Hace tiempo, llegó a casa mi hijo Noé con un paquete bajo el brazo. Lo extendió hacia mí y dijo: Mira lo que te traje. Abrí el paquete y me encontré con una grata sorpresa: Una fotocopia completa de La Musa Festiva del poeta oriundo de Fresnillo, Luis G. Ledesma.
La pregunta obligada ¿Dónde lo conseguiste? Ve la hoja 2. Fue la respuesta. El contenido de tal espacio dice: BIBLIOTECA ZACATECANA. LA MUSA FESTIVA DE SAMUEL (Luis G. Ledesma) Luego un sello que me dio la respuesta, “Library Univ. Of Texas” y al pie de página, Imprenta de Tomás Lorck. 50 –Calle de Arriba-50 1887.
¿Por qué el estado de Texas tiene el archivo histórico de la nación? ¿Por qué tenemos gobernantes tan desentendidos e incapaces de valorar la riqueza cultural de nuestro estado? ¿Por qué no tenemos un solo repositorio (biblioteca o archivo) público o privado que contenga la mayoría de las obras bibliográficas y documentales que zacatecanos, sobre cualquier materia, han publicado a lo largo de nuestra historia?
Es una vergüenza para los zacatecanos que una obra editada en nuestro estado en 1887 y cuya autoría corresponde a uno de nuestros más importantes escritores, no sea posible conseguirla en ningún lugar de México, pero sí en el estado de Texas.
El jueves 23 de abril, se conmemoró el Día Mundial del Libro y, tanto la fecha, como La Musa Festiva, me hicieron a recordar que en Zacatecas existe una ley, vigente hace más de 5 años, que tiene precisamente por objeto hacer el acopio de todo el material bibliográfico escrito por zacatecanos sobre cualquier tema o por no zacatecanos sobre temas de nuestra entidad: La Ley que crea el Centro de Investigaciones Bibliográficas de Zacatecas (Cibiliza).
Se trata de una Ley aprobada por la 58 Legislatura del Estado, promulgada y publicada, por lo mismo vigente y, se supone, obligatoria. Ley que debiera acatar el Ejecutivo y que lo mandata a crear el repositorio. ¿Qué pasa, por qué no se cumple?
Una simple raspadita de no más de 10 millones al presupuesto de 400 que fueron canalizados (por no decir dilapidados) para los actos conmemorativos de la Toma de Zacatecas, hubieran sido suficientes para hacer realidad el proyecto. Hoy tendríamos un repositorio donde las obras escritas por zacatecanos estuvieran resguardadas, catalogadas y ubicadas en un lugar único para el disfrute de los zacatecanos y el turismo cultural.
En visitas guiadas, los escolares transitarían por la imaginación y cultura de las obras y sus autores: Elías Amador, Salvador Vidal, Mauricio Magdaleno, Luis G. Ledesma, Severino Salazar, Emilio Rodríguez, Uriel Márquez, Filiberto Soto, Rafael Estrada Padrés, Cuauhtémoc Esparza, Pepe Enciso, Mariana Terán, Flores Olague, El amigo Abel, García Zamora, Raúl Delgado, Eligio Meza, Jorge Salmón, Jesús Sampedro, Piña Marquina, Ernesto Juárez, Alberto Huerta, Javier Báez, Veremundo Carrillo, Manuel González, Froylán Félix, Clotilde E. Quirarte, Salvador Ahued Valenzuela, Enrique Reyes, Juan José Macías, Francisco Valeri, Martín Ornelas y tantos que no sería posible mencionar.
Para medir la dimensión del daño intelectual que se causa por el incumplimiento de la ley, doy a mis lectores, una probadita de La Musa Festiva. Así como Ledesma, cada escritor zacatecano tiene lo suyo.
Un beso antes de partir
Si no miente mi memoria
Un mes completo hace hoy
Que en la tienda de Godoy
Pasó la siguiente historia.
- Una joven de alto rango
Se llegó a la librería
Muy de prisa pues seguía
Su camino hasta Durango.
- Era un ser angelical;
Negros ojos, blanco cuello.
Era blondo su cabello
Y sus labios de coral.
- Compró danzas y cuadrillas.
Compró Walses y masurkas.
Piezas chinas, belgas, turcas.
Fuertes. Dobles y sencillas.
Pagó la cuenta y salió.
Montando en su carretela;
Pero vivaz y locuela.
De nuevo a la tienda entró.
- Y con dulce sonreir
Hacia el dependiente fue
Y le dijo “Deme usté
Un beso antes de partir”.
Ardió del amor la llama.
Y aunque con cierto rubor,
Godoy brincó el mostrador
Y un beso le dio a la dama.
- Y como el coraje roa
El alma de la doncella,
Llevó el padre su querella
Ante el Juez Antonio Ulloa.
- Más ¿Qué se quiso decir,
Al padre el Juez preguntó,
Cuando la niña pidió
Un beso antes de partir?
- Contestó el viejo bufando,
Pues la rabia lo remolca,
“Así se llama una polka.
Pasa el tiempo. Concluyó el sexenio de Amalia García y a un año de la terminación del gobierno de Miguel Alonso la cristalización de tan interesante
Centro cultural no se logra. No está en el proyecto del gobernador, por lo cual sólo queda la organización para exigir el cumplimiento de la ley, o la espera para el siguiente sexenio y así nos la llevamos. ■