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sábado, 4 mayo, 2024
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Erradicar la corrupción y el clientelismo, vías para resolver crisis en la UAZ: Terán

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Indicadores políticos, financieros y académicos apuntan a una posible quiebra, señala docente

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■ En lugar de privilegiar la investigación y la docencia se destaca la parte administrativa, dijo

La crisis institucional de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) no podrá resolverse con la asignación de más recursos por parte del Estado, sino con la erradicación de la corrupción en la administración central, el clientelismo y la instauración de un proyecto que privilegie el ámbito académico, opinó Mariana Terán Fuentes, investigadora del posgrado en Historia.

Tengo 22 años trabajando en la UAZ y en ese largo rato no se había dado una etapa de crisis permanente como la que estamos viviendo. Yo la ubico desde el 2011 para acá y me parece que los indicadores financieros, políticos, académicos, están señalando que, si no se reorienta esta Universidad, puede llegar a quebrar.

El principal problema que veo es que uno de los proyectos que se han promovido hizo que el orden se invirtiera y en lugar de privilegiar y poner encima de todo las funciones sustanciales, la extensión la investigación y la docencia, ahora quedaron abajo y por encima de ellas la parte adjetiva, es decir, la administración.

Eso se constata con números, tanto en crecimiento de la plantilla de los trabajadores de la universidad como el crecimiento de la plantilla de la administración y la burocracia. Son alarmantes porque lo que queda abajo es justamente la sustancia.

Me parece que ese proyecto tiene que ver con una política mexicana de largo alcance que se llama “clientelismo” y “corporativismo”, en el que se promueve la corporativización de la Universidad para concentrar cotos de poder en unos cuantos y eso desde mi punto de vista fractura la misión y la concepción de cómo se engendró esta institución en 1968 como una universidad democrática.

La democracia es un tema que en la Universidad se tendrá que discutir y analizar a profundidad. Yo observo este periodo de crisis justamente en los procesos electorales. En 2011, el entonces rector Francisco Javier Domínguez Garay estaba armando su corporación, redes clientelares debidas a favores políticos tanto a académicos como a trabajadores, familias y estudiantes, para fortalecer su propia estructura.

Esa corporación se vio claramente en el proceso electoral de 2012, cuando había una forma muy burda y barata de hacer política. Eso es lo que nos está dando este rostro de universidad pública corrupta, con una clientela garantizada, es lo que nos tiene atados.

En la entrevista que les dio el doctor Domínguez a La Jornada Zacatecas, en realidad no hay nada nuevo frente a lo que ha venido diciendo desde hace tiempo. Dice que es obligación del Estado la educación. Eso es cierto, pero él comete un delito, es un acto ilegal el no enterar los descuentos que se nos hacen a las instancias correspondientes como el Issste, SAR y Fovissste. Ese es un acto ilegal e insiste en que él tomó la decisión.

Si justificación digamos que es para un fin bueno, extender la educación, pero eso no justifica el cometer un acto ilegal, no sólo para el conecto mexicano, sino para los tratados internacionales donde la seguridad social es considerada un derecho humano de os trabajadores.

Yo no sé cómo se pueda resolver este ilícito que tiene un adeudo histórico de más de mil millones de pesos, y no podemos cegarnos que las dos últimas manifestaciones de huelga se deben a ese problema.

Que el Estado resuelva esto es una idea de universidad populista, clientelista, corporativizada, que pretende reforzar cacicazgos utilizando una demagogia barata, basada en la existencia de la democracia que desde mi punto de vista no existe porque todavía nos dejamos vender, que compren nuestro voto.

¿Qué es lo que está mal? ¿Está mal el modelo de elección de nuestras autoridades universitarias? Yo creo que el modelo es muy bueno, pero en la práctica hay una serie de actos perversos y corruptos que nos tienen en esta crisis permanente.

¡Está mal el ejercicio de la autoridad universitaria? Yo creo que sí, porque no hay un sistema de evaluación de nuestros funcionarios. Ha habido en la opinión pública críticas a algunos funcionarios de la Universidad, pero hay poco caso al respecto.

Por ejemplo, no tengo el dato puntual o confirmado, pero entiendo que estamos fuera del Consorcio de Universidades Mexicanas  porque no se acreditaron Derecho y Psicología, dos de los bastiones que se usaron en el pasado proceso electoral para manipular y ganar la elección.

