La tarde de hoy se llevó a cabo la primera corrida de feria en la Monumental Zacatecas, que registró media entrada pese a que las condiciones del clima fueron más que favorables.
Alternaron el rejoneador Jorge Hernández Gárate y los toreros de a pie, Octavio García “El Payo”, Juan Pablo Sánchez y Luis David Adame, quienes lidiaron toros de Los Encinos; un encierro bien presentado pero falto de casta, con poca fuerza y sin transmisión en general, salvo el último de la tarde.
El primero de la tarde fue para Hernández Gárate, vestido a la usanza portuguesa, de negro con remates en plata, quien abrió plaza con un caballo prieto azabache para recibir “Andaluz”, No. 18, de 470 Kg, un toro cárdeno, enmorrillado, veleto, con el que dejó un primer rejón de castigo; luego montó a un bayo palomino, muy torero, para poner banderillas logrando encelar y templar las embestidas del toro. Luego, con un tordillo rodado, ha dejado una banderilla más, antes de la actuación de los forcados de Mazatlán, quienes realizaron una muy buena pega; bien por René Tirado y por esta asociación de profesionales. Después del brindis a los ganaderos, dejó un rejón de muerte trasero, para despachar al quinto golpe de descabello. Palmas y vuelta al ruedo.
El primero de la lidia ordinaria fue para Octavio García “El Payo” (de burdeos y oro) “Hocicudo”, No. 28, de 534, un toro cárdeno, meano, cornivuelto, que fue recibido por mandiles y rematado con una media, muy bien toreado. En los caballos, el burel remató violentamente; luego el “Payo” lo toreó a la verónica suavemente. Buen tercio de banderillas, igualados los tres pares y en todo lo alto. Con la muleta el matador inició con derechazos que conectaron con el respetable desde inicio. Lo probó por naturales provocando la embestida a este toro que metió bien la cabeza por este lado. El matador le pisó los terrenos y por momentos parecía ahogarlo lo que provocó un comportamiento áspero, punteando al final. Dejó una estocada entera, tendida y letal. Palmas.
Su segundo toro, “Guante”, No. 32, de 530 Kg., el quinto de la tarde, fue un negro zaino, bonito de pinta, al que toreó brevemente con el capote para llevarlo a los caballos en donde el picador Jorge Morales sufrió un tumbo. Con la muleta, “El Payo” se enfrentó a un toro difícil, que perdía las manos y al que tuvo que robarle los pocos pases que tuvo. Mucha voluntad ante las precarias condiciones del astado. Lo despachó con una estocada entera y desprendida. Silencio.
Juan Pablo Sánchez (de carmesí y oro), recibió a “Guantero”, No. 17, de 500 kg., un cárdeno, sobaquero, bragado corrido, acucharado, toreándolo a la verónica y rematando al soltar la punta del capote. “Guantero” recargó con fuerza en los caballos, en donde apenas fue señalado. Sánchez brindó al picador Héctor “El Nono” Cobos. Su labor muleteril fue voluntariosa, sentida, pero al toro le faltó transmisión y fuerza para que el hidrocálido se luciera. Dejó una media, tendida, pero efectiva. Palmas.
Su segundo en suerte, el sexto de la lidia, “Canastero”, No. 45, de 480 Kg., un toro cárdeno, enmorrillado, nevado de los cuartos traseros, cornidelantero, con el que el matador realizó una breve labor con el capote y apenas señalado por el varilarguero con la esperanza de que tuviera más juego, pero fue similar a sus hermanos, aunque con más movilidad, lo que aprovechó al máximo para hacerle buenos muletazos por ambos lados, con temple, girando bien la muñeca y sin perder la verticalidad que lo distingue. Valeroso, le pisó los terrenos, aguantándole, y logró hacerle una faena riñonuda. Dejó una estocada completa en buen sitio. Cortó la única oreja de la tarde, que lo convirtió en el triunfador de la corrida.
Luis David Adame (de rosa y oro), tuvo en suerte a “Nenito”, No. 22, de 540 Kg., un astado cárdeno, meano, comodito de cuerna, al que toreó por chicuelinas ceñidas y una alicantina con el capote. Recargó con fuerza en el caballo. Brinda al respetable. Al quite, por chicuelinas. Con la muleta, el matador mostró valor y voluntad, pero el de Los Encinos se apencó y sólo dio medias embestidas. Despachó con una estocada defectuosa, caída. Silencio.
Cerró plaza con el séptimo y último toro de la tarde, “Pegajoso”, No. 10, de 528 Kg., el que tuvo más transmisión y bravura de la tarde, un cárdeno, nevado, bragado corrido, sobaquero, caribello y acucharado, que tuvo una buena salida y remató con fuerza en el burladero. Adame lo llevó a los caballos, en donde le fue tapada la salida mientras embestía con fuerza. Al quite, Adame alternó saltilleras con una caleserina muy bien ejecutadas. Gustavo Campos saludó al tercio por su labor con las banderillas. El torero de Aguascalientes citó de largo y lo recibió con un pase por la espalda que hizo vibrar al respetable; continuó en los medios toreándolo muy bien, sobre todo por naturales, aprovechando al máximo a este astado que embistió con calidad y fue toreado por ambos lados. Adame le alargó el brazo para realizar una faena de poder, en la que expuso mucho con afán de agradar. Despachó a “Pegajoso” al segundo viaje, por lo que no le fue concedida la oreja, pese a la petición mayoritaria del público.
