■ Es instrucción de OCDE para continuar con el proceso de privatización, afirma Domingo Cervantes
■ Un problema evidente es el “abaratamiento” del título universitario, sólo para cumplir exigencias
Domingo Cervantes Barragán, docente de la Unidad Académica de Docencia Superior de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), advirtió que las universidades y la educación superior son el próximo objetivo de la Reforma Educativa, por instrucción de Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) para continuar con el proceso de privatización.
Señaló que la Reforma Educativa que se pretende imponer en este momento no contempla un modelo educativo o pedagógico diferente, sino que busca ejercer el control del magisterio e instaurar sin obstáculos diversos mecanismos para privatizar el sector y favorecer grupos empresariales.
Incluso, dijo que durante varios años se han implementado, de manera paulatina, políticas orientadas a la privatización de la educación superior, pero su concreción es el objetivo a mediano plazo.
Entre esas medidas y políticas, está relegar la carga presupuestaria a los estudiantes a través de las cuotas de todo tipo y cooperaciones. Es decir, la responsabilidad de la educación básica, media superior y superior se traslada hacia los estudiantes y los padres de familia, sin que el Estado busque estrategias para garantizar la gratuidad.
Otro elemento mediante el cual avanza la privatización, comentó Cervantes Barragán, es disponer la estructura y mecánica académica, pedagógica, didáctica y administrativa de las instituciones, al servicio de la iniciativa privada, es decir, “de lo que digan los empleadores”.
El problema en ese sentido, dijo, es que el inversionista no está acostumbrado a tomar responsabilidad en la orientación de la educación y por lo tanto no suscribe una responsabilidad para definir nuevos perfiles de egreso, nuevos conocimientos o nuevas habilidades. Es decir, “es un diálogo de sordos”.
Otro problema evidente en el proceso de privatización es el “abaratamiento” del título universitario, pues en los últimos años han implementado mecanismos sencillos solamente para cumplir con exigencias de órganos externos como los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (Ciees) y la misma Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies).
Eso significa que las exigencias académicas en cada institución, no son propias de las universidades públicas, sino de la iniciativa de esos organismos que supeditan la disciplina académica al cumplimiento de exigencias para condicionar recursos económicos, lo que significa mercantilizar la educación o ofrecerla al mejor postor.
Cervantes Barragán expuso que parte de ese proceso es la evaluación de que son objeto los programas de la UAZ, porque de no hacerlo la institución no alcanzaría los indicadores de “calidad” suficientes para acceder a recursos.
