■ Lo ocurrido el 8 de septiembre agravia la cultura democrática
“Es absurdo que se pretenda utilizar a los funcionarios que ordenan el tránsito vehicular y peatonal para obstruir políticamente la manifestación de ideas y posturas políticas que son necesarias en una sociedad plural”, dijo Juan Manuel Rodríguez Valadez, docente e investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
El especialista fue consultado por este medio para ofrecer una lectura sobre la obstrucción e intimidación de que fue objeto un grupo de ciudadanos pertenecientes a diferentes organizaciones sociales, quienes pretendían trasladarse el pasado 8 de septiembre en sus vehículos particulares de la Máquina 3030 hacia el Palacio de Convenciones, lugar en que ofrecía en ese momento, Miguel Alonso Reyes su cuarto Informe de Gobierno.
La acción coordinada por la Dirección General de Tránsito y Vialidad se sustentó en el nuevo Reglamento en la materia, que entre otras cosas especifica debe solicitarse con 48 horas de anticipación un permiso para realizar mítines, protestas o movilizaciones públicas, mismo que puede concederse o no, y que entró en vigencia el pasado 5 de septiembre.
Los ciudadanos referidos, nunca obstruyeron vía de comunicación alguna ni expusieron o vocalizaron mensajes o consignas, antes de que fueran retenidos e intimidados por las fuerzas policiacas.
Al respecto Rodríguez Valadez recordó que la Constitución mexicana establece desde 1917, “la libertad de los mexicanos para participar en asuntos políticos, la libre manifestación de sus ideas, el derecho de petición, de acción y de libre locomoción”, entre otros.
Dijo sobre el nuevo Reglamento de Tránsito es un pretexto que sobre el argumento de que las manifestaciones no perjudiquen a terceros, en realidad se esgrime para limitar la acción del ciudadano que toma las calles.
Respecto a esto último precisó que este derecho “lo ha ganado el pueblo a partir de la existencia de autoridades que son omisas y elitistas, que tienen la piel tan sensible que cualquier cosa les molesta”.
El académico lamentó que la administración de Alonso Reyes se vista de omisión, prepotencia y agresividad, lo que apuntó como una expresión de temor a la ciudadanía, pero también de intolerancia
Lo ocurrido el pasado 8 de septiembre dijo “agravia la cultura democrática del país y del estado. Enturbia, porque en lugar de darle una salida digna y decorosa a la demanda ciudadana, la autoridad que está ahí para servir al pueblo simplemente se niega con pretextos, porque es un pretexto”.
Propuso en cambio se establezcan mesas de diálogo para tratar los asuntos, al respecto agregó que “algunos gobernantes inteligentes otras veces lo han hecho, que finalmente a veces no resolvían nada pero te daban tu lugar por lo menos. Estos ya ni siquiera se quieren tomar esa molestia, eso es lo que advierto”.
