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viernes, 26 abril, 2024
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Los humanos y los animales

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Por: Marco Antonio Flores Zavala •

La Gualdra 253 / Libros

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Daniel Rodríguez Barrón en La soledad de los animales (México, La Cifra editorial, 2014) aborda la historia de una asociación que defiende y salva a los animales. La sociedad es secreta, marginal y radical. Le llaman Frente de Liberación Animal. La integran Laura, Pablo y Felipe. Con ellos están Nínive y Silvia, hija y madre de Laura.

Laura usa piercings en la nariz y el labio inferior; participa en varios colectivos y luchas urbanas como el ambientalismo, los derechos de los animales, el veganismo, el anarquismo –desciende de una disidencia a Kropotkin-. También es radical para intentar imponer sus utopías.

Pablo es straight edge, “alto, flaco y con esa melena de rizos rojos amordazados con una cinta, da la impresión de ser una palmera”. Hizo teatro, en una obra parte de los actores fueron perros. Felipe Nerva es un periodista que cree tener, al fin, una historia para publicar. Bebe con frecuencia.

Nínive es una adolescente. En el transcurso de la novela se transforma de autista a infante descuidada, luego será quien protagonice el desenlace de la historia. Tiene parentesco con Lolita.

Silvia practica la zooterapia, “está convencida del enorme poder que tienen los animales para curar a las personas”. El narrador da cuenta de ella como “una mujer corpulenta, ancha de espaldas, gruesa de cuello… viste una blusa negra de cuello blanco y enorme, y una falda negra que le cubre incluso los pies”. Esta descripción importa, porque los otros personajes son delgados. Laura, en una secuencia, viste una camiseta estampada con la frase: “Estar delgados: nuestra última ideología”.

En el libro concurre narrativa, fábula, realismo cuasidecimonónico, dialoguismo, ambiente con incidentes que dan tono y tiempo en la historia. Sin que sea una máscara o alter ego, Felipe cuenta en primera persona lo que ocurrió. Cada personaje tiene una o varias secuencias propias.

La historia es sencilla: Laura defiende a los animales. Está decidida a protegerlos de los negocios de compra-venta, de los laboratorios que experimentan con ellos, de los rastros que los matan para usar la piel o para hacer alimentos destinados al consumo humano. En la protección y defensa efectúa acciones radicales, como ataques a galerías y liberar a los animales de negocios clandestinos. En esas labores le apoya Pablo, luego reclutan a Felipe –éste colabora porque le gusta Laura-.

Laura está convencida que los animales son los únicos que “recuerdan cómo ser felices” a los humanos. Una de sus playeras tiene la frase “Los animales son nuestra última utopía”.

La novela puede leerse, es una posibilidad, como la reflexión sobre la actual condición humana. La fábula juega su rol. Silvia dice “Somos animales, tenemos esa experiencia… Queremos sobrevivir, ésa es nuestra única voluntad, el único deber para con nosotros mismos. Pero como sucede con todo lo animal, no es posible formular una teoría; la zooterapia es una práctica y sólo cuando usted la necesite y la pruebe podrá saber”.

Para mostrar el argumento, el texto discurre con las contemporáneas formas de hacer sociedad (células, tribus, asociaciones informales, organizaciones internacionales y grupos libertarios); muestra múltiples escenarios donde el hombre representa y actúa (el teatro, antros subterráneos, cafeterías al aire libre, restaurantes para animales, cafeterías vegetarianas y veganas, galerías, laboratorios, rastros, table dance).

El sonido y los incidentes ambientales dan cuenta del contexto cultural. Se menciona a los indispensables Pink Floyd y Mozart con su Larghetto del Concerto 26, y los referenciales Minor Threat y Patti Smith.

Otra posibilidad de lectura es la tragedia en La soledad de los animales. Laura es contundente. En un diálogo con Felipe, Laura dijo: “La gente mata a otras personas para robar su dinero, porque les han sido infieles o sencillamente porque ya no los quieren cerca. A los animales los matan por placer. A los perros les cortan las colas con machetes, a los gatos les arrancan las uñas con pinzas… La gente domestica animales y los maltrata por diversión… queremos que alguien responda por esto”.

Acentuemos: Los animales están solos, porque son medio y fin para las depredaciones humanas. Están solos, porque a fin de cuentas “todos somos animales”.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-253

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