■ “La mayoría de los choferes ni siquiera sabe el concepto de lo que es conducir”, opinan
■ Modernización de las unidades ha sido una promesa recurrente a través de los años
El aumento al pasaje de un peso, lo que ha provocado inconformidad en algunos ciudadanos, no se ha visto reflejado en una mejoría en la calidad del servicio del transporte público. Entre otras cosas, por ejemplo, la mayoría de las unidades no cuenta con rampas para atender a personas con discapacidad.
En un ejercicio realizado por La Jornada Zacatecas en el que se observó durante una hora el tránsito de camiones en la parada de la Plaza Bicentenario, una de las más concurridas de la zona conurbada, se advirtió que sólo 11 por ciento de los 65 camiones que pasaron eran nuevos, pese a que la modernización del transporte público ha sido una promesa recurrente a través de los años.
Descontento entre usuarios, generalizado
Los usuarios con los que se conversó coincidieron en que no ha habido mejoría en las unidades. En contraste, los aumentos continúan y esto impacta en la economía de las familias zacatecanas, pues el transporte público es usado por estudiantes, amas de casa, obreros, en suma, los sectores poblacionales más vulnerables.
El joven Alexis utiliza el camión para acudir a los ensayos que agenda como músico. Como estudiante, sus ingresos son pocos, aunque trabaja y con ello se ayuda para pagar sus gastos.
Tiene que tomar, en ocasiones, hasta cuatro camiones en un día. Esto significa un gasto diario de 30 pesos que, si se suma en una semana, son 210 pesos en transporte público para cumplir con sus deberes.
“Siendo honestos el aumento del camión es desagradable, ya que el servicio es pésimo tanto en los camiones como de algunos de sus choferes; muchos camiones son viejos, ni asientos adecuados tienen”, dice.
Agrega que “la mayoría de sus choferes ni siquiera saben el concepto de lo que es conducir y ni siquiera se imaginan la gran responsabilidad que tienen al estar manejando con tantos pasajeros. Otro punto, hay varios choferes que son menores de edad y manejan a lo idiota”.
El señor Martín López utiliza bastón por una enfermedad que padece y tiene que usar el transporte público para acudir a sus citas médicas. Comparte que, cada que lo hace, es un “viacrucis”.
“Para empezar, no todos tienen rampa y, en los que tienen, el chofer no se ofrece a usarla; será porque no me ve en silla de ruedas, pero tengo que hacer un esfuerzo para subir y bajar, me tardo y a veces eso enoja al chofer. Suben el pasaje, pero los camiones siguen ‘amolados’ y no consideran a la gente que no podemos caminar bien ni a los que estamos viejos”, dice Martín.
Mismos pretextos, mismas deficiencias
En el año 2010, tras un aumento a la tarifa del transporte público, el precio del pasaje alcanzó los 4.50 pesos. Un año después, el costo de este servicio volvió a incrementarse. En esa ocasión el aumento fue igual al de este año, de un peso, por lo que utilizar el camión comenzó a costar 5.50 pesos.
Esa última modificación de los precios se realizó bajo el pretexto de implementar un proyecto de renovación del parque vehicular, en el que se comprarían nuevas unidades ya con servicios para personas con discapacidad como el equipamiento de las rampas.
Pasaron dos años, hasta 2014, cuando la tarifa de los autobuses urbanos de Zacatecas, Guadalupe y también Fresnillo nuevamente aumentó, colocándose en 6.50 pesos.
Esta tarifa se mantuvo hasta este sábado, 4 de marzo de 2017, cuando nuevamente volvió a incrementarse el precio en un 15 por ciento, es decir, pasó de 6.50 a 7.50 pesos.
En este caso, el argumento de los concesionarios no fue la renovación del parque vehicular, sino los aumentos que desde el primero de enero de este año ha habido en los combustibles.
La ausencia casi total de renovación en las unidades del transporte público no es el único incumplimiento que se ha dado en esta materia. Otro de los proyectos truncos al respecto es el de las pantallas que empezaron a instalarse en algunos paraderos de camiones y en las que se iba a poder ver la información sobre las rutas y los tiempos de espera.
Hoy, esta tecnología brilla por su ausencia, pues nunca fue concretada por las autoridades gubernamentales ni por los concesionarios.
Se solicitó una entrevista en la Dirección de Transporte, Tránsito y Vialidad del Estado para obtener información sobre el incumplimiento que se ha registrado en cuanto a la modernización de los camiones urbanos y de sus diferentes rutas, así como acerca de los estudios que la actual administración pretendía realizar para reordenar el sistema de transporte público. Las autoridades de la dependencia informaron que será hasta este martes cuando se proporcionen los datos solicitados.
