Acudo con todo gusto a la primera visita que hace el Presidente López Obrador a mi querido Zacatecas, voté por él así como varios miles de personas que se dan cita en las instalaciones de la Feria el pasado 18 del mes y año en curso. Soy testigo de que la gente en su mayoría, quiere mucho al Primer Mandatario; otros menos, a regañadientes llegan acarreados pues no les queda de otra, se acaba el sexenio priista y hay que brincar a lo que viene. De entrada no me gustó la forma en la que se acomodaron los lugares ni el papel que desempeñaron los llamados servidores de la Nación, en primer término, se hizo una separación sectaria o clasista de los espacios muy al estilo priista y, a fin de cuentas, una gran parte de la población que votó por MORENA, se quedó de pié, incluyendo mujeres con niños y personas de la tercera edad, eso sí, algunos empresarios y y gente bien, tenían sus lugares apartados pues tuvieron el privilegio de contar con un gafete para acceder a espacios cercanos al Presidente, no importó que anduvieran en contra, faltaba más; por el contrario, muchos nos quedamos parados esperando algunas horas en lo que apareciá nuestro Presidente. En lo personal, me encabrona que aquellos que le tupieron en campaña y que votaron por Anaya o Meade, estén ahora metidos hasta el tuétano en las decisiones del poder, reconozco la habilidad de muchas ratas para bajarse del barco y subierse a otro de distinto color, son realmente sorprendentes, no tienen madre y hasta dan pena ajena, como la rechifla, a mi consideración inmerecida, que le dieron al Gobernador Alejandro Tello al momento de presentarlo y al dar su discurso de bienvenida, que por cierto, me pareció conciliador e institucional, de no ser cuando trato el tema partidista que ahora ya no viene al caso. Otro punto cuestionable es el papel que cumplen los llamados servidores de la Nación que a mi parecer debieran tener cursos intensivos de concientización para tratar adecuadamente al pueblo, ellos ahora son utilizados como barreras humanas y se aferran a los retenes de fierro para no dejar que la gente se acerque al Presidente, son ellos los que en la mayoría de los casos se toman la foto y saludan de mano a López Obrador; ahora son esos chalecos color caca los que empiezan a empoderarse, dejando sin alternativa a gran parte de la ciudadanía para abrazar al Presidente ahora que todavía se le estima. Aclaro que no son todos lo que se pasan de autoritarios pero si considero urgente que se les oriente a profundidad y que mínimamente se les capacite en los siguientes apartados: A. Desigualdad social y pobreza a partir de los gobiernos priistas y panistas. B. Derechos humanos y sus garantías. C. La Cuarta Transformación y su impacto económico, social, cultural y ambiental en México. D. Por el bien de todos, primero los pobres. E. Perfil deseable de un Servidor de la Nación. F. Fines de un proyecto alternativo de Nación. Propongo lo anterior, en virtud de que advierto serán empleados para múltiples actividades y no en todos los casos, brindan un adecuado servicio al pueblo. Si fuera del interés, el que escribe tiene ya un esquema de capacitación a la orden, cobraría lo mismo que le dan a las ratas priistas que han cobijado bajo el manto de la Cuarta Transformación, no más pero tampoco menos. En mi opinión que no es humilde, el gobierno morenista federal debe abrir los espacios públicos al pueblo; se debe privilegiar a la gente que se ubica en los estratos más débiles socialmente y no continuar con la separación clasista que se ejecutaba con los priistas y panistas. La gente espera un cambio, una transformación positiva; recordemos que el triunfo morenista se motivo porque el pueblo estaba hasta la madre del PRI, si no estuviéramos recibiendo en Zacatecas al Meade o al cabeza de cerillo, en cuyo caso me preguntaría: ¿Incluirían en espacios estratégicos de gobierno a gente que militó y operó en MORENA? Me gustaría verlo. Por otro lado, botellitas de agua había muchas, pero no retenes para tirarlas y peor aún, eran de plástico y aunque en muchos lugares ya están prohibidos, aca se promovió una contaminación enorme por las miles de agüitas regaladas. Ya de fondo, el discurso de López Obrador me gustó, me cimbró y, sobre todo, el apoyo a productores del campo y los precios de garantía que me resultan favorables para este sector de la población, si acaso, solamente demandaría que en la estructuración de la Administración Pública Federal, también existan consultas, cuentas claras y chocolate espeso.
*Integrante del Consejo Mundial para la
Defensa de los Derechos Humanos
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