■ El 28 de junio de 1969, después de una invasión policial de un club gay ubicado en Greenwich Village, se produjeron disturbios y protestas en dicha ciudad
Durante décadas, el Mes del Orgullo se ha celebrado en junio alrededor del mundo. Se han realizado festividades, desfiles y eventos para honrar las voces y experiencias LGBTQ+, pero también para llamar la atención sobre los problemas que aún enfrentan los miembros de la comunidad.
Sin embargo, no siempre es conocido cómo empezó esta celebración/exigencia; si bien a lo largo de la historia se registraron personalidades con distintas orientaciones sexuales, no se marcó un parteaguas para la comunidad hasta el levantamiento de Stonewall en la ciudad de Nueva York, el 28 de junio de 1969.
Después de una invasión policial de un club gay ubicado en Greenwich Village, se produjeron disturbios y protestas en toda la ciudad. En ese momento, en la ciudad de Nueva York, “hacerse pasar por un miembro del sexo opuesto era un delito”.
Aunque la activista negra y transgénero, Marsha P. Johnson, no llegó al bar hasta que comenzaron los disturbios, muchos le dan crédito a la misma por arrojar el primer ladrillo o vaso que provocó los disturbios. Otra mujer transgénero involucrada fue Sylvia Rivera, una activista y autoproclamada drag queen; ella luchó por los derechos de las personas transgénero junto a Johnson, co-creando S.T.A.R., Street Travestite Action Revolutionaries, para ayudar a los jóvenes LGBTQ+ sin hogar. Rivera murió en 2002 y Johnson falleció en 1992.
En México fue un caso distinto, ya que, según datos oficiales se la Secretaría de Cultura, fue hasta 1979 que un grupo de jóvenes “con la terca esperanza de cambiar el mundo y acabar con los abusos a los que se enfrentaban las personas homosexuales” partieron de la columna de la Independencia y caminaron por la calle de Lerma desviados por la policía para no transitar por el Paseo de la Reforma.
Los contingentes, que juntaban a alrededor de mil personas, llegaron a la hoy extinta Plaza Carlos Finlay, y con su recorrido culminaron la primera Marcha del Orgullo Homosexual de México; de acuerdo con las autoridades, esta no fue la primera manifestación pública de un grupo de personas homosexuales, pero sí se trató de la primera identificada como tal en el país.
La espera en Zacatecas fue aún mayor; en 2002, “después de muchas injusticias que se venían dando a los derechos de las personas LGBTQ+ en el gobierno de Magdalena Núñez Monreal, presidenta municipal en ese momento”, Martín Uvario, activista por la comunidad LGBTQ+, tomó la decisión de hacer un plantón en la comandancia de policía.
La motivación: una redada que se dio a unas personas travestis; por esto, se tuvo un acercamiento con las autoridades, pero continuaban las injusticias; fue entonces que Uvario convocó una manifestación parecida a la que se daba en la Ciudad de México, sin saber si tendría respuesta.
Para su sorpresa, se reunieron alrededor de 50 personas, incluyendo a Sara Ortiz, María Elena Ortega y Mónica Imamura; pasado el primer susto, venía la incertidumbre sobre la respuesta pública.
“La gente, en vez de tirarnos tomates y lanzarnos ofensas, como yo lo esperaba, nos empezó a aplaudir, nos empezó a dar ánimos y para mí eso fue muy satisfactorio”, recordó Uvario.
Es importante recordar que, en ese tiempo, en vez de terminar la marcha en la Plaza de Armas, como comúnmente se hace en las manifestaciones, el destino era la Plazuela 450, pues así lo mandaron las autoridades, y en un horario vespertino, para que “los niños y las familias estuvieran en casa, y así no afectarles ni causarles molestia”.
Con el paso de los años, la marcha del orgullo es cada vez más grande y con mayor afluencia, “ya hay varias personas que toman decisiones sobre este tipo de actividad de todo esto va progresando”, afirmó el activista, y continuará hasta que se hagan valer sus derechos.
Del mismo modo, los reclamos son más enfáticos y puntuales, “ahora estamos reclamando el matrimonio igualitario, la identidad de género y que se tipifiquen los crímenes de odio hacia las personas de la comunidad”.
Por suerte, se ha visto mayor apertura por parte de algunos sectores, es el caso del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC), que en esta ocasión colaborará con la colectiva Hijas de la Luna, en la edición anual del Festival Cultural de la Diversidad Sexual 2021, que se llevará a cabo del 5 al 10 de julio, y contará con actividades presenciales y virtuales como talleres, conversatorios, exposiciones, música, presentaciones editoriales y un programa especial de cine.
