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domingo, 5 mayo, 2024
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La fille inconnue, rehumanizando al hombre; el dúo Dardenne va por la Palma de Oro

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Por: CARLOS BELMONTE GREY • admin-zenda • Admin •

■ La producción busca con su historia y personajes  que la gente se vuelva más humana, comparten

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■ La gestualidad y los sonidos por sobre los diálogos conforman la narración en esta película

Una vez más Jean-Pierre y Luc Dardenne, los hermanos Dardenne, están en la Competencia por la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes. Ésta es su séptima nominación y ya han obtenido en un par de ocasiones el máximo premio de la Competencia con los filmes Rosetta (1999) y L’enfant (2005).

Ahora han presentado, de su autoría completa (dirección y guión), La fille inconnue interpretada por uno de sus actores fetiches Jérémie Renier, más nuevos reclutados, con Adèle Haenel en el papel principal de la doctora Davin, junto a los debutantes Olivier Bonnaud y Louka Minnella.

Fieles a su línea de cine social de actualidad, esta vez han tomado la historia de la muerte de una chica de origen africano pero de quien se desconoce su identidad. En la ciudad de Lieja, Bélgica, la doctora y su asistente han terminado su hora de consulta en la noche, cuando una persona toca el timbre. Ellos deciden no abrir. Al día siguiente la policía le pide consultar las cámaras de seguridad porque una persona fue encontrada muerta a orilla del río y están buscando indicios de la muerte.

“No intentamos defender ninguna tesis de cómo se debe reaccionar y vivir”

A partir de ese momento, de la muerte de la chica, la doctora, entrevistada por la policía, se hace con una foto de la chica que tocó y apareció muerta. Comienza a buscarla tratando de encontrar, al menos, su nombre para ponerle una tumba en el cementerio. Este azar de la vida -abrir la puerta lo hubiera cambiado todo- la persigue y altera su cotidianidad, la rehumaniza y desvía de sus objetivos de vida la idea de continuar una carrera en grandes centros hospitalarios.

“La obsesión del personaje no se debe a que esté poseída por un fantasma o algo sobrenatural sino que ha sufrido una posesión moral”, comentaron los hermanos Dardenne en la conferencia de prensa.

Ella va a ignorar su vida por conciencia personal. No sabremos tampoco nada de su vida personal, pero el espectador podrá ver cómo hará que los demás personajes adquieran, o más bien recuperen, conciencia de la vida. Conseguirá pues que la gente se vuelva más humana. Luc Dardenne lo describió simplemente: “El filme es un himno a la vida. Sin intentar de captarla, de fijarla. Pero sin duda ligado a las imágenes mórbidas de la actualidad”.

Y si siguen tomando a las mujeres para sus personajes principales es porque consideran que ellas son “el futuro del hombre, son quienes actúan, son libres, responsables y consiguen hacer las cosas”.

Los gestos antes que los diálogos

La narración del filme está construida principalmente por la gestualidad y los sonidos más que por los diálogos. Por eso la doctora escucha los cuerpos de los pacientes más que hablarles; por eso los personajes hablan y sacan sus emociones a través de las mímicas y muecas.

Además, otra característica del cine Dardenne es contar las historias individuales para interpelar al espectador. Pero no son historias de individuos únicos, sino que proponen un diagnóstico de la actualidad que pueden molestar.

Los Dardenne preparan las escenas tras varias repeticiones, en donde imaginan los movimientos de cámara y de los actores, van sobre sobre el plató para ver iluminación y decorados pero al final, ya rodando “nos encontramos otra cosa. Lo repetimos mucho aunque luego hay cosas fuera de lo previsto”.

Los hermanos Dardenne han dirigido 18 filmes en sus 25 años de carrera, siempre juntos. Y uno se podría preguntar cómo hacen para seguir trabajando en el mismo proyecto, como directores y productores. La respuesta parece sencilla: “Somos una sola persona en dos cuerpos. Una sola mente. Por eso trabajamos siempre juntos. Incluso vamos a los decorados juntos. Aunque nos separemos, uno va a la cámara detrás, y otro al frente. Pero vamos por las mismas ideas, aunque uno tenga una idea distinta no nos decimos que uno u otro se equivocó. Solo lo hablamos y acomodamos”.

En este sentido han conseguido trabajar con el mismo jefe operador, encuadrador, o sea el mismo equipo desde La Promesa. Y también han vuelto constantemente a filmar en la ciudad de Lieja, de donde ellos son, están ligados ahí desde su niñez y además conocen la región y ésta da respuesta a los ambientes que quieren para las historias.

Son viejos conocidos del Festival y son siempre unos contendientes de quienes no sería sorpresa verlos llevarse el Premio, faltan muy pocos días para saberlo.

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