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viernes, 17 mayo, 2024
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Un consejo de ancianos indígenas en las dependencias del sector ambiental

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Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ •

Ayer 22 de abril, se celebró el Día Internacional de la Madre Tierra, evento que revivió la preocupación global por lo mal que la especie humana ha interactuado con la única casa que tiene y en la que coexistimos con muchos seres vivos que dependen en su mayoría de la acción positiva o negativa de los tomadores de decisiones. En dichas celebraciones, hay muchas simulaciones, distractores y la realización de acciones mal encaminadas. En este sentido, es importante centrarnos en el verdadero problema que enfrenta Pachamama: el cambio climático que ya altera a muchos ecosistemas y estilos de vida, a consecuencia de la desmedida ambición económica del sistema capitalista, cuyos intereses distan mucho de preservar el ambiente en beneficio de las presentes y futuras generaciones. Tal es el daño que se ha inferido a la naturaleza que en algunos casos, las consecuencias son irreversibles, por lo que bien nos haría rebobinar nuestra masa encefálica y tomar el tema ambiental en su exacta dimensión. Así pues, no podemos darnos el lujo de falsear o ser cómplices de las autoridades inexpertas o corruptas y, más aún, en el extremo en el que estamos, debemos exigir a los iluminados del ambientalismo, que recuperen el conocimiento tradicional para sanar a la Madre Tierra.

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Estoy plenamente convencido de que nuestros hermanos indígenas tienen mucho que enseñarnos, sobre todo, a identificarnos como parte de esta gran nave en la que debemos habitar equilibradamente sin degradar, contaminar y extinguir a los demás integrantes de esta magnífica Gaia. Por ejemplo, los Huicholes pueden hacernos entender que somos inherentes al Planeta y no enemigos de éste; nos pueden ayudar a sentirnos ligados existencialmente a cuanto nos rodea, a respetar y amar a la naturaleza. Los wixárikas son mucho más que vendedores de artesanías o pomada de peyote, son los guardianes del universo para los cuales, todos los componentes del entorno son sagrados, así, la luna, el sol, las estrellas, el agua, los árboles, los cerros, los animales y, en especial el venado son sagrados; el peyote es su medicina, el portal de comunicación con el universo, con sus antepasados y, aun así, el gobierno ha tenido la osadía de concesionar a los depredadores de la industria minera sus sitios sagrados, fomentando el saqueo de nuestras riquezas. Si aprendemos de los pueblos originarios tendremos la esperanza de retomar el camino, aquél en donde prevalezca la paz, el orden, el equilibrio y la prosperidad con un enfoque sostenible. De tal suerte, propongo que en cada dependencia del sector ambiental, en sus tres niveles de gobierno, se integre un consejo de ancianos de alguna etnia, para que los oriente en la estructuración de las políticas públicas junto con los ciudadanos, con ello, se estaría cultivando en los servidores públicos, el amor por la naturaleza y sobre todo, se trabajaría adecuadamente en acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.

Mi visión soñadora tiene el siguiente fundamento: en el Informe sobre Cambio Climático que el Grupo Intergubernamental de Expertos emite para 2014, se reconoce que los sistemas y prácticas relacionados con los conocimientos indígenas, locales y tradicionales y, en particular, la visión holística que tienen los pueblos indígenas, constituyen un recurso fundamental para la adaptación al cambio climático. Así las cosas, el gobierno debiera estar estructurando una verdadera estrategia de adaptación, fundada sobre la base del conocimiento tradicional, pues está visto que los parques ecológicos, los guardianes del agua, los perritos de la pradera, los concursos de dibujo, los gasoductos, los altos presupuestos mal utilizados, los contratos amañados, los diezmos exigidos y demás acciones que se han puesto en marcha, no serán suficientes para enfrentar la aguda crisis del agua que se avecina para Zacatecas, al igual que los impactos del cambio climático que ya son más que evidentes y que sobre todo, afectan en mayor medida a los sectores pobres o marginados. Ojalá. ■

 

*Representante de Zacatecas ante el Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable

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