19.6 C
Zacatecas
sábado, 4 mayo, 2024
spot_img

El cambio vs ambiciones

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RICARDO ARTEAGA ANAYA •

El plan de austeridad anunciado por López Obrador desde que se vio con el triunfo en las elecciones presidenciables del pasado primero de julio, ha generado escozor y temor entre la clase política que actualmente nos representa y ha optado por salir a defender públicamente lo que sienten que les pertenece y que además creen merecer, como si verdaderamente su trabajo tuviese algún beneficio en la vida de los mexicanos.
El rechazo a la eliminación de las pensiones de los expresidentes fue encabezada por Calderón y Vicente Fox, ambos se aferran al beneficio de haber sido presidente independientemente de si fueron o no buenos presidentes durante su mandato, incluso Felipe Calderón ha intentado acusar a Obrador si es que algo le sucede al quitarle la exagerada seguridad de la que goza para poder vivir tranquilamente; por otro lado Fox exhorta a reconocer el trabajo que desempeñaron durante su encargo, como si con ello ya fueran merecedores de tantos beneficios.
Otro sector de la burocracia mexicana que se aferra a sus beneficios es el de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, durante años tan honorable institución ha sido negocio familiar de una gran cantidad de ministros que han dejado de lado la moral y han contratado y basificando a sus familiares, amigos y cercanos, no satisfechos de ello les brindan gratificares sueldos, como cuando se repartían los botines de guerra entre los victoriosos en tiempos pasados. Los ministros son los únicos funcionarios que reciben un sueldo mayor al del presidente de la república, esto por el cargo que representan, siendo uno de los más importantes en el país por tratarse de la institución que se encarga de impartir justicia. Estos se aferran y justifican los inmorales salarios alegando que son para evitar corromperse, como si la moral y la ética tuvieran algún precio.
Al mismo tiempo, legisladores de diversos estados han realizado hasta declaraciones señalando que de recortarles el sueldo se verán en la necesidad de robar, nuevamente apelando a la moral cuando se reciben ingresos excesivos.
Esta medida propuesta por el próximo presidente no tiene la finalidad de menospreciar la labor que se desempeña en los diversos cargos burocráticos del país, ni los cargos en si, recibir un menor sueldo no significa menor honorabilidad en el cargo, esta medida busca lograr un cambio en el ejercicio de la administración pública, durante años hemos sido testigos de cómo una clase política ha hecho de los diversos cargos, trampolines a la riqueza y a los excesos.
Disminuir los sueldos terminará por arrojar con el tiempo personajes que comprendan realmente la finalidad de ocupar un cargo, trabajar para lograr cambiar la realidad de nuestro país y al mismo tiempo recibir un pago justo y digno. De esta manera con el pasar del tiempo se logrará desplazar del ámbito político y público del país la cultura rapaz que hasta ahora ha caracterizado a nuestra clase política, arrojando también un cambio en el ejercicio del poder.
Por otra parte, también ha generado polémica la intención de eliminar y disminuir en gran cantidad la burocracia representada en las delegaciones federales, muchas de ellas sin resultados palpables en los estados y solamente cuestan miles de millones al erario, de igual forma, muchas de ellas repletas de empleados que obtienen espacios por pagos políticos y al mismo tiempo siendo utilizadas como espacios para la operación política en procesos electorales, los programas y recursos que manejan son destinados para beneficiar a sus candidatos favoritos
Es natural que se tema ante cambios tan radicales, sin embargo, la situación del país requiere cambios drásticos y tajantes, las instituciones deben renovarse y reestructurarse y en el proceso se volverán normal que algunas desaparezcan para poder dar nacimiento a otras que cumplan con las funciones y con las necesidades del país. En el proceso habrá resistencia de quienes se han acostumbrado a vivir en la opulencia y en los excesos, convertirán el proceso de cambio en una lucha feroz e interminable, es por ello que la participación de la ciudadanía en el proceso es importante, mantenernos informados, ser críticos y exigirle a la clase política que permitan el cambio será el mejor respaldo a un proyecto que está comenzando y ya está pisando callos.
Andrés Manuel ya ganó el respaldo de la ciudadanía en las urnas, ahora deberá ganar su respaldo en la batalla que está por comenzar para que sea la población la que exija a la clase gobernante y política que ceda ante sus ambiciones personales, es el cambio contra las ambiciones personales.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -