■ En Zacatecas, el promedio en la edad de inicio es alrededor de 15 años, informa Codice
■ Busca organización se prohíba de manera expresa fumar en lugares públicos cerrados
No obstante que no se permiten ya campañas publicitarias ni eventos en que aparezcan las marcas de las empresas tabacaleras y que aun en la cajetillas se exhiben imágenes que aluden al peligro y efectos a la salud, cada vez más, y cada vez a edades más tempranas, los niños e importantemente las niñas de México, se involucran en el consumo de tabaco, cuyo promedio en la edad de inicio se encuentra en Zacatecas en alrededor de los 15 años de edad, y que expone una tendencia que decrece en edad y aumenta en cantidad.
En el país, “entre los adultos fuma una mujer por cada cuatro hombres, pero entre los adolescentes de 13 a 15 años la proporción es casi de uno a uno”. E incluso en algunas ciudades como Puebla, las adolescentes en este rango de edad están fumando más que sus pares hombres.
En esa entidad, 32 por ciento de ellas fuma, contra el veintitantos por ciento de ellos, según informe divulgado en Zacatecas la semana pasada por las organizaciones Comunicación, Diálogo y Conciencia SC (Codice) y el Observatorio Ciudadano de Agenda de Género AC.
En este momento según la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2011, 12.3 por ciento de los niños y jóvenes, de entre 12 a 17 años fuman, y 44.6 por ciento de los que se encuentran entre los 13 y 15 años están expuestos al humo de tabaco ajeno. La estadística arroja también que 27.5 por ciento de los que nunca han fumado son susceptibles a su exposición.
Así, la suma del peligro al consumo directo o indirecto de sustancias tóxicas como la nicotina -más adictiva que la cocaína o la heroína-, el benceno y tolueno, entre otras que contiene el humo de tabaco, alcanzaría a 84.4 por ciento de los menores del país en estos rangos de edad, al momento en que se les ha considerado sujetos de derecho y por tanto exigentes a plenitud del cumplimiento al artículo 4 constitucional que refiere su correspondiente a la salud, según la nueva Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Estas consideraciones fueron motivo de una entrevista con representantes nacionales y locales de Codice SC, organización de la sociedad civil que la semana pasada desde la 61 Legislatura del estado convocó a los diputados federales por Zacatecas a sumarse al empeño de que el consumo de tabaco –que implica cada año al país costos directos e indirectos por el orden de los 75 mil millones de pesos para atención a afecciones de salud- no sea visto socialmente con normalidad, apoyando la modificación al artículo 27 de la Ley General de Control de Tabaco.
Las preguntas se centraron en conocer desde la experiencia de Codice, cuáles son las formas por las que el consumo de esta droga legal se está incrementando entre los niños mexicanos en el contexto de un debate nacional por la legalización de la mariguana, y siendo que existen para el caso del tabaco buenas leyes, consideradas aun ejemplares, como la zacatecana de 2012, que no obstante no han logrado detener el avance en el incremento de fumadores activos y pasivos menores de 18 años, que además también informaron para este caso, supone el aumento en 8 veces de su probabilidad para convertirse en consumidores de “una droga más dura”.
Si se ha prohibido el consumo de tabaco en lugares cerrados, o abiertos y que concentren multitudes, por lo menos en Zacatecas desde 2012, ¿Es entonces en el ámbito del hogar donde los niños están siendo expuestos al humo y son enseñados a ver con normalidad el fumar transmitiendo así esta cultura?, ¿cómo es que consiguen los menores acceder a esta droga que por mandato legal no se les puede vender en los expendios que la distribuyen?, ¿es posible que en este momento en que se construye en Zacatecas un sistema de protección a la infancia derivado de las modificaciones a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se considere la exposición al humo una variante de violencia intrafamiliar?
Aunque sobre esto último José Luis Llanes Lagunes, consultor nacional de Codice, dijo “sería ideal”, reiteró en la conversación que “es muy complicado plantearnos una normativa interna en el hogar”, y aún es raro. Refirió para este caso sólo el ejemplo de Pueblo en Colorado, Estados Unidos, donde no se permite fumar en el interior de las casas.
Ya que se deja a la responsabilidad individual el ejercicio de la libertad del consumo dentro de los hogares, Codice ha insistido en que desde el Estado se realice una política de prevención mediante campañas de información de sus daños a la salud y el acompañamiento en el proceso de cesación de quienes quieren superar su adicción, ambos, en que deben involucrarse las autoridades de Salud, dijo.
