■ Este suceso violenta la normatividad para la asignación de lugares: Víctor Montoya, líder disidente
El otorgamiento de una base provisional a Omar Pereyra Muro, hijo del secretario general de la sección 34 del Sindicato Nacional para Trabajadores de la Educación (SNTE), Omar Pereyra, es legal debido a que este año no se ofertó alguna plaza en secundaria, motivo por el cual la Secretaría de Educación (Seduzac) y el sindicato tienen la facultad de proponer y colocar docentes en caso de que surjan vacantes.
Marco Vinicio Flores Chávez, secretario de Educación, informó que en una etapa posterior a la aplicación del Examen Nacional de Habilidades, Conocimientos y Competencias Docentes, cuyo resultado arroja una lista de prelación para que los mejores profesores ocupen la plaza, la secretaría y el sindicato pueden proponer a los docentes para ocupar los espacios que aparezcan.
En ese proceso, dijo, tanto el SNTE como la Seduzac pueden elegir a 50 por ciento de los docentes que se requieran para cubrir los espacios que son liberados por jubilaciones, cesantías u otros factores.
En el caso del hijo del dirigente sindical, explicó que había pocos maestros con el perfil para impartir la asignatura de Pecuarias en una secundaria técnica, y al no haber otras opciones más que la propuesta por el SNTE, resultó beneficiado.
Víctor Hugo Montoya Gómez, dirigente de la disidencia magisterial en la sección 34 del SNTE, afirmó que ese suceso violenta la normatividad para la asignación de plazas, puesto que los contratos provisionales se deben otorgar a los docentes que lo ameriten en la lista de prelación.
Después, al concluir el ciclo escolar, esas plazas se acumulan durante ese periodo y se deben ofertar en el concurso siguiente. Por el contrario, “los espacios que no se concursan, se lo quedan ellos”.
Desde su punto de vista, esa situación es injusta porque hay muchos maestros que se quedan sin la posibilidad de acceder al sistema educativo y por el contrario, se otorga un contrato directamente al hijo de Omar Pereyra Pérez, con el argumento que esa vacante no se ofertó en el concurso de plazas.
En efecto, Flores Chávez argumentó que el hijo del secretario general de la sección 34 del SNTE recibió sólo un interinato, porque se trata de “plazas que se liberan posterior al concurso y por lo tanto no se puede otorgar una base. Es una plaza que tiene que ver con los perfiles y en eso tenemos un cuidado extenuante”.
Recordó que este año no se concursó alguna plaza en secundaria debido a que se está reordenando el caso de maestros que ya habían concursado, pero que no tenían su base porque accedían a pocas horas-clase.
Además, informó que a pesar de que muchos maestros del nivel secundaria participaron en el concurso, ninguno correspondía a la especialidad y la asignatura para la cual se contrató a Pereyra Muro. “No hay maestros para esto. La escuela que preparaba ese tipo de maestros para el área agropecuaria dejó de funcionar hace muchos años”.
Al tratarse del hijo de un dirigente sindical, aseguró que no se trata de un acto de nepotismo porque él reunió los requisitos al igual que cualquier otro aspirante y entonces también tiene el derecho de acceder a un empleo.
Sin embargo, Flores Chávez admitió que este año muy pocos egresados de las Normales o del Centro de Actualización del Magisterio obtuvieron algún interinato para impartir clase en secundaria, pero dijo que es posible que haya jubilaciones y estas serán ocupadas por contrato.
Por su parte, Antonio Jacobo de Luna, subsecretario de Planeación, recordó que hasta antes de la existencia del Concurso de Plazas, la Ley de Servicio Civil implicaba la adjudicación de 50 por ciento para la organización sindical y el mismo porcentaje para la autoridad educativa para asignar plazas.
Sin embargo, cuando surgió el concurso, todas las plazas se inscribieron en él y se sujetaron a esa normatividad.
No obstante, después de realizar cada concurso, explicó, se generan vacantes por diversos motivos que deben ser cubiertas provisionalmente y entonces se pueden utilizar diversos mecanismos para elegir a los docentes, entre ellos considerar el orden de prelación o recurrir al esquema de adjudicación.
