■ La educación pública, crítica, fue un legado de esta lucha; ahora está en la lona: Amaro
■ Al celebrar la Toma de Zacatecas las autoridades buscan legitimar sus acciones políticas: Ávila
En el último día de actividades del Coloquio Nacional La Marea Revolucionaria, académicos de varias instituciones coincidieron en la importancia de analizar, desde diversas perspectivas y al margen de las celebraciones oficiales, la historiografía sobre la Revolución Mexicana y la Toma de Zacatecas.
En el panel Recordar para qué: la Revolución Mexicana un siglo después, René Amaro Peñaflores, de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), comentó que, en el contexto del centenario de la Toma de Zacatecas y la Revolución Mexicana, la tarea es acercarse a esos sucesos a partir de un pensamiento crítico y cuestionamientos que permitan conocer qué ha pasado con sus postulados, entre ellos la educación, los derechos laborales y el compromiso del Estado Nacionalista.
Recordó que la educación laica y gratuita fue un logro de la Revolución, pero en la actualidad esos preceptos se han perdido, pues “estamos viviendo un proceso de la privatización de la educación”.
“La educación pública, crítica, fue un legado de la Revolución, pero ahora está en la lona. Por eso creo que tenemos que buscar y analizar la historia no por el pasado mismo, sino para comprender lo que está ocurriendo y desde ahí poder configurar estrategias para mejorar y resarcir ciertos procesos”, enfatizó.
Por su parte, Edgar Ávila Castro, de la Asociación de Historiadores Elías Amador, expuso que la finalidad de los actos que realizan las autoridades gubernamentales para celebrar el centenario de la Toma de Zacatecas, consiste en legitimar sus acciones políticas, aunque estas no tengan relación alguna con los preceptos revolucionarios.
Por el contrario, han impuesto un proyecto nacional que favorece intereses económicos, en perjuicio de las condiciones sociales y políticas de la sociedad, el cual “rompe con el esquema romanticista de la Revolución”.
A 100 años de ese proceso revolucionario, cuestionó la situación política, económica y social de la actualidad en un contexto globalizado, por lo cual “la marea revolucionaria continuará y seguiremos creando un significado para estos procesos históricos”.
Gerardo Martínez Delgado, del Instituto Mora, manifestó la necesidad de diferenciar entre los conceptos de conmemorar y celebrar. La celebración, dijo, suele ser un acto político en el que no se festeja el pasado, sino el presente, mientras que la conmemoración es una forma de mantener la memoria viva.
En ese sentido, indicó que la función de los historiadores debe ser la conmemoración, de forma que eventos como el coloquio son una oportunidad no sólo para dar a conocer trabajos o investigaciones, sino también para divulgar ideas respecto a procesos históricos.
