La Gualdra 283 / Arte
Una de las cosas que más disfruto como curadora es cuando tengo que hacer un proyecto que parcialmente debo de ir develando. Me ha ocurrido en varias ocasiones y tengo la oportunidad de conocer tanto a gente que resulta por demás interesante escuchar; como nuevos temas, objetos e historias.
Con el Dr. Luis Gómez Wulschner me sucedió así. Cuando me pidieron que hiciera la curaduría de una exposición de tarjetas postales comenzaron a emerger muchas ideas. Todo tenía que partir de una premisa y de un público meta, así que lo decidí: sería una exposición que recuperara la nostalgia por el uso de la tarjeta postal, sería didáctica y dirigida principalmente a los jóvenes; a todos aquéllos que no han tenido la fortuna de recibir una postal o una carta, que no conocen la sensación de encontrarla en el buzón y descubrir de quién es.
Pero regresando a mi primer acercamiento, la exposición tenía que hacerse con la obra de un coleccionista particular que vive en la Ciudad de México, así que fui a conocerlo. De la manera más amable y cálida me recibió en su casa y comenzó a platicarme porqué le había nacido esa pasión por la historia de Zacatecas. El doctor, especializado en psicoterapia, decidió hacer sus prácticas profesionales en Sombrerete sólo porque sabía que ahí se habían acuñado monedas. Su amor por la historia y en particular por la numismática lo trajeron a Zacatecas y desde entonces hasta ahora, ha quedado prendado de este bello Estado. Esto lo llevó a conformar una importante y diversa colección de Zacatecas abarcando el siglo XIX y la primera mitad del XX. Además de una gran colección de monedas, cuenta con fotografías de personajes anónimos decimonónicos, una amplia (por no decir la más grande que yo haya visto) biblioteca sobre la historia de nuestro Estado, documentos sobre el Banco de Zacatecas y haciendas, mapas, objetos de la cultura material, así como postales, entre otras muchas cosas.
Suma en su colección más de cuatrocientas tarjetas postales vinculadas con Zacatecas que datan desde la década de 1880 hasta 1960. Gracias a la charla de varias horas que tuvimos aquel día, pude comenzar a construir un guión sobre un tema que nunca se había tocado en el Museo de Guadalupe y que comprendería un total de cuarenta y un postales.
La muestra se divide en dos núcleos temáticos: De lo privado a lo público en donde se narra cómo fue sucediendo este proceso en el que las cartas sin sobre se convirtieron en uno de los souvenirs más importantes de la historia moderna; y por otro lado Postales de Guadalupe, núcleo en el que de manera ya más temática se van observando diversas panorámicas e imágenes del conjunto conventual franciscano; así como un breve espacio titulado La hija del director en el que se muestran los retratos de Manuel Pastrana y su hija Lupita Pastrana Escobedo de quien también se exhibe una tarjeta postal.
En México comenzaron a circular las postales a partir de 1879 y como en todo el mundo, se convirtieron rápidamente en un fenómeno urbano; así también se creó la Unión Postal Universal con el fin de que se regulara y mejorara el servicio postal internacional a consecuencia de la vasta circulación de postales en distintos países. Este tipo de correspondencia alcanzó su mayor auge tanto en Europa como en América, entre 1900 y 1915, época a la que se le conoce como la “Edad de Oro”.
Como esta exposición tenía también como objetivo poder construir un vínculo entre pasado y presente con los jóvenes, dediqué un subtema titulado Redes sociales vintage. La palabra de origen inglés post, traducida al español significa mensaje, de ahí la derivación al vocablo postal; por lo que resulta muy popular que ahora utilicemos los post ya que son mensajes cortos que publicamos en blogs, o en redes sociales como Facebook y Twitter. Antiguamente las postales tardaban semanas o incluso meses en llegar a sus destinatarios, actualmente a partir de las redes sociales digitales, los mensajes son inmediatos. Tanto en las postales como en Twitter, por ejemplo, se escriben no más de 140 caracteres acompañados generalmente de una imagen. Las redes sociales han cambiado de lo escrito a lo digital.
En esta época en la que la manera de comunicarnos ha cambiado tan vertiginosamente, vale la pena mostrar a las nuevas generaciones, cómo la gente compartía los acontecimientos especiales de su vida a través de las cartas sin sobre.
*Curadora.
https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_galdra-283
