Berna. El Museo de Bellas Artes de Berna necesita evaluar las cuestiones legales y la calidad artística de la polémica colección heredada tras la muerte de Cornelius Gurlitt antes de decidir si la acepta, declaró hoy el director del centro.
Gurlitt falleció el pasado martes a los 81 años, después de protagonizar una de las noticias artísticas de 2013 por el hallazgo, en su casa, de una valiosa colección de obras de Picasso, Matisse o Klee, entre otros. Al parecer, algunos de los mil 400 lienzos habrían sido expropiados ilegalmente durante el régimen nazi.
Si el museo acepta el testamento de Gurlitt y suma los cuadros a su colección, devolverá antes las obras que correspondan a sus legítimos dueños, dijo a dpa Matthias Frehner, director del centro.
«En esos casos debe haber una restitución», añadió.
Pero de momento «necesitamos evaluar detalladamente cuántas obras son clásicos modernos importantes», añadió Frehner. La colección está valorada en alrededor de mil millones de euros (mil 400 millones de dólares).
Mientras tanto, la autopsia reveló que Gurlitt falleció por causas naturales, señalaron las autoridades alemanas. El anciano sufría un trastorno crónico del corazón y fue sometido en enero a una operación cardíaca.
