Con tiempos duros, difíciles, porque no todos tienen esa capacidad de organizar, de coordinar o dirigir una campaña, hay quienes lo hacen o aceptaron entrarle porque saben que de cualquier manera hay dinero y de ese, algo les puede quedar, aunque lo fundamental les valga sorbete. Si el candidato trae equipo, podrá obtener buenos resultados y si no, ya le tocó bailar con la más fea, así que en todos y cada uno de los partidos políticos, aquellos que tienen esa responsabilidad tendrán que cumplirla a cabalidad, aunque de todos es sabido que hay quienes no tienen la menor idea de cómo o de qué manera se debe de trabajar con estructura o sin ella.
En el Distrito 2, conformado por municipios considerados importantes por las condiciones de suelo, de su producción y de su gente, la que vive aquí y la que radica en los estados americanos, la lucha por conseguir esa candidatura se siente muy cerrada. Antonio Mejía Haro, de la coalición PRD-PT, tiene a su favor varios factores, destacables: el haber sido ya diputado federal y senador, además de haber sido director de la escuela de medicina veterinaria y zootecnia y secretario de Desarrollo Agropecuario, lo anterior le da al tigre Toño un plus que lo catapulta a los primeros planos, lo mismo que a Pepe Pasteles, (creo que se apellida Viramontes, mejor conocido por ese mote de pasteles), ya que el papel que ha hecho como alcalde del primer pueblo mágico zacatecano, lo ubica también en las preferencias de los votantes y justo es señalarlo, ni Pepe ni Toño traen un equipazo que digamos ¡qué bárbaros, qué brutos!
En contraparte, el sentir de los habitantes de la mayoría de los 27 municipios que conforman este distrito (el dos), tienen en su memoria la derrota que sufrió el Profe Pancho hace ya algunos años. Todo indicaba que el triunfo se lo llevaría Escobedo Villegas y de haber sido así, se perfilaba hacia la gubernatura del estado, lo que no se dio porque aquél ganadero y comerciante de Nochistlán, de nombre Ramón y de apellido Jiménez le quitó el triunfo a última hora, una derrota que la lleva a cuestas y que a ella se le une la indiferencia del actual diputado federal, ex presidente del Partido Revolucionario Institucional, Julio César Flemate, a quien desde Apulco y hasta Valparaíso, lo recuerdan, solamente lo recuerdan en sus días de campaña, en esos días de comelitones, de birria y arroz con frijoles.
Julio y esa indiferencia le pesan al Profe Pancho y aunque tiene muchas ganas de alcanzar la victoria, el panorama no es tan sencillo porque ahí mismo en su equipo de campaña, hay sujetos que no le ayudan, más bien le hacen daño y si en estos diez días siguientes no se corrige el rumbo y se aplican estrategias más duras, para el día 7 de junio, Día de la Libertad de Prensa, en los diarios y noticieros radiofónicos y televisivos, en las tantas y tantas páginas de Internet que copian y pegan, los nombres de los triunfadores no coincidirán con esos que ahora se manejan como posibles triunfadores. En este tipo de asuntos, de política y de campañas, la serenidad, la humildad y la verdad, son factores que deben de aplicarse para lograr convencer a quienes han sido engañados una y otra y otra vez.
Los discursos de los candidatos, de todos, están viruleados porque hablan de todo y de nada. Que el campo está en el abandono y que cuando lleguen a San Lázaro, conseguirán los recursos necesarios para que ya no haya más pobreza, para que el hambre se vaya por arte de magia. Que la educación está por los suelos y no hay un salvador que le corrija la plana a Marco Vinicio Flores, hombre que se ha mantenido en esa secretaría porque tal vez tenga un buen padrino que lo cuida y lo defiende, son cosas que pasan, son tiempos de pensar y repensar en quién y por quién votar.
Así las cosas, el Instituto Nacional electoral se enfrenta también a situaciones un tanto complejas cuando no admite entrar al juego de nunca acabar a Cuauhtémoc Espinosa Jaime, aspirante a candidato independiente y que después de sortear uno y mil problemas, le endilgan otro que también ya lo salvó. Habrá que esperar unos días, pero el asunto es que el tiempo pasa, el tiempo se va y la campaña no espera. En el Distrito 1, el ungido por la coalición del Partido Verde, criticado por sus tantas fechorías recientes, Benjamín Medrano Quezada, no tiene en el campo el peso político que tienen Saúl Monreal y Espinosa Jaime. Allá en ese distrito, conformado por ocho municipios, quienes llevan las de ganar son precisamente estos dos últimos, ¡claro! Si la autoridá deja jugar el sempiterno dirigente de las colonias agropecuarias.
No es fácil, la moneda está en el aire, dice un funcionario del actual gobierno y también dice que la luz al final del túnel aún no se ve, habrá que esperar a que pasen los primeros días, el primer mes de campaña para que el pueblo vea por quien sí o por quien no votar. Y repito una vez más, si no hay corrección en el rumbo, si no se aprietan las cuerdas desde ahora, la riata se va a reventar y eso, eso va a costar mucho para aquellos que quieren seguir en el poder.
Ya me voy, un saludo a José Narro Céspedes, que alcanzó a colarse en la contienda.
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega. ■
