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sábado, 11 mayo, 2024
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Cuestionan desde la masonería el actuar de autoridades civiles en actos religiosos

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Por: ALMA RÍOS •

■ “El laicismo es muy claro, sí usted da prebendas a una religión tiene que darlas a todas”: Ismael Estrada

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La situación de muchos gobernantes dijo Ismael Estrada López, soberano inspector general de la Orden Grado 33 del Supremo Consejo de México, es que “quieren congraciarse con las autoridades religiosas y se convierten en monaguillos del alto clero”.

Precisó al respecto de la reiteración de la presencia de autoridades civiles en eventos de carácter religioso, son situaciones con las que la masonería se ha inconformado y las atribuyó a la falta de identidad histórica y de conocimiento “de las luchas que ha emprendido México para conservar la libertad de conciencia”.

Aunó a esto el que país “desgraciadamente está viviendo una etapa de gobernantes improvisados que no tienen amor y celo en defensa de las instituciones nacionales”, lo que ha llevado, dijo, la confusión a la ciudadanía, pues advirtió que “no se puede ser monaguillo del obispo de un estado y ser defensor de los derechos humanos integrales dentro de la Constitución”.

La lectura fue ofrecida en referencia a lo ocurrido el pasado 12 de mayo en la conmemoración del 25 aniversario de la visita de Juan Pablo II a Zacatecas, a la que acudieron entre otras autoridades civiles, el presidente municipal de la capital del estado, Carlos Peña Badillo, y donde el propio gobernador develó incluso, una efigie del líder religioso.

Al respecto, el también fundador de la Logia Pámanes Escobedo número 19, dijo: “entonces vi un aspecto bochornoso que nos llena de vergüenza a los liberales de México, cuando por ejemplo se devela una efigie del Papa en Bracho”.

Expuso que el laicismo del Estado mexicano es “muy claro, sí usted da prebendas a una religión tiene que darlas a todas”.

Respecto a esta intervención tanto de Alonso Reyes como de Peña Badillo en tiempos electorales, observó que si se quiere capitalizar un evento religioso y “meterlo al saco de las actividades políticas están muy equivocados,  pues la ciudadanía  tiene hoy una conciencia crítica y dialéctica y no van a confundir nunca un favoritismo religioso con una situación de tipo político”.

Ismael Estrada López situó como muy importante observar que aunque Zacatecas está conformado por gente religiosa, también es respetuosa de la división Estado-Iglesia, “pero cuando los convocan a un evento público, abierto, de control de masas, esto viola la Constitución”.  Dijo en cita de su artículo 24.

Al respecto, consideró que los gobernantes deben ser cautos y respetuosos de la Carta Magna, “porque si ellos la violan, ¿qué se espera de la ciudadanía?”.

Abundó en este sentido al señalar que actualmente los eventos religiosos no se desarrollan en apego a lo que marca la Constitución, pues su artículo 24 establece que el culto debe realizarse en los templos.

Expuso asimismo que para la masonería todas las religiones son respetables, pero lo que se cuestiona es el incumplimiento de la norma jurídica preestablecida que busca garantizar la libertad de creencias.

“Si el gobernador estuvo en ese acto religioso, obligado está a ir a todos los eventos religiosos de todas las religiones, no solamente de los católicos”, sostuvo.

Recordó de la historia de México, el caso de Benito Juárez, de quien dijo, llevaba a su esposa Margarita Maza y los hijos de ambos a los oficios religiosos los domingos, pero “no confundía su investidura como Presidente de la República con la de ciudadano común”.

Propuso la situación como una disyuntiva: o se quitan la investidura oficial o se meten a la investidura propiamente del ciudadano libre y común, “pero que no inmiscuyan la situación del gobernante con el plan de feligrés, que son cosas muy diferentes”.

En referencia a la cultura conservadora de los zacatecanos, agregó que no es deseable que se caiga en el fanatismo porque se retrocedería a los tiempos previos de las Leyes de Reforma, con Juárez.

Al respecto de este escenario, añadió que “los liberales de México tenemos muchos que combatir”, y refirió para ello las que denominó dos columnas vertebrales de la filosofía masónica, la humildad intelectual y la capacidad de perdón.

Estas dijo deben proyectarse en tres ámbitos: “desenmascarar al hipócrita, abatir al ambicioso y enseñar al ignorante”.

De los liberales también expuso que tienen una identidad histórica y cultural, una proyección de la que ubicó los orígenes en la Independencia en las figuras de Miguel Hidalgo y Josefa Ortiz de Domínguez, la Reforma con el propio Benito Juárez y Melchor Ocampo, y enfatizó que “entonces es muy importante eso, no traicionar los ideales de la Independencia, la Reforma y mucho menos de la Revolución”.

Definió a la masonería como “la reserva moral de la humanidad”, desde la que se han hecho constituciones y se han arropado movimientos libertarios de los pueblos. Y refirió su intervención en la historia al señalar que “el liderazgo mundial está hecho por masones”.

Reiteró en este sentido, muchos de los gobernantes actuales se improvisaron, y afirmó tajante: “ellos no son masones”.

Sobre esta diferenciación añadió que “los masones se identifican cuando inciden para combatir la pobreza del pueblo, la ignorancia y cuando están muy identificados con las lucha libertarias de los pueblos. Esos sí son masones, los demás son mercenarios que han militado en la masonería indebidamente”.

 

 

 

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