■ Necesario, emular agentes de transformación basados en la organización social: Delgado Wise
■ En el país las fuentes de la riqueza son la super explotación de los trabajadores, asegura
Raúl Delgado Wise, investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), afirmó que los poderes fácticos han tomado el control de una economía que se fundamenta en la desigualdad y la explotación, por lo que se requiere de un agente de transformación fundamentado en la organización social.
Los llamados poderes fácticos “son también parte de este engranaje perverso. Se habla siempre de las televisoras, de los multimillonarios, del crimen organizado, pero no debemos perder de vista el poder corporativo multinacional y el imperio con todo su poderío militar”.
Aseguró que los poderes fácticos y el Estado Mexicano operan como “títeres” y por lo tanto se requiere de un agente de transformación social basado en conciencia, formas alternativas de convivencia, una organización de base democrática o vínculos entre movimientos sociales.
En ese contexto, Delgado Wise manifestó la importancia de participar en movimientos como el zapatista, la Sexta, los Sin Tierra, entre otros que “valdría la pena visibilizar porque están haciendo cosas. Es un rumbo que se está construyendo en la práctica. No hay recetas, pero sí hay experiencias que debemos visibilizar y emular”.
Las fuentes de la riqueza son la superexplotación de los trabajadores, ya sean de plantas de ensamble o maquiladoras o los migrantes sometidos a labores en condiciones casi de esclavitud, así como el saqueo y despojo, la represión y el desprecio.
Una de las implicaciones de esa situación es que hay una sobreoferta masiva de trabajo que no encuentra posibilidades de sobrevivencia y empleo, la cual abarca más de la mitad de la población mundial, según explicó.
La caída de la ex Unión Soviética y la incorporación de China al mercado capitalista mundial ha duplicado la fuerza de trabajo en el planeta, pues pasó a más de 3 mil millones de trabajadores, de los cuales, más de la mitad se encuentra en una situación de vulnerabilidad laboral.
En México, al implantar los programas de ajuste estructural, Delgado Wise señaló que se ha desmantelado el aparato productivo, tanto en la industria como en el campo, y se ha maquinizado la economía, de manera que todas las ganancias se van al exterior.
A ellos se le agrega un extractivismo “brutal” y la entrega y destrucción del patrimonio natural del país, como es el caso del petróleo y demás recursos energéticos, los minerales y en varios aspectos se pretende hacer lo mismo con el agua.
