Según documentación de la Secretaría de Educación de Zacatecas (Seduzac), Griselda Muñoz Flores, directora de la Escuela de Trabajo Social, se adjudicó la máxima categoría laboral (Titular C) sin realizar los procesos de promoción establecidos; sin embargo, la implicada afirmó que autoridades educativas se la otorgaron como mecanismo para pagarle la compensación económica que le corresponde como directora.
Información obtenida a través de mecanismos de transparencia muestra que, entre el año 2018 y 2021, solamente se llevaron a cabo cinco procesos de recategorización y el único para transitar hacia la Titular C fue el de la directora, el cual se asignó en febrero del año 2021. El resto de las recategorizaciones corresponden a plazas de Asociado B.
Sobre los requerimientos para el otorgamiento de esta categoría, la secretaría respondió a la solicitud de información que “los requisitos para obtener una recategorización se definen conforme a los acuerdos del colectivo, los cuales no contravienen al Reglamento de Escuelas Normales (Reglamento supletorio para la Escuela en ausencia del mismo); siendo los requisitos constantes en las convocatorias para recategorización, tanto la antigüedad como la formación y capacitación docente. Cabe señalar que las posibilidades de recategorización se dan a partir del recurso que se genera con la jubilación de personal adscrito a la Escuela”.
Entre 2018 y 2021, solamente se llevaron a cabo cinco procesos de recategorización y el único para transitar hacia la Titular C fue el de la directora
Sin embargo, al interior de la Escuela de Trabajo Social hay entre 6 y 10 docentes con más derecho en tales requisitos y que, durante más de 10 años, no han sido objeto de recategorización, por lo que hay la percepción de que la normatividad no fue respetada para asignar esta plaza a la directora.
Asimismo, se dice que Muñoz Flores fue partícipe de un conflicto que se derivó de la intención de donar el estacionamiento de la Escuela de Trabajo Social, por solicitud del entonces subsecretario de Educación Básica, Mario Alberto Ramírez, y del entonces subsecretario de Educación Media y Superior, Ubaldo Ávila, para cubrir errores de diseño en la remodelación de la secundaria general Antonio Rosales, ubicada a un costado.
Ante esa situación, la directora de la Escuela de Trabajo Social declaró que esa recategorización fue producto del nombramiento que se le dio como directora, como mecanismo para pagarle la compensación económica.
Es decir, “no hay una recategorización emitida por el colectivo o por la escuela, sino que fue una indicación que se dio desde el gobernador y la Secretaría de Educación. Yo diría que esa pregunta debería ser a la secretaría para que explicaran bajo qué criterios asignaron la recategorización”.
Muñoz Flores explicó que, después de nombrarla como directora, la secretaría otorgó la recategorización como mecanismo para pagarle la compensación, de manera que no se trata de un proceso que haya afectado a ningún docente.
Muñoz Flores indicó, entonces, que no hay irregularidad en este caso porque la recategorización fue por indicación desde la Secretaría de Educación que en ese momento estaba encabezada por Gema Mercado Sánchez.
Explicó que, para las recategorizaciones que se realizan al interior de la Escuela, se emite una convocatoria para cubrir el espacio que haya quedado libre con alguna jubilación y luego una Comisión Dictaminadora realiza el proceso con base en los lineamientos que determine el colectivo docente.
Sin embargo, “mi recategorización no es producto ni de una jubilación ni de una convocatoria que se hace al interior con el colectivo, sino que es una designación que se da por indicaciones del gobernador y la secretaria de Educación por el nombramiento que ostento como directora de la Escuela de Trabajo Social”.
Reiteró que esa recategorización se le otorgó con el propósito de que se le pudiera pagar la compensación que le corresponde como directora de la escuela, de manera que ésta no tiene relación con los procedimientos para que los docentes se promocionen al interior de la institución.
Muñoz Flores explicó que, para que pueda haber un proceso de recategorización al interior del plantel debe haber una jubilación, y en su caso no se hizo acreedora a dicha categoría quitando el recurso de una jubilación, sino que fue por indicación de las autoridades de gobierno.
Es decir, “no es que se haya tomado el recurso para recategorizarme quitándole el derecho a algún maestro o agarrando el recurso de una jubilación, primero porque no ha habido jubilaciones y segundo porque es un recurso que se queda para el beneficio de la escuela”, concluyó.
