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viernes, 26 abril, 2024
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Subjetivaciones rockeras / Rock nativo

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Por: FEDERICO PRIAPO CHEW ARAIZA •

I

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Hace tiempo, en una de mis subjetivaciones anteriores, hablé sobre la presencia del metal folclórico europeo, el cual goza de una calidad indiscutible; escucharlo, para quienes disfrutamos de ese estilo, resulta realmente placentero. Existen grupos pertenecientes a esa expresión que gozan de un prestigio internacional y cuya influencia ha sido poderosa en muchos escuchas de diversos puntos del planeta, incluidos, desde luego, algunos estados de nuestro país. Mencionaba también en aquella ocasión, cómo las líricas pertenecientes al metal folk corresponden a las cosmovisiones de sus antepasados, a la historia de sus pueblos y a la mitología de cada uno de los países en los que se desarrolla y se crea, por lo tanto, resulta común escuchar en esos temas épicas narraciones de lo acontecido en sus pueblos y la ayuda que recibieron de sus respectivas deidades.

Lo que no deja de sorprender en estas agrupaciones es la implementación de instrumentos autóctonos y nada convencionales en el rock. Aunque debo ser honesto, mi comentario en aquella ocasión iba más allá de lo buenos que son muchos de los grupos que hasta nosotros llegan de aquellas regiones del planeta, se refería al hecho de que me ha tocado conocer a integrantes de algunas bandas locales, que tienen como propósito el crear canciones con las temáticas mencionadas; agrupaciones que buscan hablar en sus líricas sobre los temas que las bandas europeas abordan porque les son propios; grupos que además son dueños de cierta arrogancia, al bautizar el estilo que tocan con una nomenclatura que los hace híbridos, es decir únicos, sin precedentes.

Hay que reconocer también que son pocos esos conjuntos, y ciertamente, merecen todo mi respeto; a final de cuentas, una de las cualidades más admirables del rock es precisamente esa libertad que brinda para expresar el sentir más honesto de sus hacedores y de sus escuchas. Concluía aquella participación mencionando que, sin caer en chovinismos de ningún tipo, creo que México ofrece un océano de temas de todo tipo que bien podrían sumarse a las fuentes de inspiración de los compositores, tanto de actualidad, artísticos, políticos o culturales, como históricos, estos últimos que se remontan a tiempos ancestrales y que transitan también por una conquista, colonización, y un prolongado etcétera. No por nada André Breton definió a México como el “país surrealista por excelencia”.

 

II

En otra participación posterior, habló sobre lo global que es el rock y cómo ha logrado penetrar en culturas que llegaron a mostrarse renuentes y hasta hostiles contra el género. Y que no obstante a ese carácter global, no pretende ser globalizador (como lo hace la mayoría de los grupos prefabricados e impulsados por el más voraz mainstream), es decir, que si bien el género posee sus características peculiares en cualquier parte del mundo, también tiene la capacidad de respetar la inmensa cantidad de expresiones culturales, así como la versatilidad para adaptarse a los ritmos e instrumentaciones propias de cada región del orbe. Mencionaba que entre los elementos comunes que escuchamos en el rock del mundo, está su carácter contestatario y cuestionador, así como su rebeldía y la exigencia de que su voz sea escuchada, todo ello, desde luego, a partir de esta expresión artística.

Gracias a lo anterior, podemos escuchar manifestaciones musicales como las mencionadas en los párrafos anteriores (metal folk), así como todos los rasgos que se dan, desde otras latitudes, en los diversos subgéneros y estilos que conforman al rock. No deja de resultar placentero escuchar bandas noruegas, de Países Bajos, italianas, francesas, japonesas, cubanas, argentinas, o desde luego, las más habituales: inglesas y norteamericanas, por mencionar tan sólo algunos ejemplos, en la mayoría de los casos, cantando en su idioma original y con las características que les son comunes, como las de su música tradicional o folclórica. En aquella ocasión, mencionaba también que si bien en México se produce un rock de primera calidad, en realidad creía que, salvo honrosas excepciones, pocos grupos han trabajado en la elaboración de un lenguaje rockero con un acento netamente mexicano y que, incluso, algunas pocas bandas se encuentran tratando de emular a grupos nórdicos, manejando temáticas que si en todo caso son interesantes, propiamente nos resultan ajenas.

