15.8 C
Zacatecas
domingo, 5 mayo, 2024
spot_img

Población mexicana, afectada por trastornos del sueño: Haro Valencia

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ALMA RÍOS • admin-zenda • Admin •

■ El sobrepeso y la obesidad pueden provocar los ronquidos que dificultan el buen dormir

- Publicidad -

■ No dormir adecuadamente es la segunda causa de accidentes de tránsito: investigador

“Somos un país de roncadores” y roncar no es sano. Actualmente se conocen cerca de 100 trastornos de sueño y la población mexicana está siendo “muy afectada” por varios factores, el principal, encabezar la lista de las naciones con sobrepeso y obesidad, elementos principales para provocar los ronquidos y por tanto la apnea de sueño, dijo Reyes Haro Valencia.

El investigador del Instituto de Medicina Integral del Sueño, ofreció ayer en el contexto de la 23 Semana Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación su conferencia La ciencia detrás del sueño.

Los ronquidos dificultan la respiración normal e impactan en el nivel de oxigeno que recibe el cerebro, lo que altera el dormir, y con ello las funciones fisiológicas normales, entre ellas, el crecimiento en los niños mexicanos, quienes también ocupan el primer lugar entre los “roncadores” de todo el mundo.

En los menores la apnea de sueño se manifiesta con problemas cognitivos y de conducta que se confunden frecuentemente con otros trastornos, tal es el caso del Déficit de Atención (TDA). Sin cuestionar su existencia, dijo, se ha sobreestimado el TDA precisamente por ignorarse las cuestiones del sueño.

En el caso de los jóvenes y cada vez para menores más pequeños, otro error que incide en el mal dormir es la afición a las redes sociales, pues duerman cada vez menos, algo ya demostrado por diferentes escuelas científicas que estudian los trastornos de sueño, entre ellas, la española, canadiense y la propia mexicana.

Los videojuegos, tabletas electrónicas, laptops, el Facebook y actualmente, “el rey que domina y perjudica a nuestros jóvenes es el WhatsApp”.

El investigador no se manifestó contra las nuevas tecnologías de la información pero sí acotó que para los menores no están estableciéndose límites al respecto. “Ya tenemos niños que desarrollan estos problemas, adolescentes, adultos jóvenes”.

Estas aficiones producen lo que se denomina “deuda de sueño” que tiene como consecuencias las mismas que para el caso presentan quienes roncan o duermen mal por otros motivos, vinculados por estilos de vida actuales.

“Si estás muy emocionado platicando con alguien o si estás jugando juegos que requieren un gran nivel de atención, te duermes con una sobre excitación fisiológica y eso hace que retardes tu tiempo para dormir, o bien que lo reduzcas”.

Si como sucede con muchos jóvenes se duermen a las 2 de la mañana y se levantan a las 6 para iniciar sus actividades, durmiendo apenas cuatro horas; un tiempo “absolutamente insuficiente”, dijo, se generarán problemas físicos, cognitivos, propensión a accidentes y aun emocionales o mentales.

Los jóvenes se encuentran ante su última oportunidad de crecer, la hormona del crecimiento se produce durante una de las etapas de sueño profundo, y en la más profunda de las cuatro que se realizan, el cerebro se restaura.

El mal dormir afecta seriamente dos importantes aspectos de su vida: crecer físicamente y desarrollar su cerebro a su máxima capacidad.

El dormir también incide entre otras funciones en la de modular nuestro estado anímico, pues son las mismas estructuras y neurotransmisores los que regulan el sueño, el estado anímico, la ingesta de alimentos y las condiciones dolorosas.

“Por supuesto hay personas que antes están deprimidas y pueden desarrollar un trastorno de sueño, la tendencia es tratar ambos padecimientos, pero sin duda un trastorno de sueño no tratado lleva a esto”.

Estos factores se suman a las exigencias de las grandes ciudades por ejemplo los traslados largos, que reducen el tiempo de sueño.

“Nadie le da importancia al dormir y nadie se atiende un problema de sueño que altera significativamente la calidad de vida”, dijo.

Explicó que los estudios científicos que se han realizado en México y el mundo arrojan que el dormir tiene que ver con las expectativas de vida, de ahí la frase que eligió para concretar su exposición ayer en el auditorio del Cozcyt: “Dime cuánto duermes y te diré cuánto vivirás”.

Los trastornos de sueño así como el tabaquismo y las adicciones, precisó, alteran el genoma humano de tal manera que si hay predisposiciones genéticas familiares a la hipertensión, triglicéridos y colesterol altos o a la diabetes, problemas vasculares, cerebrales o cualquier enfermedad crónica, éstas surgirán “antes de lo que tenían que surgir”.

Haro Valencia dijo que no hay un cálculo preciso que diga en cuánto puede acortarse la vida de una persona que no duerme bien, pero sí puede afirmarse que las personas pueden morir durmiendo, es el caso de “la muerte de cuna” en los bebés o los infartos u otros problemas cardiacos, cardiovasculares o embolias, que están “a la orden del día” en quienes roncan, también están “expuestísimos” a tener accidentes de tránsito.

