- Futuro Sostenible
México, tu pueblo está hasta la madre pero no levanta la cabeza, mucha gente sigue sembrando calabazas y quieren cosechar sandías; un importante sector de la población parece que se congratula con tanta corrupción pues cuando menos, no se manifiestan en contra y, como que hasta premian con un nuevo sufragio a rateros, despilfarradores y saqueadores. Lastimeramente nos decimos hartos de nuestra situación y seguimos formados como borregos en el camino del matadero hacia donde nos conducen los hilos del suprapoder. Dejamos que nuestros supuestos representantes hagan y deshagan, por ejemplo, la pantomima del cambio de nombre al IFE por INE que nos costó más de mil millones de pesos como si estuviéramos cagando lingotes de oro por todos lados; las argumentaciones van y vienen a favor o en contra, en lo particular pienso que fue una mentada de madre para el pueblo.
Luego después y, con la complicidad de algunas autoridades que deben garantizar el respeto a los derechos humanos, se violenta a un buen número de estudiantes cuya desaparición aunado a la desafortunada reacción gubernamental, ponen en entredicho al mismo Estado de Derecho. Ya entrado en el tema, resulta que la reacción violenta de no pocos pseudo estudiantes, hacen pensar al gobierno en el poder coactivo para resguardar la paz y el orden (68 y 72); lo malo es que la estrategia delictiva que se adhiere a la marcha de normalistas y padres de los desaparecidos, está insertando más sombras que luces al movimiento, lo pone en riesgo e inserta dudas en la sociedad. Nuestro país no avanza, más bien retrocede a muchas cosas, al progreso, a la abundancia, a la felicidad de las y los mexicanos. Sin duda, lo que antes urgía como una estrategia para cuidar los recursos naturales y administrar mejor la riqueza nacional para avanzar en los retos que representaban la pobreza y la marginación o la inseguridad alimentaria, ha quedado atrás, ahora no veo claro el mismo futuro del país. No encuentro un personaje con liderazgo que articule y unifique el mosaico de intereses que prevalecen en la actualidad y, por si fuera poco, las manos de extranjeros y poderes económicos, agregan una mayor complejidad a nuestra situación; no me explico cómo todavía están aquí; no sé si solamente estén como buitres volando en círculos a la espera de que México colapse para ensanchar aún más, sus bolsas de dinero a costa del dolor y el desgajamiento de la nación, porque dudo mucho estén esperando entrelazar sus brazos con los nuestros para volver a reconstruir las estructuras sociales y económicas.
Me duele ver el futuro incierto de nuestra patria porque será la misma incertidumbre de nuestros hijos, de nuestros jóvenes y nuestros estudiantes, hemos heredado en los hechos, mucha inestabilidad en las estructuras básicas; hemos permitido mucho saqueo y solapado ricos de sexenio y trienio, no hemos sido capaces de fortalecer a las leyes e instituciones que protegen a los derechos humanos, por ello, cualquier estúpido creé que puede pisotearlos a cambio de una miserable recomendación. También hemos sido indiferentes ante la desgracia de los demás bajo el esquema de que cada quién es responsable de la solución de sus problemas; no nos unimos para enfrentar con éxito las adversidades, simplemente nos atrincheramos con la esperanza de que la cuchilla no corte de tajo nuestras cabezas y las de nuestras familias. Tenemos instituciones de procuración y administración de justicia endebles pero las que se encargan del aspecto tributario, son en extremo eficientes. Qué decir de la protección al ambiente, otra de las falacias más grandes de México, reducida a la siembra de arbolitos y concursos de dibujo y, en el mejor de los casos, desfiles con niños de preescolar para promover el cerrado de la llave del agua cuando en el país derrochamos más de 80% en la producción insostenible de los alimentos y seguimos simulando, pues la verdadera gran fuga del agua se encuentra en la evaporación y filtración de nuestros recursos hídricos donde perdemos 54%. Así pues, la pobreza, la marginación, el desempleo, la corrupción, la inseguridad, el cambio climático, la insultante simulación institucional, la indiferencia y el temor ciudadano, la desconfianza, la aristocracia, la demagogia, la ingobernabilidad, la inestabilidad económica, el estrés social, la desarticulación familiar, la desaparición forzada de estudiantes, la crisis universitaria y los distractores de la juventud, están haciendo que lamentablemente, México se nos vaya de las manos.
*Representante de Zacatecas ante el
Consejo Consultivo Nacional de Medio Ambiente de la Semarnat
