■ Los motiva el interés por el conocimiento pero también poder encontrar un mejor empleo, comentan
El recién concluido ciclo escolar en la Unidad Académica Preparatoria de la Universidad Autónoma de Zacatecas dejó entre otros saldos, estos poco expuestos a los medios de comunicación, la cifra de tres jóvenes egresados con dos bachilleratos acreditados.
De un universo de 420 alumnos inscritos en los turnos matutino y vespertino al Programa uno de esta institución, Jorge Torres Acuña, Erick Humberto Blas Trinidad y Mari Jose Martínez Vázquez, expusieron con esta proeza, la filia por el conocimiento y la influencia de familias que la respaldan, pero también, el interés de asegurar en el contexto de un país con graves problemas económicos y sociales, un mejor futuro.
“Nosotros sí pensamos en prepararnos más cada día en cuanto a conocimientos por el hecho de encontrar empleo. Tienes que estar muy preparado, ser todólogos, aprender un poco de todo”, comenta Mari José Martínez Vázquez, entrevistada sobre el tema y quien acreditó con un promedio general superior a ocho, los bachilleratos en Físico-Matemáticas y Ciencias Biológicas.
La joven se inscribió para dar continuidad a su formación profesional en las unidades académicas de Matemáticas y Ciencias Químicas. Compañera de Jorge Torres Acuña desde la primaria, Martínez Vázquez comenta que ambos jóvenes entablaron un reto para cursar doble bachillerato.
A él le atraían las ciencias sociales influenciado por su papá, que es abogado, y del bachillerato de Físico-Matemáticas le gustaban las materias, porque eran impartidas por buenos profesores, comenta.
El seguimiento que Torres Acuña dio a su formación luego de concluir la preparatoria, lo llevó a ingresar en las unidades académicas de Ingeniería y Derecho.
Por su parte, el interés de Mari Jose Martínez Vázquez para seleccionar bachilleratos, fue motivado por el aprendizaje de la anatomía, “que es prácticamente conocer todo acerca de tu cuerpo”, y las matemáticas porque son “el lenguaje universal”.
Profesionalmente eligió las licenciaturas en Biología e Ingeniería Química, pero finalmente optó por cambiar la primera por la correspondiente en Matemáticas.
La joven, quien refiere que cursar dos bachilleratos no le implicó sacrificios mayores y aún tenía tiempo para complementar su formación con clases de artes por la tardes, danza contemporánea y flamenco, propone que lo difícil para enfrentar ahora la responsabilidad de atender dos licenciaturas serán los traslados que irán “de esquina a esquina”, pero asevera: “vamos a poder”.