■ Denuncian irresponsabilidad de Peña Badillo por aprobar y respaldar al bar La Diez
■ Acusan la violación de un acuerdo realizado con el gobernador del estado en 2013
“¿Qué va a pasar una vez que se termine (la obra de intervención en) la Alameda y la Sinfra –Secretaría de Infraestructura- se la entregue al ayuntamiento?”, propuso la pregunta Francisco José Villegas.
La preocupación tiene que ver con la violación al derecho al descanso y el incremento de la inseguridad en el área, que han denunciado los vecinos del lugar, vinculada al antecedente que significa la operación de La Diez Terraza-Bar y en menor medida al Cuco´s Bar.
Vecinos que tienen generaciones completas viviendo en cercanía de la Alameda Trinidad García de la Cadena, esto es, en su interior, pero también sobre la avenida Torreón y la Fernando Villalpando, entre otras pequeñas vías, temen que se cambie el uso de suelo, “y se cree una zona de tolerancia VIP, donde ya no podamos convivir con tranquilidad”, dijo Villegas.
También en voz de Leobardo Navarro Miramontes, denunciaron la irresponsabilidad del presidente municipal de la capital, Carlos Peña Badillo, al haber dado su aprobación y respaldo, “para que aun sin el debido permiso”, el bar La Diez opere en esta área y “siga vandalizando la zona”.
Asimismo acusan la violación de un acuerdo realizado con el gobernador del estado, Miguel Alonso Reyes, al arranque del proyecto de intervención Alameda-Jardín Juárez, que se celebrara entre autoridades, ciudadanos interesados y vecinos, en el Centro Regional Unesco el 31 de octubre de 2013.
“El gobernador nos dio la indicación y solicitó que autoridades municipales estatales y vecinos, nos abstuviéramos de solicitar y conceder permisos para cualquier situación en el interior de la Alameda y en el área que cubre el polígono B”.
Pero posterior a este compromiso, los vecinos observaron el inicio de obras en el 402 del interior Alameda, “y le dimos aviso a la autoridad municipal y a la Junta de Monumentos”.
Se dieron cuenta así, que no existía permiso para hacer modificaciones en el inmueble. Y presuntamente, las gestiones para conseguir el permiso para operación se remitirían a septiembre del mismo año, precisó.
Los inconformes también se plantean la pregunta de “¿cómo es posible que si el ayuntamiento no les ha dado licencia, el Instituto Zacatecano de Cultura les haya dado permiso para ingresar en su programa de actividades con conciertos?”, mismos que señalan los afectados, iniciaban a las 11 de la noche para culminar alrededor de las 3 de la mañana.
Luego de haber hecho llegar un documento a la instancia municipal donde se oponían a la instalación del negocio, esto, el pasado diciembre de 2013, y que nunca fue contestada o tuvo algún efecto, y haber interpuesto una queja acompañada de 55 firmas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos el pasado 31 de marzo de 2015, los inconformes acudieron a la presión social que pueda provocar la denuncia ante los medios de comunicación, para que autoridades, subrayaron, éstas “sí competentes, obliguen al ayuntamiento a cumplir con la ley y cerrar este antro”.
Los vecinos reclaman su derecho al descanso y la tranquilidad pero también el respeto a la ley, pues precisaron, “no existe ordenamiento alguno que favorezca a unos por sobre otros, porque entonces se perdería el justo equilibro para vivir bien”.
“Entre los socios que lo dirigen (a La Diez Terraza-Bar) bajo estas condiciones irregulares, están los hijos o parientes de funcionarios y ex servidores públicos de Gobierno estatal y también de diputados locales”, se consignó en nota Operan Mirreyes bar sin licencia en la Alameda, de La Jornada Zacatecas el pasado 10 de abril de 2015.
Acerca de la actuación de la presidencia municipal que encabeza Peña Badillo, agregaron, “tiene una obligación, y el influyentismo, la corrupción y la absurda tolerancia no son elementos para omitir esta responsabilidad”.
Denunciaron como se ha hecho en reiteradas ocasiones, que el alto volumen que se emite desde este bar propuesto al aire libre sobre una terraza, los desvela hasta alrededor de las 4:30 de la mañana, que llaman ocasionalmente a la policía preventiva para que se detenga sólo por momentos, y que entre otros efectos, la vibración ha roto ya las ventanas de algunas casas.
Muchos de quienes habitan esta zona expusieron, son adultos mayores, algunos ya minimizados de sus facultades físicas que se ven en la indefensión ante esta alteración de su vida. Los denunciantes aclararon al inicio de la conferencia de prensa que se ofreció en la denominada “Fuente del pescadito”, en cercanías de la Alameda, que no tienen vínculos con partidos políticos, y la exposición de su problemática atiende sólo a la defensa de su derechos humanos y civiles.