Argumentaba que si bien no soy partidario, y hasta estoy en contra de una homogenización del sonido en el rock, tanto en México como en cualquier parte del mundo, sí me gustaría escuchar, como lo hago con las citadas bandas europeas, la inclusión de sonidos e instrumentos propios de cada región del país, lo que sin duda enriquecería considerablemente las alternativas para escuchar en México y para ofrecer al mundo, pero que a final de cuentas, yo tan sólo dejaba mi comentario al aire. Ejemplos de lo anterior los hemos escuchado en algunas bandas mexicanas famosas y eran un tanto más frecuentes dentro de lo que a principios de la década de los 70 se denominaba rock chicano, que se refería principalmente a bandas procedentes de diversos estados de la república, que en su mayoría cantaban en inglés.

 

III

Me dio gusto escuchar en días pasados, en un prestigioso medio de comunicación, el anuncio de lo que fue (a estas fechas) el primer Festival de Rock Indígena en un conocido foro de la ciudad de México. Me dispuse a indagar un poco por Internet y no sólo descubrí que si bien, ciertamente era el primer festival (con esta denominación) que se realizaba en la citada urbe, no era el primero realizado en el país, y que incluso se han desarrollado otros tipos de conciertos con estas características. Me di cuenta también de que en la actualidad se tienen registradas un promedio de 80 agrupaciones a lo largo y ancho del país, mismas que cantan en 11 lenguas diferentes. Las temáticas en buena medida versan sobre la discriminación, el fenómeno migratorio, la vida en el campo, la importancia de la radio comunitaria, la defensa de las lenguas maternas, de las tradiciones y, desde luego, del amor, por mencionar algunas.

El movimiento (por llamarlo de algún modo) no es nuevo y se remonta a la pasada década de los 90. ¿Que por qué no los habíamos escuchado? Creo que es obvio: por la marginación que de manera sistemática realizan los grandes medios de comunicación y las importantes casas productoras con todo lo indígena. Así pues, el mérito de estas bandas que poco a poco se van abriendo paso, pese a las adversidades de todo tipo, es bastante loable. Incluso, en un interesante blog (http://mundo.paralax.com.mx/alimento-mental/141-rock-en-tu-idioma-rock-indigena.html), leí un breve texto atribuido a José Luis Paredes, el famoso “Pacho” del grupo La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, pero en su faceta de antropólogo, en el que se lee:

Las culturas indígenas se preservan en rock, en metal, en blues, en la música de quienes se han apropiado de esos géneros para conformar una sociedad moderna menos excluyente. Las bandas indígenas Hamac Caziim, Xamoneta, Súper Coraje, Noésis, Nu Boxte y Sak Tzevul se apropiaron de géneros musicales antes considerados como expresión del imperialismo cultural estadunidense, y a partir de ellos preservan “el costumbre”, término antropológico que se refiere a distintas ceremonias vinculadas a una tradición mesoamericana.

Como ya se mencionó, las expresiones son diversas y van del punk y el metal, hasta el blues, el reggae o el progresivo, incluso hay rap y hip hop, todo cantado en su lengua original y sin los atuendos utilizados por los rockeros comerciales o muy conocidos, ya que en su mayoría aparecen en escena con sus vestimentas tradicionales, dando a entender, como lo mencionó en 2013 Marisa Gallegos Navarro, coordinadora del Programa para el Desarrollo Integral de las Culturas de los Pueblos y Comunidades Indígenas (Prodici): «ser rockero no implica dejar de ser indígena”, con lo que coincido plenamente, ya que si bien las estéticas del rock son diversas, atractivas, divertidas y brindan identidad y convicciones, más que atuendos y vestimentas, el rock es una actitud (aunque de esto hablaré en una próxima participación). En fin, no puede menos que provocar alegría el avance de este movimiento dentro del rock en México, y lo que nos queda es desearles el mayor de los éxitos y que no sólo crezca y se fortalezca, sino que se expanda por todos los rincones del planeta, y una manera efectiva para que eso suceda con mayor contundencia será escuchándolos y compartiéndolos. Eh aquí un botón de muestra:

https://www.youtube.com/watch?v=gud7vxhRQ7o

https://www.youtube.com/watch?v=aUSH09EnmxA

 

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