■ El gusto por la música lo heredó de su padre, pues en su familia había esa conexión
■ Debido a su talento ha colaborado con José José, Emmanuel, Lucero, entre otros
Para el baterista zacatecano José Carlos Macías Cervantes componer música es su vida y su pasión. Su secreto es únicamente tener un motivo para plasmar en la música, como se hace en la fotografía, teniendo presente los momentos que lo han marcado y que han sido especiales para él.
Es en ese momento especial de su vida cuando tiene la oportunidad de volar y de soltar su imaginación, ya que considera que en la música todo se guía en el corazón y en el ritmo. Para él, más que un trabajo, es algo que disfruta.
Actualmente, de regreso a Zacatecas, continúa haciendo lo que más disfruta. Tocando con su grupo Simbiosis, y participando en el proyecto musical del cantante de blues zacatecano Luis Díaz Leaños, así como con grupos de jazz de la Ciudad de México.
Recientemente, se le puso su nombre al Día Estatal del Rock Zacatecano, evento que lleva 15 años realizándose, el cual busca promover y difundir el rock zacatecano y en el que participan bandas locales.
Para Carlos, este reconocimiento es un regalo de vida, pues aunque considera que no es una persona importante, valora que los músicos locales hayan tomado en cuenta hechos que tuvieron relevancia musical.
Así como que sean los músicos quienes reconocen su trabajo, es un aliciente para seguir tocando, y seguir generando nuevos proyectos, y re valorar lo que ha hecho, por lo que se siente honrado de que este evento lleve su nombre.
Cuenta que se hizo músico en contra de los pronósticos, pues ser músico no es algo que sea bien visto por la sociedad. Sin embargo, en su familia había esa conectividad con el arte, y a la vez con los estudios de medicina.
Se le puso su nombre al Día Estatal del Rock Zacatecano, evento que lleva 15 años realizándose
Recuerda que cuando vivía en la Calle Morelos había instrumentos musicales, como una guitarra, dos pianos, una armónica y un acordeón, pues su padre era músico. Gusto que heredaron él y sus hermanos mayores, quienes también se dedicaron a la música.
Incluso tocó con ellos en una agrupación a la cual llamaron Los Indios Tarahumaras, agrupación en donde aprendió bastante. Posteriormente acudió al conservatorio a estudiar, el cual abandonó pues se le iba a impartir 2 años de teoría, cuando él lo que quería era practicar.
Acudió a la Escuela Libre de Música María Vázquez, en la Ciudad de México, donde aprendió a leer y a escribir la música. La música que escuchaba en ese entonces era el rock en español, así como bandas como Deep Purple y Frank Zappa.
Confiesa que eligió tocar la batería porque es un instrumento enigmático; aunque aparentemente es fácil pegarle a los tambores si se tiene ritmo y sentido, cuando se toca a nivel profesional, se convierte en un instrumento delicado y extenso, opina.
Algunos de los bateristas que influyeron en él son músicos geniales como el legendario baterista de jazz Buddy Rich, Elvin Jones, y John Henry Bonzo Bonham, quien fue el baterista del grupo de rock Led Zeppelin.
Durante 18 años, Macías fue músico de estudio. Esto, porque en la Ciudad de México estaban operando varios estudios musicales. Gracias a su talento y a su iniciativa, logró participar en los primeros discos del cantante Luis Miguel, invitado por el padre del cantante.
También colaboró con el llamado Príncipe de la Canción, José José, el español Emmanuel, Lucero, Lupita D’Alessio, Joan Sebastian, Mijares, el destacado compositor Armando Manzanero, Bebu Silveti, y muchos otros más.
También fue dirigido musicalmente por Pocho Pérez, en la Orquesta de Don Pedro Vargas, y cuenta orgulloso que formó parte de La Orquesta del Festival Otti. Además de trabajar con artistas como Lucho Gatica, Olga Guillot, los rocanroleros César Costa, Alberto Vásquez, Los Hermanos Carrion y Banda Goliath.
Sin embargo, una de sus experiencias musicales que lo han marcado de manera significativa, fue el participar con John Francis Anthony Pastorius III, conocido como Jaco Pastorius, quien fue un bajista, compositor, arreglista y productor estadounidense de funk, jazz fusión y jazz.
Explica que viajó de la Ciudad de México a la ciudad de New York, para proponerle al bajista grabar juntos. “Muchos me decían que yo no era nadie, que Pastorius era famoso y que no iba a aceptar. Pero lo intenté y para mi sorpresa, aceptó».
Y no sólo eso, hicimos una gran amistad, vivió en mi apartamento más de 3 años, y a dónde íbamos él decía que era mi hermano”, cuenta Carlos. Con Pastorius grabó un material basado en ritmos autóctonos de Zacatecas, fusionados con el jazz contemporáneo llamado The Universe is my home.
En el 86 se convierte en manager de Variety Recording Studios. En su tiempo, el estudio de grabación más importante en New York (a nivel latino) con clientes como Tito Puente, Celia Cruz, Tito Nieves, Marc Anthony, Pochi Familia, Johny Ventura, Sergio Vargas, Mecano, Charly Mosquea, Hernan Vargas, por nombrar algunos.
Fue director de la orquesta en Nueva York para “Basilio”, al mismo tiempo que actuaba en vivo para eventos y festivales con artistas como Miriam Hernández, Camilo Sesto, Antony Rios, por nombrar algunos. En el 93 grabó Discovering my Universe con el destacado violinista Michael Urbaniak, y fue arreglista y productor del tema cristiano Heme aquí Señor para Joselyn.
En el año 2000 produce su primer programa de televisión para Latin Television (Ltv) en New York, con el nombre de La Imagen de La Música un programa donde se entrevistaba a los músicos invitados y después tocaba.
Como camarógrafo, editor y productor, para diferentes compañías, siguió con sus presentaciones en los Jazz clubs de Nueva York, donde llega a tocar con su grupo en lugares tan reconocidos como Birdland, y el Blue Note, entre otros.
