“Nada en el mundo sustituye a la constancia. El talento no la sustituye, pues nada es tan corriente como los inteligentes frustrados. El genio tampoco, ya que resulta ser tópico el caso de los genios ignorados. Ni siquiera la educación sustituye a la constancia, pues el mundo está lleno de fracasados bien educados. Solamente la constancia y la decisión lo consiguen todo”
Baltasar Gracián
Quienes vimos nacer al Colegio de Bachilleres del Estadio de Zacatecas (Cobaez), somos testigos acerca de cómo se ha transformado con el pasar del tiempo, cierto es que las circunstancias cambian y con ello las instituciones también deben hacerlo, el rumbo institucional lo han trazado quienes en su momento han tenido bajo su responsabilidad y “custodia” este subsistema. La dinámica que histórica e institucionalmente le ha caracterizado, no ha sido del todo participativa, incluyente, democrática y con sentido social, es por ello que no todos los que conformamos esta institución, somos responsables y/o culpables del estado que guarda hoy día.
Paulatinamente, el subsistema se fue consolidando a la vez que cuantitativamente creciendo en matrícula, a grado tal que de 300 alumnos con los que inicio en solo cinco planteles en el año de 1987, hoy día cuenta con 16,000 en 40 de estos. Con el incremento del personal responsable o encargado de darle viabilidad a la institución, se fue haciendo más compleja la dinámica de interacción laboral, la asignación presupuestal también se acrecentó así como el interés por administrarla; son varias las administraciones que han pasado por el Cobaez y con ello, se han presentado diferentes formas de ministrar el recurso económico, material y humano; este último, en mi percepción, solo ha sido objeto de formalidad institucional pero no tanto de representatividad o significatividad.
Dos dimensiones particularmente son las que caracterizan a las instituciones educativas, las cuales deben no solo consolidarse sino crecer tanto cualitativa como cuantitativamente, deben verse fortalecidas desde diferentes ángulos y perspectivas; me refiero a la dimensión académica y administrativa, ambas deberían estar adecuadamente concatenadas. Si bien es cierto que la actividad académica es la razón de ser de cualquiera institución educativa, la administrativa en gran medida condiciona también lo académico.
Académicamente, el Colegio de Bachilleres ha pasado por varias reformas, todas curriculares con excepción de la última a la que le dan el tinte de educativa, y que de acuerdo al clamor magisterial, es solamente laboral; a todas estas reformas, la institución ha respondido de diferente manera, sí, pero con una sola finalidad……….dar solamente respuesta a las necesidades o exigencias del currículum, pero no así a las del contexto donde se aplica, impone, e instrumentaliza dichos currículo. El referente con el que justifico tal aseveración son los indicadores que en particular tiene el subsistema, y en general, el estado de zacatecas en este nivel medio superior, que además son oficiales.
Desde la perspectiva académica, estamos viviendo una situación tal, que solo se administra la academia, la actividad que se practica en los planteles es el resultado del esfuerzo que realizan académicos de esta área y que, luchando incluso contra el desencanto, enojo y hasta desilusión de varios docentes, intervienen su práctica con la intención de ayudarles a que la fortalezcan; lo ideal sería que los docentes mismos la intervinieran en vez de que se las intervengan, sin embargo, no existe otra alternativa toda vez que las condiciones institucionales solo se prestan para actuar de una manera remedial, también gracias al esfuerzo de un gran número de docentes comprometidos con el subsistema no se ha caído en acciones mediáticas. No es lo más saber cuántas horas se le asignan a cada docente en base a los criterios que se acuerden para hacerlo, más bien, la preocupación fundamental debería ser la de cómo fortalecer desde esa área la actividad académica, no con posturas oficiosas sino con pleno conocimiento y respeto a la condición humana y laboral de quienes son los responsables de favorecer la formación de los educandos.
Históricamente, el área administrativa se ha caracterizado por administrar los recursos tanto humanos como económicos de manera inadecuada, el referente es simple, existe un adeudo de parte del subsistema a diferentes dependencias por más de 800 millones de pesos, esto obedece a que se han suministrado los recursos económicos de manera desproporcionada, es lamentable que no se realicen acciones contundentes para subsanar este déficit, dicha área se ha caracterizado más por hacer saber a la comunidad que existen diez mil leyes y veinte mil normas que deben cumplirse para que el Colegio marche bien, se preocupan más por revisar si las planeaciones tienen bien redactados los objetivos, las estrategias y las metas que por ver si realmente los planteles están en condiciones de prestar un servicio digno a los alumnos.
El Colegio de Bachilleres sigue su marcha, no puede detenerse; quienes formamos parte de esta noble institución debemos hacer algo por rescatarla, es necesario que se destape la cloaca para que, la simulación se convierta en acciones concretas y bien encausadas y la opacidad se transforme en transparencia. ■
