■ Llegó a Zacatecas alrededor de 1989 y creó el taller de teatro “Emoción, cuerpo y voz”
■ También fundó en la Universidad el Laboratorio de Investigaciones Teatrales
Hablar de teatro en Zacatecas es hablar de José Antonio Rocamontes de la Peña, quien tiene un legado inmenso en el teatro, pues como maestro está su herencia en la creación del teatro universitario en una noble institución. Rocamontes se ha distinguido además por su vocación de maestro, guía y orientador de los jóvenes que aman el teatro, convirtiéndose en un implacable director, dramaturgo y docente, formador de varias generaciones de actores de calidad.
José Antonio Rocamontes de la Peña es actualmente es responsable de la licenciatura en Artes, de la unidad académica en esta disciplina de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), y también está coordinando el programa del Día Mundial del Teatro en Zacatecas.
Originario de Saltillo, Coahuila, radica en Zacatecas desde hace más de 30 años, pero fue en ese estado donde nació su gusto por el teatro, cuando estudiaba la educación de bachillerato, en la escuela Ateneo Fuentes, por los años 70, y la cual estaba incorporada a la universidad del estado.
Influyeron en su amor por el teatro las enseñanzas de su maestro Alejandro Santiex, pionero del teatro en Saltillo, de quien aprendió técnicas de creación de personaje, así como a involucrarse en la producción teatral.
Aunque quería dedicarse al teatro, por la semilla que dejó su maestro, decidió ingresar a la licenciatura en arquitectura, para entregar un título profesional a sus padres, y el contar con una profesión estable. Sin embargo, a la par que estudiaba arquitectura, seguía participando en proyectos y montajes de teatro.
Posteriormente, al egresar de la carrera, obtiene empleo como arquitecto, en lo que fuera el Comité Administrador para la Construcción de Espacios Educativos (CAPSE) y fue gracias a este trabajo que llegó a Zacatecas. Cuenta que eso ocurrió por en año 1989.
Al llegar a Zacatecas, recuerda que lo primero que buscó fue un teatro, fue así que encontró el Teatro Fernando Calderón, donde conoció al maestro Gustavo Adolfo Becker, quien lo puso al tanto de los grupos que trabajaban en activo, de la escena teatral, etcétera.
Con él planeó proyectos, pues en ese entonces solamente había dos grupos, uno que era de Alberto Huerta, el cual tenía un receso de cerca de cinco años sin trabajar y otro grupo del maestro Mendez Oliva en el Teatro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Rocamontes propuso un taller, el cual se llamó “Emoción, cuerpo y voz” que atrajo a muchos teatreros zacatecanos. Recuerda que llegaron cerca de 30 personas, entre ellos Vinicio Arvizu, Gilda Martínez (Qepd), Olivia Valle, Javier Acosta y Javier Ordaz.
De ese curso surgió el montaje llamado “Voces”, de Jorge Celaya, en el cual participó como primer actor Efraín de Luna Martínez, Oralia Martínez de Luna, Javier Ordaz, era originario de Fresnillo.
Posteriormente, después de esta experiencia, decide abrir lo que fuera el Laboratorio de Investigaciones Teatrales de la universidad, en los años 90, que de igual manera atrajo a varios actores zacatecanos.
Este laboratorio dejó como legado la creación de varios festivales universitarios de teatro. Por ejemplo, los talleres de actuación en las preparatorias. En esa época, cerca del año 1995, concluye su etapa en CAPSE, pues se derogó la dependencia federal.
Por lo que se incorpora de tiempo completo a trabajar en la UAZ. Estos festivales, que iniciaron en el auditorio Cervantes de prepa 1, tuvieron un gran impacto en la comunidad universitaria, pues participaban estudiantes de nivel medio superior.
Incluso participaban de los colegios de bachilleres y preparatorias de otros municipios, por lo que se hizo itinerante, y el jurado era el que se trasladaba a donde se presentaban los grupos representativos de algunas regiones.
“Visitamos varios municipios como Nochistlán, Nieves, Fresnillo, Jerez, presentándonos en los teatros Hinojosa y Echeverria, donde se generaba un movimiento interesante porque las familias acudían al teatro”, cuenta Rocamontes.
Posteriormente, se incorpora a la escuela de música, cuando se abre el programa de la licenciatura en canto, y se incluyó la materia de actuación, por lo que se dirigió la primera ópera en la unidad de Música llamada “Rigoleto”.
También se incorporó en el diseño del Campus UAZ Siglo 21, conformando el plan maestro en el año 2003. En 2004, cuando llega Alfredo Femat a Rectoría, lo invita a ser el coordinador del plan de construcción.
Entonces hace un paréntesis en el teatro. Pero posteriormente fue director del teatro Calderón y participa en la remodelación del edificio, en el cual no deja de hacer teatro, pues se le ocurrió realizar un recorrido teatralizado, el cual se encontraba sin butacas. En la UAZ también impartió la clase de actuación, de escenografía y ambientación, así como la materia del uso de la voz en radio.
