■ Kutzi Hernández aborda la labor periodística del escritor en la revista Vuelta de1978 a 1983
■ La ponencia fue parte del primer Coloquio Nacional de Literatura Mexicana, inaugurado ayer
“Con todo y su apoyo expreso a Scherer, Ibargüengoitia demostraría un par de años más tarde que su percepción del episodio referido, era totalmente opuesta a la que nos ofrecen la mayoría de los intelectuales de su época, lo que le costó que más de uno lo confrontara públicamente”, dijo la periodista Kutzi Hernández en su ponencia Miserias del periodismo: roces entre Jorge Ibargüengoitia y un grupo de intelectuales, a propósito de Julio Scherer.
El texto se insertó en la mesa Literatura y Movimientos Sociales en el Siglo 20, del primer Coloquio Nacional de Literatura Mexicana, inaugurado este miércoles, y es producto de una investigación acerca de la participación periodística del autor de Los Pasos de López en la revista Vuelta entre 1978 a 1983.
Kutzi Hernández recuperó la visión de Ibargüengoitia, que con motivo de la aparición de la novela Los periodistas de Vicente Leñero, ofreció en el número 21 de la revista fundada por Octavio Paz, aparecido en 1978, sobre la figura de Julio Scherer y el episodio que durante el régimen de Luis Echeverría provocó su salida y la de un destacado grupo de intelectuales del periódico Excélsior.
Esta lectura, cuestiona el carácter de paladín de la libertad de expresión y del periodismo crítico de Scherer y expone a Jorge Ibargüengoitia como la única voz disidente, de entre los actores de ese momento, considerado fundacional de una siguiente época periodística en México, de la que surgieron publicaciones como Uno más uno, Proceso y Vuelta.
Jorge Ibargüengoitia, habría señalado en su artículo titulado Los periodistas, referido a la novela de Leñero, el que “los personajes y las situaciones narradas no son ficticias” y la sitúa como “un cuadro de costumbres político-periodístico-mexicanas en tiempos de Echeverría”.
Agregó una lista de errores presuntamente cometidos por Julio Scherer, entre los que señala, haberle encomendado a Samuel del Villar la administración de unos terrenos propiedad de la cooperativa de Excélsior ubicados en Taxqueña, cuya discordia habría sido el motivo real detrás de su debacle.
“Con todo y que Ibargüengoitia pudo ser ingenuo, considero que es relevante su punto de vista puesto que es el único que data de aquella época que se atreve a señalar los errores en que habría incurrido Julio Scherer, a diferencia de otros intelectuales y periodistas que han abordado el tema y que han puesto al ex director de Excélsior en una especie de nido acrítico”, dijo la periodista.
Refirió que en libro de Scherer, Estos años, se evidencia la cercanía de éste con los presidentes en turno. Agrega citas a Marco Levario, quien documenta las notas aparecidas en Excélsior durante los mandatos de Gustavo Díaz Ordaz y Echeverría Álvarez, y en las que dice, se mantiene un tono “salamero”, aun en las posteriores a la Matanza del 2 de octubre de 1968.
Señaló también que aunque Excélsior fue importante por ser el diario más leído en esa época, pudo haber sido el manejo informativo de Scherer, “no tan combativo como lo sostienen sus apologistas y más bien fueron sus colaboradores quienes brindaron una visión que posicionó al periódico como un medio crítico, más que la línea editorial dictada por su director”.
