■ Existen 28 mil personas, de entre 14 y 29 años, que tienen problemas para encontrar empleo, dice
De los 28 mil desocupados que había en Zacatecas hasta mediados de 2014, 51 por ciento de ellos son jóvenes entre 14 y 29 años; es decir, el grueso de la población que se supone debe ser más la productiva, es la que no tiene trabajo, detalló el investigador, Roberto Soto, al hablar de la necesidad de políticas públicas que den mayores facilidades a la iniciativa privada para que propicie empleos.
Máxime que según datos oficiales, dijo el académico de la Unidad Académica en Estudios de Desarrollo de la UAZ, el grueso de la población desocupada es la que tiene mayor nivel de estudios: los jóvenes con preparatoria o instrucción universitaria tienen problemas para encontrar empleo.
Además en la entidad hay otro grupo que son los subocupados y también la mayoría se centra en la población joven (14-29 años).
Soto agregó que también 58 por ciento de la población que tiene suerte de tener trabajo gana hasta tres salarios mínimos, de modo que la gran mayoría gana 5 mil 700 pesos al mes. Por tanto cada vez más la población alcanza menos y la clase trabajadora no puede adquirir la canasta básica alimentaria, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De ahí la necesidad de que gobierno coadyuve para la generación de empleos, porque si bien la iniciativa privada quiere generar trabajos, no tiene la posibilidad. Cualquier economía sin excepción Zacatecas, lo que requiere es mercado interno y sin trabajos no es posible.
A decir del docente-investigador una estrategia adecuada es que el gobierno no busque sustituir al sector privado, sólo complementarlo y ser quien actúe para darle las condiciones necesarias. Sin embargo, también debe establecer reglas para que la gente pueda convivir en condiciones de calidad humana, porque los tres salarios mínimos con los que vive 58 por ciento de la población no les permite vivir con dignidad. Lo que propicia que la gente busque dos o hasta tres fuentes de ingresos.
De modo que debería haber un salario de referencia en el mercado que incluya cada una de las prestaciones sociales que por ley se debe otorgar al trabajador, porque en muchas ocasiones la gente consigue empleo sin tener las exigencias mínimas de ley. De esa manera no sólo la población, sino el sector privado también se vería beneficiado, agregó.
Ya que si el gobierno dota de recursos para ese tipo de políticas, al mismo tiempo permitirá disminuir el dinero de otros programas sociales que el gobierno maneje. Un ejemplo es que si una mujer recibe un apoyo social gubernamental, si ésta consigue un trabajo bien remunerado ya no requiere del apoyo y en automática la carga disminuye.
De ahí la importancia de que los recursos públicos se pueden destinar a otras necesidades como salud, educación y vivienda, porque hay encuestas que dicen que a la población no le gusta que le den dinero, sino ganarlo, la gente no quiere el dinero de gobierno, sino trabajar y tenerlo, finalizó el investigador.
