■ Debe potenciarse una mayor rendición de cuentas y transparencia del Subsemun, señala
■ Prueba del polígrafo no permite aclaraciones ni contexto de preguntas y respuestas, dice
Las autoridades de diferentes niveles de gobierno están, con sus declaraciones en torno a los resultados de los exámenes de control y confianza, “criminalizando” a los policías del país y, con ello, se desprenden de sus responsabilidades como principales encargados de la seguridad.
Así lo expuso Manuel Emilio Hoyos Díaz, integrante de la Asociación Civil Cultura por la Seguridad, quien participó recientemente como ponente en el cuarto Congreso Internacional de Ciencias Forenses y Nuevo Sistema de Justicia Penal organizado por la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Aunque precisó que, como en todas las profesiones, habrá policías que sean “malos elementos”, subrayó que antes de criminalizar a los agentes de seguridad deben tenerse en cuenta las condiciones en las que trabajan. En este sentido, comentó que “cómo esperar resultados de policías que a veces hay lugares donde no tienen ni los medios” como por ejemplo la gasolina para sus vehículos.
Al respecto, expuso que lo que sí debe potenciarse en una mayor rendición de cuentas y transparencia de los recursos del Subsidio para la Seguridad Pública Municipal (Subsemun), a fin de garantizar que se apliquen en capacitaciones y acciones que mejoren el entorno laboral de los policías.
Esto, añadió, sería una de las acciones que podría abrir el camino para lograr unas corporaciones de seguridad realmente confiables ya que, con los despidos derivados de los exámenes de confianza, concluyó, “¿qué va a pasar mañana?, ¿vamos a tener una policía mejor, menos robos y extorsiones?”.
Hoyos Díaz sostuvo, por tanto, que hay que tener en cuenta “cómo vive el policía, es un ser humano que tiene familia, que tiene necesidades, pero lo estamos queriendo juzgar y sentenciar sin derecho a nada; sin ni siquiera saber cuál fue el resultado” de las pruebas por las que fue despedido de su trabajo.
También hizo referencia a la prueba concreta del polígrafo que, de acuerdo al procurador de Justicia de Zacatecas, Arturo Nahle García, es la parte de las pruebas que más se reprobó.
Al respecto, comentó que este método comenzó a aplicarse hace 30 años cuando todavía existía la Dirección Federal de Seguridad, por lo que no es una herramienta nueva; por ende, añadió que “si los controles de confianza fueron realmente eficientes, tuviéramos una policía demasiado confiable en el país”.
Indicó que las debilidades del polígrafo radican en que no permiten las aclaraciones ni dar un contexto de las preguntas y respuestas.
Añadió que hay otros sistemas como el del análisis de estrés de voz que pueden ser más efectivos porque dan la posibilidad de abundar en las respuestas y de formular una segunda ronda de preguntas para precisar algunos temas que se hayan derivado de la conversación inicial.
