierras sinaloenses, no se alcanza a cubrir la demanda nacional, por eso la Secretaría de Economía permite la entrada de frijol de otros países, como Perú o China, entrada que le viene a partir la “maceta” a los productores mexicanos.
En esto deberían de centrar sus baterías aquellos que andan deseosos de ocupar ya el lugar de Miguel Alonso, quien en la medida de sus posibilidades, ha hecho “hasta lo imposible” por hacer del campo un terreno fértil, por eso le ayudó el presidente Enrique Peña Nieto con ese programa de modernización de pozos, del que ya no se han sabido avances, ni los mismos beneficiados han dicho esta boca es mía. Muchos recursos, la verdad, la verdad, se diluyen en reuniones y anuncios que de nada sirven.
Los que llegaron a las diputaciones, con certeza lo digo, poco o nada habrán de hacer por mejorar los niveles de vida de la gente del campo, mucho menos lucharán por conseguir los recursos que se necesitan para que en el campo se dé la reestructuración que hace ya más de un año pidió el presidente. En Zacatecas, es triste ver tantas hectáreas de temporal sin sembrar y más triste es observar a los campesinos estar a la espera del recurso que requieren y que ya en este año no se los darán, es la verdad, así que los más de diez que buscan la gubernatura deben de dejar s un lado el jueguito de manos y así como andan de “adelantados”, así también deben de integrar en sus planes, en sus “plataformas”, la verdadera lucha por sacar al campo zacatecano y mexicano del atraso en el que lo han sumido la corrupción e impunidad.
Así como para el campo se requiere de una visión más profunda para avanzar en esa transformación, en la educación, en el turismo, la minería y en el buen quehacer de las administraciones municipales, se requiere también la elección de personas preparadas, que tengan el perfil y que no solamente sean buenos para el rollo y la imitación. Zacatecas no se merece ya ese tipo de situaciones y es este el tiempo para que el buen amigo Juan Pueblo, actúe de una buena vez para que no le vuelvan a dar gato por liebre, o ratas por conejos.
Fue casual el encuentro, pero muy interesante. No mencioné en líneas arriba el sector caminero. Las carreteras estatales y caminos rurales, esos que les llaman “saca cosechas”, se encuentran realmente destrozados. Lo mismo que numerosas calles de la capital, de Guadalupe, Fresnillo y otros municipios en donde sus calles están terriblemente adornadas con baches de distintos tamaños y profundidades. Ahí se necesita la mano de personajes que conozcan bien el punto. Le decía que fue casual el encuentro, pero nutritivo, porque el buen amigo Froylan Félix Orozco habló de sus libros, de esas pequeñas obras que ilustran y orientan a los que no saben el tejemaneje de los caminos. “Los locos abren los caminos, que más tarde recorren los sabios”… Las grandes obras camineras, las sueñan los genios locos, las ejecutan los luchadores natos, las disfrutan los felices cuerdos y las critican los inútiles crónicos”. Uno más: “tres muchos y tres pocos, destruyen a los camineros locos; mucho gastar y poco tener, mucho hablar y poco saber, mucho presumir y poco valer.
Los recuerdos de aquellas celebraciones del día del caminero, decía Froylan, son inolvidables, porque la convivencia entre quienes trabajan en este sector, era sana, no había esa grilla que hoy se siente. Luego, los caminos conducen a los municipios, a sus comunidades, en las que se tienen lugares de esparcimiento pero que a la Secretaría de Turismo le interesan poco menos que un cacahuate, para esta dependencia, el asunto redituable está en el centro histórico, en los Pueblos Mágicos que les dejan recursos, porque si llegan, no se ve en dónde se apliquen. Sería, digo, una buena estrategia de ayudar a los municipios, sobre todo a los más jodidos, de darles recursos frescos para que exploten en bien de los habitantes, de sus haciendas públicas, esas riquezas naturales y no dejarlos morir con deudas que lamentablemente no han sido generadas por ellos, pero que sí tienen que seguirlas arrastrando y heredando.
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega…