Los trastornos de sueño son la segunda causa de accidentes de tránsito, acotó, algo en lo que casi no se repara.

“Con frecuencia escuchamos en las notas –periodísticas- se quedó dormido el conductor ¿y por qué se quedó dormido? Principalmente por conducir largas jornadas utilizando estimulantes que ayudan a mantenerlos despiertos pero que contrario a la fisiología normal cuando sus efectos bajan, “no sienten la somnolencia y entonces se quedan dormidos” propiciando los accidentes.

También la automedicación de fármacos que mal indicados que tardan hasta tres días en ser expulsados por el organismo, provocan personas somnolientas.

En el mundo los accidentes automovilísticos provocados porque el chofer se quedó dormido, y que tienen la segunda incidencia luego de los ocasionados por ingesta de alcohol, son considerados un problema de salud pública.

Haro Valencia destacó lo fascinante que es el mundo de la fisiología y de la medicina del sueño, y cómo la ciencia actual permite conocer aspectos y entender las alteraciones físicas que tienen que ver con nuestro estilo de vida y cuyas combinaciones, alteran el sueño y por tanto el desarrollo normal de las personas pero también a las familias, ocasionando socialmente asimismo, consecuencias de alto impacto, como gastos por ausentismo laboral, retardos e incapacidades por accidentes.

Ante ello la opción es la prevención que ayude al bien dormir, pues si se logra “estaremos contribuyendo a obtener mejores condiciones de vida”. Por ello compartió recomendaciones de “Higiene de sueño”, basadas en la escuela de terapia psicológica cognitivo conductual.

“Quienes duermen bien, cambian su expectativa de vida. Hay tres pilares fundamentales en la vida de las personas exitosas en lo que les toque hacer, que son ejercitarse, alimentarse y dormir bien”.

Tener actividad física tomando en cuenta las condiciones personales. “Hacer actividad física ayuda a activar la fisiología del organismo y con ello habrá un mejor dormir”. Si hay problemas de insomnio es mejor no hacerlo de noche porque aumenta el metabolismo y dificulta a las personas relajarse para que venga el sueño. Pero siempre es mejor hacerlo aunque la sesión sea nocturna, no obstante para todos, “lo mejor es hacerlo con luz de día”.

Evitar en el día descansos diurnos prolongados, sobre todo si hay dificultad para dormir, pues “si te duermes en el día es como si comieras tu cena”.

Mantener horarios regulares para acostarse. El adulto joven y en edad productiva debe procurar dormir por lo menos siete horas cada noche, que es el mínimo recomendable por la OMS y la Sociedad Mexicana de Sueño. “Pero si puedes ocho mejor, o las que tu cuerpo requiera”.

Consumir bebidas estimulantes como el café o energéticas no quita el sueño, aclaró. En el primer caso “hemos crecido –incluyéndolo- como parte de nuestra dieta”. Solo hay que tomarlas con moderación y evitarlas por la noche.

Retirar todos los estímulos posibles de la habitación: luz, música, televisor, audífonos (en los jóvenes), telefonía. “Todos retrasan significativamente el inicio del sueño y estimulan la vías visual y auditiva. Todo lo que nuestro cerebro perciba va en contra de un buen dormir”.

Quitar relojes de la habitación. Despertamos cada vez que se cumple un ciclo de sueño compuesto por cuatro etapas. Ver la hora toda la noche “te dará la sensación de que no has dormido” por lo que dificultará el proceso. “Los despertadores no fallan, hay que ponerlos debajo de la cama”.

Al ir a acostarse para dormir hay que estar tranquilo, concentrado en la respiración y colocarse en “tu postura favorita para dormir”, no hay una universal por lo que “la que a ti te guste es la buena (…) Cerrar los ojos y controlar la respiración es el paso necesario para poder dormir”.

Si hay problemas de sueño hay que repetir el procedimiento, “al principio requiere atención pero luego ya se hace de manera automática”.

Acondicionar la recámara, pues es donde “tu cuerpo pasa más tiempo”. Poner atención en colchones y almohadas y la higiene de la ropa de dormir. “Invertir en buenas condiciones para tu habitación es algo que contribuye a que duermas mejor”.

Las indicaciones dijo, ayudarán a despertar con buen ánimo y ganas de realizar las actividades cotidianas, “no debes sentir cansancio”, ninguna forma de dolor o irritabilidad, o manifestar ganas de tomar más café o fumar más, para quienes utilizan estos estimulantes, “porque todos estos son indicadores de que no éstas durmiendo bien o que hay un trastorno de sueño”.

También precisó que quien no sueña quiere decir que no está llegando a la etapa del sueño profundo y por tanto su descanso es de mala calidad.

“Todas las noches soñamos hasta cinco veces y debemos recordar al menos uno, si no, es que algo anda mal”.

Por último precisó respecto a diferencias en los trastornos de sueño por géneros, según un estudio realizado en el Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño al que pertenece, que 26 por ciento de los hombres se queja del sueño, mientras que las mujeres son 52 por ciento. Pero del ronquido y apnea, 50 por ciento de las mujeres se quejan contra 62 por ciento de los hombres.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -