■ En la capital la asociación TEAZ se sumó a jornada de concientización mediante marcha
■ El interés de la organización es que la sociedad zacatecana se sensibilice y muestre tolerante
“Uno de cada 160 menores tiene un trastorno del espectro autista (TEA) en el mundo y en la mayoría de los casos se manifiesta antes de los cinco años de edad”, expone la página de ONU México para informar acerca del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, que se conmemoró ayer 2 de abril.
En la capital del estado la asociación Trabajando la Esperanza para el Autismo en Zacatecas se sumó a esta jornada mediante una marcha que partió desde el Caballito de González Ortega hasta la Plazuela Goitia donde mediante trípticos, cartulinas y con el apoyo del grupo musical La Vieja Guardia, se informó a las personas sobre los trastornos del espectro autista.
Ana Lilia Sosa Mendoza, presidenta de la organización que integra en este momento a 60 familias, algunas de las cuales comentó, cuentan hasta con dos miembros con estos trastornos neurobiológicos, informó en entrevista previa con este medio que su interés es que la sociedad zacatecana se sensibilice y muestre tolerante ante el autismo.
“Porque hay momentos en que si les molestó algo entran como en un ataque de ansiedad que se manifiesta como un tipo de berrinche, o a lo mejor gritando agresivos, pero es porque algo les molesta en ese ambiente”.
Compartió que “como papás sí nos sentimos mal cuando nos voltean a ver feo pensando que a lo mejor nuestro hijo es un niño maleducado”.
Esto estresa tanto a los padres de familia como a los propios niños y jóvenes autistas, dijo, que en realidad manifiestan una hipersensibilidad a estímulos externos que incluyen las reacciones de las personas hacia su comportamiento.
Expuso que los padres de familia comienzan a detectar que puede existir en sus hijos un trastorno del espectro autista desde los 18 meses de edad aproximadamente.
En ese momento presentan trastornos del lenguaje, “algunos no hablan, otros muy poco o dejan de hacerlo a esa edad, o si ya decían algunas palabras” ya no sucede.
“Son muy sensibles a los sonidos, luces, texturas, la ropa a veces no la aguantan, se quitan mucho los zapatos, tienen movimientos repetitivos como el aleteo de las manos o brincan, caminan de puntitas, se balancean. Se les habla y parece que no oyen y tiene problemas de socialización, por ello se aíslan mucho”.
Su forma de jugar “no es simbólica, a lo mejor ellos juegan clasificando por colores o tamaños, un carrito no lo usan como normalmente lo usa un niño, a lo mejor les gusta nada más estar viendo las llantas girar o las hélices de un helicóptero, eso es lo que les llama mucho la atención”.
Observó que los padres de familia al percibir este tipo de manifestaciones en su comportamiento pueden sentirse angustiados en un principio y durante su desarrollo “estamos en un estrés constante sobre cómo reaccionarán”.
Por eso enfatizó, “si vemos gente alrededor tolerante y hasta cooperativa en el sentido de ofrecer ayuda o mostrar interés de informarse sobre lo que le pasa a los niños, a nosotros como papás sí se nos haría más fácil”.
Invitó a la sociedad a que les apoye y concretamente dirigiéndose a los maestros de escuela pidió “que se abran un poquito a querer conocer a nuestros niños”, pues dijo, “muchos no están dispuestos a ayudarlos y eso nos dificulta mucho su inclusión en el sistema educativo”.
El Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, consideró Sosa Mendoza, es un medio para que muchas familias que tal vez no saben que sus hijos tienen alguno de estos trastornos se enteren y reciban soporte de otras familias en misma situación que ya tienen experiencia sobre el tema.
En Trabajando la Esperanza para el Autismo en Zacatecas se encargan de canalizarlos con las personas indicadas para hacer un diagnóstico: pediatras, neurólogos, pediatras y psicólogos capacitados para ello.
Destacó el tema porque permite que desde edades tempranas puedan recibir las terapias adecuadas que les ayuden a tener una mejor calidad de vida.
Ana Lilia es madre de un joven de 16 años, en este momento el mayor de todos quienes integran la organización con este trastorno y que ha servido de ejemplo acerca de los resultados positivos de las terapias.
“Porque a él le va muy bien en la escuela, habla perfecto, socializa, le gusta mucho tener amigos; entonces varios papás ven a Emiliano muy adelantado”. Algo que se consigue con mucho trabajo y siempre con mejores resultados si se atienen estos casos a la edad más temprana posible, agregó.
