Durante los años de juventud y en el paradójico caso de los universitarios, con frecuencia se elude el estudio de los números en sus diferentes expresiones como matemáticas, álgebra, cálculo integral, estadística, etc., sin sospechar la grandiosidad que estamos dejando escapar por desaprovechar esta oportunidad de completar nuestra formación con el lenguaje matemático.
En el mundo empresarial, seamos colaboradores o empresarios, el provecho de los números es fantástico y especialmente la estadística, que nos ayuda a ver con claridad por qué fallan los productos, dónde se localiza el desperdicio de recursos, qué probabilidades hay de que un proyecto sea exitoso, cuáles son los márgenes que se deben aceptar como tolerables en la variación de los tiempos de ciclo, etc.
Por qué no se usa, o más prudentemente, por qué se usa tan poco la estadística para el control de los procesos sobre todo en las Pymes (pequeñas y medianas empresas)? Puede haber muchas razones, pero como no es el enfoque de este análisis, baste decir que se ha comprobado que haciéndola muy fácil, sin fines académicos y con una intención de utilidad real, se puede volver incluso, hasta divertida.
Es el caso de la Estratificación, que consiste en contar las veces que se presenta alguna situación empresarial como errores de distintas clases, clientes que compran por determinados estímulos, ventas por días de la semana, duración en minutos por clase de operación, etc. para reforzar estrategias o crear nuevas alternativas operativas, con el fin de ganar más o aprovechar mejor la capacidad instalada.
Es decir, ya sea en la producción, en la comercialización, en la administración, etc., los números se expresan en una gráfica que nos presenta de forma visual fácil de modo que se pueda ver cuál es su tamaño, a fin de comprender mejor y tomar decisiones de negocios más acertadas, complementándose si es el caso, con otras técnicas de medición, análisis y mejora reconocidas por su eficacia.
Así que la estratificación es un método de separación de la información en grupos y subgrupos que se denomina así, por su similitud con la manera en que las capas o estratos, forman la corteza terrestre, por lo que cuando un grupo de datos con características comunes, se separa del total de datos disponibles, se dice que se ha estratificado y se representa comúnmente en barras o en pastel.
Las ventajas que ofrece su creación mediante la computadora actualmente resulta muy fácil utilizar esta importante herramienta. Si deseas una copia electrónica de esta herramienta, solicítela y con gusto la tendrá en su correo electrónico sin costo, ya que una de las razones de colaborar con este medio de información es precisamente compartir estas herramientas.
Utilizando estas herramientas, es como se explica que muchas empresas controlen y mejoren sus productos y servicios y anecdóticamente se cuenta que en la Inglaterra de finales del siglo 19, se lograron las más altas cosechas de trigo debido a que los campesinos aplicaron la estadística para conocer el impacto de cada factor en el proceso de producción, lo cual contribuyó a la estandarización de otra clase de procesos industriales y a originar algunas de las normas de calidad como las ISO.
Y es que cuando no se miden los procesos y productos, sobrevienen las sorpresas o los hechos inexplicables, a veces catastróficos como el ocurrido en el año 1707 en las Islas Schilly. Esa noche oscura de octubre en la que Gran Bretaña perdió casi toda una flota completa de barcos en medio de la neblina.
No hubo batalla naval, el almirante Clowudise Shovell sencillamente calculó mal su posición en el Atlántico y su barco insignia se despedazó contra las rocas de las Islas Schilly, una cola de islas cercanas a la costa suroccidental de Inglaterra. El resto de los barcos lo siguió a ciegas y uno tras otro fueron encallando hasta formar un montón de escombros sobre las rocas. Se perdieron 4 buques de guerra y 2 mil vidas.
Para hacer justicia a Mr. Shovell, en esa época ya se sabía medir la latitud, pero todavía no se había hallado la forma exacta de medir la longitud, los marineros lo hacían dejando caer un tronco y tomaban el tiempo que tardaba en flotar de la proa a la popa por lo que el error no se debió a un error del almirante, sino a la incapacidad de medir algo tan importante como la longitud y por tanto la velocidad.
En el mundo empresarial frecuentemente se dan casos de catástrofes derivadas del mal cálculo y en muchos casos no es porque no se puedan conocer las variaciones o los impactos en los ajustes a los factores operativos, sino porque no se utilizan las herramientas que nos permiten medir, analizar y mejorar.
Cuídese de las catástrofes, utilice las técnicas estadísticas fáciles y disponibles como ésta que le ofrecemos gratuitamente, y enséñela a sus colaboradores, seguramente verá cómo aumenta la productividad y sobre todo la calidad, que es la característica básica con la que hoy se compite en los mercados cada vez más exigentes.
¿Se atreve a competir? ■
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