- De que la pugna va, la pugna va. Por fortuna, para México, su rumbo no apunta al repliegue o a una dosificación política, social y cultural para suavizar o decolorar una situación a la que más se quisiera fuera naciente, inédita, lo contrario, de quieta y veleidosa. Para nada, a la irrupción del domingo anterior en el DF, ni falta hicieron colores o signos, de por sí, era una reunión polícroma y polisémica, tan interminable y ordenada, como uno la pueda imaginar, según fotografía, AMLO en primer plano.
Preciosa acuarela formada con múltiples colores que vestía la gente. Un río interminable para la fotografía, a lo lejos, se perdían detalles, se fundían. Sin perder la estructura ordenada, concurrieron miles con una impresionante decisión de sumar su presencia, tan inesperada, como su magnitud y orden, para respaldar las luchas dadas por los mexicanos en los últimos días y con resultados políticamente excelentes, algunas de ellas, a costa incluso de una represión arbitraria que no se detuvo en masacrar o herir a quien pudiera, para imponerse como una fuerza, ejecutiva y ejecutora de órdenes, de las que aún no se dilucidan en los medios, ni los nombres de agresores directos, ni de las varias corporaciones que pudieran haber incurrido en semejantes crímenes, cometidos para reprimir, aquello que los manifestantes consideran debe ser defendido, aún a costa de su seguridad y vida: la libertad, la educación, la política. Resultados terribles, cuando un familiar, un maestro, un estudiante, un transeúnte, una ama de casa, alcanzados por las balas o los golpes, sin tener con qué defenderse, ni saber por qué se le golpea, hiere o por qué, algunos mueren.
La reciente lucha reprimida es por la educación, 8 o más muertos y el responsable institucional, el secretario de Educación, Nuño Mayer, personaje nada educado ni culto en los menesteres educativos, sigue en funciones, tan campante como impune. Educativos es sustantivo: ¿A quién, educado y culto, se le ocurre convocar a examen para dilucidar saberes y prácticas magisteriales, con policías y fuerzas armadas dentro del recinto donde se evalúa a los examinandos? Desde la perplejidad y el coraje, en esas condiciones impuestas por el secretario a los sustentantes, ¿qué se evaluaba? Lo primero, obediencia: obedecían la regla y condiciones impuestas por el secretario: ser evaluados para poder acceder, eventualmente, a trabajar en educación. Así de llano, sin seguridad para acceder, aún con examen de por medio. De hecho, no se ofrecían plazas a examen o concurso, lo primero a examinar, antes que eso, era si reconocían a la autoridad y se sujetaban a ella, requisito fáctico para ser evaluados.
No se trataba de seleccionar académicamente a los mejores, ni generar opciones para la formación y mejora, sino de poner en claro, cuál era la cadena de mando, como si se tratara de desmontar la educación pública y abrirla todavía más, como negocio privado.
- La semana anterior en Inglaterra triunfó el Brexit, Jalife-Rahme lo sintetizó para La Jornada: ganó el nacionalismo británico, perdió la globalización. “Triunfo” coincidente con la sensación de malestar y trunco de futuro que la juventud inglesa siente se le vino encima, junto con lo que puede ser un daño epocal, si la inconformidad no se generaliza, lo detiene y corrige con el pensamiento y la mira, más puestos en el futuro que en un pasado: el que, siguiendo a Rahme, ni en decenas regresará con la magnitud de lo que fue la Albión de las conquistas y colonias esparcidas por el mundo. Son otros tiempos y otras las fuentes de los equilibrios mundiales para vivir en paz y con sentido de un futuro mejor para todos, tampoco se trata sólo de llevar una vejez tranquila, sin sobresaltos, sino de vivir con seguridad económica, social y cultural: con salud física y espiritual, y activos. (Brillante de futuro hoy, la vinculación: Rusia. China, India y Paquistán.)
- ¿Cómo se les ocurre, casi aceptar involucionar en una de las cunas del ROCK? Conclusión boba, si fueran los ochentas: a primera vista, gerontocracia ¿y realeza? estorbarían. Ayer y hoy: no estorba, si se quita el “geronto” y se cultiva el “cratos”, antecedido de manera armónica y obligada por el “demos”, que debe prevalecer, aunque sean otros tiempos y siempre se tenga que lidiar con riesgos, hasta graves. Por el Brexit, la juventud británica está expuesta de frente, cada vez más a lo improbable, siente escamoteado el futuro, al salir Inglaterra de Europa y ser más una isla, ya no abierta, sino una que encasilla o acasilla a su juventud que siente la ignoran y encierran con políticas que les roban desde hoy, el futuro. Sus primeras víctimas culturales, como muchos, son jóvenes que soñaban y ahorraban para viajar a Europa, una, sin fronteras. De pronto, todo cambió, ¿cuánto más tendrán que ahorrar para ir a París? Bueno. ■