 

Denuncia penal

Había tres posibilidades de incidir en el cambio de la Universidad. Uno era participar en los procesos electorales y representar una opción para conformar equipos de trabajo consolidados académicamente; otra vía son las movilizaciones, las huelgas o paros laborales; y finalmente un grupo de universitarios decidimos interponer una denuncia penal contra el Rector actual, Armando Silva Cháirez , y conrea el rector anterior, Francisco Javier Domínguez Garay.

La denuncia se interpuso ante las instancias judiciales para que se haga justicia de algún modo. Lo que queremos es denunciar, ya lo hicimos ante la Procuraduría General de la República, y ahorita el asunto está en problema de competencias, es decir, la definición de quién va a atender esta denuncia, si la procuraduría del estado o la general.

Una vez que se resuelva eso la demanda entra en curso, se va a hacer una investigación a fondo contra los demandados. El expediente que se integró incluye una relación de los funcionarios universitarios y los montos que cobran por sus compensaciones.

Entonces nuestra denuncia va en curso, se integró el Contrato Colectivo de Trabajo de nuestro sindicato, los talones de cheque donde se comprueba que se está descontando, las hojas de Pensionissste donde aparece lo que tenemos por concepto del SAR que es una cantidad irrisoria, y un conjunto de pruebas que, tarde lo que tarde, nosotros tenemos esperanza que tenga un impacto y que haya una sanción contra estos universitarios que decidieron de manera unilateral no enterar el recurso y después desviarlo.

No sabemos a dónde se desvía, pero para eso va a ser la investigación judicial, y si se logra en la sentencia una sanción, para mí será un ejemplo para esta cultura universitaria que las cosas no pueden seguir siendo así.

 

Un nuevo proyecto

Esta Universidad debe seguir siendo un eje fundamental para el desarrollo social, económico, político y cultural en Zacatecas. Debe seguir siendo formadora de jóvenes que salgan fortalecidos en todos los sentidos y que puedan insertarse con mejores condiciones en la sociedad.

La otra línea que yo destacaría es realizar un programa para elevar la competitividad de cada uno de los programas educativos de la Universidad, porque todavía estamos abajo del 40 por ciento de los posgrados que pertenecen al Programa Nacional de Posgrados de Calidad.

No hay una política clara por parte de las autoridades encargadas, me refiero a los que han fungido como coordinadores de Investigación y Posgrado, para abatir las brechas y que un mayor número de programas esté asegurado en el Conacyt. Se necesitan programas concretos que vayan perfilando metas a corto plazo para llegar a ellas y entonces poder acceder a esta plataforma de excelencia de posgrados en México.

17 programas de posgrados están en este padrón de excelencia, pero los otros 30 no sabemos qué están haciendo. Sugiero que se trabaje con los posgrados que no están en el padrón para ver sus principales problemas, si es eficiencia terminal, movilidad de profesores o estudiantes o sus programas de vinculación.

Otro asunto que tiene que ver con la competitividad es algo que los profesores hemos hecho para incrementar la capacidad docente. La cultura de las acreditaciones, certificaciones, que se han vivido desde la década del siglo pasado, nos ha quedado claro este otro modelo que podría resolver esta crisis de la Universidad. Es el modelo que pretende elevar la capacidad docente, la formación integral de los estudiantes y la competitividad de los programas.

 

Alternativa financiera y administrativa

Hay dos posiciones. Una tiene que ver con el incremento del subsidio, que no está mal porque el Estado debe destinar más recursos a la población, eso es innegable e iría a contracorriente de los derechos sociales si digo lo contrario.

Pero el problema es que si nos quedamos en esa argumentación y no reconocemos que hemos sido malos administradores o administradores corruptos, amos a confundir las cosas y diremos que necesitamos más dinero porque se ha incrementado la matrícula o porque tenemos más programas en los municipios.

Y dicen que uno de los elementos que definen a la Universidad es que es autónoma y ella decide cómo se distribuye el recurso que llega del gobierno federal y estatal. Ahí yo veo un campo fértil para la perversión. Ese discurso gastado que somos autónomos y por ende podemos distribuir los recursos como nos venga en gana, me parece que es uno de los principios de la perversión.

