Zacatecas está estancado en el bajo crecimiento económico. Cada nuevo gobierno promete que creará más riqueza que se distribuya en la población y, al final de su periodo los resultados son los mismos: una vida económica inercial. Los gobiernos hacen poca diferencia. ¿Por qué Zacateas se mantiene en la mediocridad económica? Para reflexionar sobre esa pregunta, necesitamos revisar por qué crece la riqueza en general y observar por qué en la entidad no ocurre.
Las ideas clásicas del crecimiento económico dicen que el motor de la mayor riqueza que, además, produce mejor estado e bienestar es el comercio: si un país se especializa en pocos productos donde tiene ventajas especiales para hacerlo y luego intercambia con otros lo que ellos hacen de la misma forma, resultaría que al especializarse en un producto se convierte en muy productivo (más producto en menos tiempo y con menos inversión), lo que baja sus precios y adquiere competitividad; y si a los otros países hacen lo mismo, el intercambio hace que tengan altos ingresos y, al mismo tiempo, puedan comprar barato una alta diversidad de productos, con lo cual tendrán más bienestar. Así las cosas, el secreto estaría en observar en qué cosas podríamos especializar al estado y generar una estrategia de intercambio conveniente con los vecinos o el extranjero. Si esto fuera cierto, Zacatecas tendría que hacer dos cosas: encontrar los productos de su especialización e insertarse en mercados convenientes.
Sin embargo, lo que ocurre es que esta idea se viene abajo cuando descubrimos que el comercio entre los países es desigual, y unos producen materias primas y otros producen bienes de capital, y el intercambio desigual produce dependencia que hunde en la pobreza a los primeros. Y observamos que Zacatecas está atrapada en producir para intercambio desigual: algunos frutales, minería extractiva y frijol con poca agregación de valor. Así las cosas, pasamos a creer que el secreto está en la productividad de cosas esenciales (objetos de necesario consumo). ¿Y cuál es el secreto de la productividad? Pues son varios ingredientes: créditos de bajo costo, acceso de materia prima, transporte efectivo y una fuerte inyección de conocimiento. Y en esos cuatro factores los gobiernos pueden hacer mucho: políticas monetarias de pleno empleo, localización estratégica (Zacatecas lo está), vías de comunicación fluidas y seguras, y una estrategia para producir o adaptar patentes con personal que sepa cómo hacerlo. Y una cosa esencial: medir los mercados que son el objetivo: no es lo mismo el mercado interno que el externo.
Se observa complejo el objetivo de generar más riqueza con distribución. Zacatecas tiene todo para hacerlo. Se requiere dejar de repetir como loros mantras tontos: “más inversión extranjera” que terminan usándonos de maquiladora y, claro está, nos hunden más en la pobreza. La inversión por sí misma no genera mayor riqueza con bienestar en un pueblo. Hay formas de la inversión que expolian territorios. Se necesita un verdadero plan económico pensado como sistema y pensado como Estado. En Zacatecas se puede y tiene todos los requisitos para hacerlo, pero debemos contar con gobernantes que tengan un genuino interés en ello y un equipo de economistas expertos en desarrollo humano.
