Dubai. El líder supremo de Irán dijo este sábado que Estados Unidos derrocaría al gobierno de Teherán si pudiera, y agregó que Washington tenía una actitud «controladora y entrometida» en relación a la república islámica, reportó un medio local.
En un discurso para conmemorar el aniversario 35 de la Revolución Islámica de 1979, el ayatolá Alí Jamenei, la figura más poderosa de Irán, dijo que los funcionarios que buscan revivir la economía del país no deberían depender de que se reduzcan las sanciones impuestas por Occidente sino de innovaciones a nivel doméstico.
«Las autoridades estadunidenses dicen públicamente que no buscan un cambio de régimen en Irán. Esa es una mentira. Ellos no dudarían por un momento si pudieran cambiarlo», dijo el ayatolá, citado por la agencia de noticias iraní Fars.
Jamenei no mencionó las actuales negociaciones entre Irán y las potencias mundiales que buscan poner fin a la disputa de una década sobre el programa nuclear de la república islámica.
Sin embargo, reiteró que al dialogar con los «enemigos», Irán debería estar preparado para modificar sus tácticas sin comprometer sus principios más relevantes.
«La solución a nuestros problemas económicos no es esperar a que las sanciones sean levantadas (…) Mi recomendación a los funcionarios, como siempre, es depender del potencial local infinito», declaró. «Nuestra postura (hostil) hacia Estados Unidos se debe a su actitud controladora y entrometida», expresó.
Los comentarios de Jamenei reflejan la prolongada animosidad hacia Estados Unidos, visto como el archienemigo por las autoridades iraníes.
Estados Unidos e Irán no tienen relaciones oficiales desde 1980, cuando estudiantes iraníes ocuparon la embajada estadunidense en Teherán y tomaron como rehenes a 52 diplomáticos en protesta por la admisión de Washington al ex Shá tras su derrocamiento en la revolución.
Sin embargo, Jamenei ha ofrecido un apoyo cauteloso a las negociaciones nucleares lideradas por el nuevo gobierno del presidente Hassan Rouhani, un político relativamente moderado, y el ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif.
