A 15 días de que se lo llevaran, padres de la víctima decidieron hacer público el caso
Cuestionan a autoridades “si hubiera sido el hijo del gobernador, ¿estaría todo tranquilo?”
Padres de Joaquín García Díaz, estudiante de décimo semestre de la Unidad Académica de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) denunciaron que, después de dos semanas del secuestro de su hijo, hay poco avance en la investigación que realizan las autoridades.
“El 30 de mayo se llevaron a mi hijo de mi domicilio, en el fraccionamiento Gonzalo García García (en la capital del estado). Llegan dos personas, tocan, mi hijo abre, ellas van armadas y lo avientan. Le dicen que les dé el dinero, se llevan lo poco que tenía y a él lo suben a un vehículo que lo estaban esperando en Tránsito Pesado”, expuso Joaquín García Soto.
Al llegar a su vivienda y ver el desorden, dijo que decidió acudir a las autoridades para interponer una denuncia y fue en ese momento cuando recibió una llamada que no pudo contestar y posteriormente cuatro mensajes de los secuestradores en los que le pidieron 500 mil pesos que debían ser entregados en el lago de La Zacatecana.
De acuerdo a su relato, se hizo un rastreo de la llamada y ésta se realizó desde un teléfono público en Pinos, pero desde ese momento ya no hubo comunicación y aún se desconoce el paradero de su hijo.
“Ya son 15 días, yo no estoy metido en un problema malo, mucho menos mi hijo que es estudiante. Yo me dedico sólo a trabajar y quiero que encuentren a mi hijo. Estamos desesperados, no comemos, no dormimos y les pido que me regresen a mi hijo”, agregó el padre de Joaquín.
Asimismo, relató que el día del secuestro la novia de su hijo pudo comunicarse con él, lo escuchó asustado y llorando y le describió el lugar en el que estaba encerrado, lo que hizo pensar a la Policía Ministerial que fue un autosecuestro.
María Victoria Díaz Herrera, madre del estudiante universitario de 23 años de edad, precisó que tienen confianza en las autoridades, pero ya pasó mucho tiempo y decidieron hacer público el caso, “para que lo boletinen, para ver si alguien lo ha visto por ahí”.
“Vivimos en una colonia irregular, está despoblado y no hay servicios ni drenaje ni luz ni agua, pero eso no interesa, lo que quiero es la vida de mi hijo y que no le hagan nada porque yo no ando metido en ningún problema ni él tampoco, es estudiante”, indicó García Soto.
Joaquín trabajó en un despacho contable hasta hace un mes, pero renunció porque se le acumularon las actividades y trabajos de fin de semestre y de su graduación que está próxima a realizarse.
“Si hubiera sido el hijo del gobernador, ¿estaría todo tranquilo, todo igual? Esto es algo desesperante y angustiante y no quiero que le pase a nadie, pero so guera el hijo de alguien importante, ¿sería igual?”, cuestionaron los padres.