“Tendríamos que plantearnos una política de difusión, de educación y de una nueva cultura que establezca que el fumar no es algo normal, que el fumar no forma parte de la cotidianidad. En esta medida vamos a ver algunos avances”.
Sin embargo acotó Isabel Jiménez Maldonado, representante de Codice en Zacatecas, quien trajo a colación las campañas que dirigidas a los menores han tenido éxito en regular la conducta de los adultos como Ponte el cinturón y Amanda ciérrale, que algunos todavía recuerdan, pudiéndose enfocar el derecho de los niños a vivir en un ambiente sano en su casa, que en Zacatecas no se ha logrado que la ahora Secretaría de Salud aplique los recursos que se le etiquetan para este efecto.
De esta manera no se insertan en medios de comunicación impresos o electrónicos, o se colocan en lugares públicos de manera reiterada y constante, mensajes que desalienten el consumo de tabaco o informen sobre sus efectos, sobre todo para el caso de los menores.
“En Zacatecas no se ha logrado que se ponga un peso para esa situación, no hemos visto nada absolutamente” apuntó, aun cuando se tiene un recurso previsto para ello, mismo que derivado de las investigaciones de Codice, informó, se destina apenas a la realización cada año antes del Día Mundial Sin Tabaco, de un evento de ajedrez.
“Zacatecas no tiene dinero, no le llega a los Servicios de Salud, no ha cumplido. Hicimos un monitoreo de fiscalización pero a veces esta imposibilidad de entrar en los presupuestos” no ha permitido saber cuánto dinero se destina para la prevención. “Y entonces fuimos con el director de la Secretaría de Salud a ver en qué se está invirtiendo eso, ah pues en el ajedrez, en esto y lo otro…te inventan una de cosas”.
Codice también ha denunciado el desapego que se mantiene en los centros de reunión pública respecto a la Ley para la Protección contra la Exposición al Humo de Tabaco y la falta de sanciones.
Llanes Lagunes agregó respecto a las formas con las que la propia industria tabacalera busca incidir en la población menor de edad, que desde 1936 sabe perfectamente que la nicotina es, además de tóxica, altamente adictiva, por lo que generó campañas publicitarias para “que los jóvenes asumieran como propias” algunas de sus marcas.
Esto ocurre actualmente mediante sistemas de penetración subliminal. El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dijo, “ha hecho un análisis de la publicidad cerca de las escuelas” en lugares que aunque no se encuentran dentro de los planteles sí permiten que los niños los observen.
Otro recurso es poner dispensadores de cigarros junto a los respectivos de dulces o juguetes en centros comerciales, “entonces hace ver normal la cajetilla cerca del dulce y eso va haciendo que los niños vayan incorporándose a esto”.
Reiteró el dato que involucra una mayor incidencia en el consumo de drogas más duras cuando los niños y niñas se introducen antes de los 18 años en el correspondiente del tabaco, justo porque el cerebro a esta edad no ha terminado su maduración.
El proceso que culmina desde las zonas internas hacia las externas y desde atrás hacia adelante para culminar en los lóbulos frontales, justo donde se controlan la impulsividad de la conducta, termina hasta los 21 o 22 años de edad, así lo han expuesto entre otros, Rafael Camacho Solís, director del Instituto de Atención y Prevención de Adicciones en el Distrito Federal.
Por todo ello, Codice desde 2007 ha impulsado el desarrollo de políticas públicas para el control del tabaco, la más reciente que busca el compromiso de los diputados federales, incluidos los 10 que representan a la población de Zacatecas, para que se modifique el artículo 27 de la Ley General de Control de Tabaco, a fin que prohíba de manera expresa el consumo en lugares públicos cerrados.
Esto implica reducir la normalización del consumo de esta droga legal, que no obstante no puede evitarse ocurra en el propio lugar donde habitan los menores.
Al erario público, en esta nación con 60 millones de pobres que no se encuentra entre las 16 de 33 latinoamericanas 100 por ciento libres de humo de tabaco, le cuesta cada año 75 mil millones de pesos, “nada más en atender la emergencia, el momento crítico” producido por afecciones ocasionadas por el humo de tabaco; las secuelas de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva (EPOC), cánceres o derrames cerebrales, y que pueden culminar con la muerte del consumidor, lo erogan las familias.
