■ “Todo queda a capricho de las autoridades”, según experto
Si no hay un plan de manejo del Centro Histórico de Zacatecas, espacio donde se inscribe tanto la Alameda Trinidad García de la Cadena y la Plaza de Armas, “todo queda a capricho de las autoridades”, dijo Jesús Zúñiga Teniente, licenciado en Desarrollo Cultural por la Universidad Autónoma de Zacatecas.
La intervención de esta última, anunciada esta semana, revivió la polémica sobre las obras que se realizan en las 208 hectáreas presuntamente protegidas por considerarse patrimonio cultural de la humanidad, y se inscribe nuevamente sin este ordenamiento en un asunto de “gustos” que divide a la sociedad, expuso.
El problema, abundó Zúñiga Teniente, cumple ya alrededor de 20 años en tanto que desde 1993 en que el Centro Histórico de Zacatecas fue incluido en la lista de patrimonio mundial por la Unesco, no se ha generado este plan de manejo, pero tampoco se ha propuesto luego de la fundación de la Asociación Nacional de Ciudades Mexicanas de Patrimonio Mundial, que se remite a fecha poco posterior.
La ausencia del ordenamiento implica el que las intervenciones y gestión del Centro Histórico de Zacatecas y otros sitios Patrimonio Mundial del Estado, sean discrecionales y arbitrarios, mismos que denotan cada vez más, visos “de imposición y autoritarismo” en los proyectos.
De esta manera las autoridades municipales, estatales y federales violan de manera flagrante y constante la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural firmada por México, misma que se inscribe en el Derecho mexicano a nivel de rango constitucional, por lo que las leyes generales, federales e inferiores, quedan por debajo de sus disposiciones.
Tanto para el caso de la Alameda Trinidad García de la Cadena como para la Plaza de Armas y el Jardín Juárez de Guadalupe, debe atenderse a los criterios 2 y 4 de la Convención, más sus disposiciones acerca del valor universal excepcional y autenticidad de los sitios, dijo.
“Planchas”, cultura actual de intervención de sitios patrimonio
Como una muestra de la violación que se hace de estos términos, expuso el investigador, en este momento “la cultura de intervención son las planchas”. Así, ya se construyó una en el municipio Guadalupe en el Jardín Juárez, antes otra en la Plaza Miguel Auza de la capital del estado y actualmente se realiza una en la Alameda Trinidad García de la Cadena.
La política de intervención con “planchas” continuará como se anunció el martes de la semana pasada por la Sinfra y la Junta de Monumentos Coloniales, con la de Plaza de Armas.
La mayoría de las obras realizadas de manera reiterada con pórfido, piedra volcánica, incluyen fuentes secas, y se repiten en los denominados Pueblos Mágicos, mismos a los que para obtener esta designación la Secturz solicita a sus comités, elaboren un documente donde destaquen la magia de ese pueblo en particular y los elementos de integridad y autenticidad del mismo. En los hechos “se está homogenizando lo que es diferente”, dijo.
En respuesta a por qué las autoridades de distintos órdenes desacatan la ley en la materia y desoyen a la ciudadanía, contestó, “yo pienso que lo que está detrás de este tipo de intervenciones es una cuestión económica de los grupos de élite de Zacatecas y del país”.
Citó del recientemente presentado libro de la investigadora de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la UAZ, Margarita González Hernández, Circo sin pan, “explica claramente que el turismo no da para más”, pero también que los proyectos de intervención que proponen hoy las autoridades están rebasados.
Otros estados con sitios patrimonio mundial los gestionan diferente y no han tenido que expulsar a la población de sus centros históricos. El asunto es similar dijo, a la reformas estructurales, cuando México desnacionaliza su petróleo y otros bienes nacionales, otros países lo están recuperando.
Lo que hoy se expresa en diferentes áreas de la vida nacional, expuso, “es un liberalismo tardío que no nos beneficia”.
Añadió, en los proyectos turísticos para Zacatecas hay un problema de “noción”. El centro histórico de la capital del estado guarda una serie de relaciones históricas y culturales con otros similares en México y el mundo.
Fue la riqueza de las minas de Zacatecas la que generó un proceso denominado “expansión zacatecana o expansión norteña” que llegó hasta Nuevo México a través del Camino Real de Tierra Adentro.
De esta expansión derivaron las fundaciones de San Luis Potosí y la Nueva Vizcaya, ésta última que corresponde a los actuales estados de Durango, Sinaloa, Sonora, Chihuahua y parte de Coahuila.
Con la riqueza que se generó en Zacatecas y gracias a un personaje de Pánuco es que la familia Zavala ejerció el poder durante 50 años en el Nuevo Gobierno de León y consolidó lo que ahora es el estado de Nuevo León, “gastándose toda la fortuna que generó la familia Zavala”.
Apuntó entonces, que los criterios discrecionales, que dejaron fuera del itinerario del Camino Real de Tierra Adentro a Pánuco y mediante los que hoy se realizan intervenciones en los sitios patrimonio mundial del estado y los estandarizan, desaprovechan una serie de relaciones históricas de un estado puntero en México en la integración de sitios patrimonio.