Entonces los que están exigiendo dinero esconden los malos manejos administrativos justo porque somos autónomos. Yo no estoy en contra del aumento del subsidio, pero estoy en pos de que se limpien las finanzas al interior de la institución. Empezaría bajando las compensaciones y primero con el Rector, no hay de otra. Si queremos proponer una alternativa diferente a la actual, debe comenzar por su propia casa.

Ahora en el movimiento de la huelga, un grupo de universitarios estábamos de acuerdo en que la partida de los gastos de operación y gastos a funcionarios de carácter intermedio, que representan más de 110 millones de pesos del presupuesto del Gobierno del Estado, podría redistribuirse para avanzar en el pago de la seguridad social.

Ahí les dolió porque no quieren dejar el nivel de consumo que tienen: camionetas, propiedades lujosas. ¿Da para tanto la Universidad? No da para tanto. Entonces soy de la idea de una reorganización financiera al interior de la institución y proponer proyectos puntuales ante las instancias correspondientes.

 

Los grupos políticos y el proceso electoral universitario

Estamos bajo un patrón político donde son los grupos los que se privilegian. Yo iría contra mi misma, por ejemplo, si participo en una alianza con la fuerza de Domínguez. Prefiero replegarme, pero hay quién no prefiere replegarse justamente por esta idea de ganar una elección, sacrificando convicciones.

Nos seguimos moviendo a través de la lógica de los grupos y no a través de la lógica de proyectos académicos, porque sea del color que sea, yo veo caciques y no proyectos universitarios aunque los caciques hablen bajo el discurso de la democracia, la ciencia, la educación popular.

Si no entendemos la lección anterior, de verdad estamos ciegos y sordos los universitarios y merecemos el gobierno que tenemos. Si no hay un retorno a los principios básicos de la Universidad pública, van a seguir privilegiándose los que tengan las mejores alianzas o mayor capacidad para comprar votos.

El Rector actual está desdibujado. En la entrevista que ofreció el doctor Domínguez, hace alusión a esa separación tajante entre su postura y la de Armando Silva, pero no se olvide que su propuesta para rector fue precisamente el ingeniero y que era para su
reproducción en el poder.

Parece que eso se olvida y nos creemos ese discurso que el ingeniero Silva fracturó la alianza, porque la idea de Domínguez era su permanencia en el poder a través de una figura política muy débil.

Por otro lado, el actual rector no ha sido capaz de serlo. No tiene un discurso universitario, no ha tenido propuestas. Tengo 22 años trabajando en la universidad y no me había tocado un rector tan disminuido, manipulable y falto de visión.

 

El Stuaz y el vacío de poder

Ese es otro signo de nuestra crisis permanente. No es posible que el secretario general del sindicato de trabajadores universitarios esté decidiendo cuestiones que son decisión del Rector.

El poder no conoce vacíos y si el rector no ha sido capaz de fraguar su poder como tal, hay otro que se está valiendo de ello para construir el poder propio. Ese otro es el señor Rafael Rodríguez Espino.

No es posible que entre los últimos cambios de funcionarios administrativos, se haya exigido para quitar de Recursos Humanos al ingeniero Trinidad Guerrero, que desde mi punto de vista era de los pocos que estaban haciendo bien su trabajo y estaba poniendo orden, revisando las cargas de trabajo y ponía en duda los trabajadores de congianza y su incremento en ciertas escuelas.

Era una piedra en el zapato del Rector y del secretario general del Stuaz, porque éste quiere tener a su propia gente que le pase información y le ayude a favorecer ciertas personas y castigar a otras.

Yo tuve un experiencia lamentable. Yo era responsable de la maestría y doctorado en Historia y había un trabajador, intendente, que puedo decir ha sido el más eficiente: llegaba a la hora, salía a deshoras, estaba en las presentaciones de libros que él no tenía por qué asistir y sin embargo ayudaba, pero no era del contentillo del dirigente.

Se acabó su contrato y no había nada qué hacer. Entonces fui a la oficina del señor Rodríguez y el trato fue muy despótico, hay que decirlo. Me preguntó el nombre del trabajador y lo escribió con un lápiz en un cuaderno; luego agarró la goma y lo borró y dijo: “ya ve maestra, ese trabajador no existe”.

Esta persona que borra tan fácil a otras personas, está ganando espacio político en la Universidad, pero el problema no es exclusivamente del Rector o del secretario general del Stuaz, sino de la multiplicación del clientelismo, ése es el problema.

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