En el año de 1987 nace el Colegio de Bachilleres en el Estado de Zacatecas, se creó con la intención de dar cobertura a la educación media superior en los diferentes municipios del estado, paulatinamente fue creciendo en número de planteles y, por supuesto, en su matrícula escolar; inicia hace 28 años con sólo 500 alumnos en cinco planteles; hoy día cuenta con 40 planteles y una matrícula aproximada de 16,000 alumnos. ¿Qué significa esto?, realmente no se puede saber si los jóvenes preferían al Cobaez por no tener otra opción educativa en su municipio o la preferencia se debía a que la oferta académica era la mejor en comparación con los otros subsistemas; solo una investigación de campo que en su momento debió de haberse realizado, nos hubiera aproximado a una explicación más real, mientras tanto no podemos aseverar nada al respecto.
Lamentablemente las instituciones educativas aparte de crearse por decisión política, se conducen de igual manera –políticamente-, dejando de lado su esencia académica, social, educativa y cultural, el Colegio de Bachilleres no escapa a este fenómeno. Los directivos que han conducido este subsistema, –con excepción de la primera y la actual administración-, han dejado mucho que desear, su transitar no fue del todo exitoso y esto se debió precisamente a que más que cumplir con un compromiso institucional, cumplieron con un compromiso político. Sirva esto de preámbulo o telón de fondo para describir la situación por la cual está pasando hoy día esta institución.
Este subsistema ha pasado por experiencias académicas no del todo satisfactorias puesto que las reformas que se han hecho a los modelos curriculares son consecuencia solamente de referentes teórico-metodológicos, no consideran al contexto donde se aplican dichos modelos; diseñan al alumno ideal y lo colocan en escenarios ficticios, lo que es peor aún, se concretan a capacitar a los docentes para predisponerlos a trabajar desde una perspectiva meramente esquematizada, de formateo más que de formación, se les instruye de manera tal que no se les da la opción de que hagan uso de su juicio crítico para trabajar los contenidos curriculares desde una perspectiva de autogestión. Considero que esto quebranta la misión institucional y, por supuesto, vulnera la integridad profesional de los docentes y la formación integral de los alumnos; esto, es estar en quiebra institucional; se requiere repensar las acciones académicas futuras, creer en escenarios reales para crear estrategias adecuadas a las necesidades de los educandos y poder recrear ambientes de aprendizajes que tiendan a la transformación de contextos y sujetos.
Por supuesto que no podemos desligar a la dimensión académica de la administrativa, esta última condiciona a la primera; giramos en torno a presupuestos asignados teóricamente pero designados realmente, el Cobaez históricamente ha estado limitado en su situación financiera toda vez que el sistema de asignación presupuestal es bipartito, entre la federación y el estado; lamentablemente este último no ha cumplido cabalmente con la parte que le corresponde. Hoy día la situación se ha agravado en el subsistema a grado tal que, muy por encima de ser insolvente presupuestalmente para cumplir con los compromisos básicos como lo son los salarios y prestaciones de los trabajadores, el IMSS bloqueo las cuentas bancarias debido a que se tiene un adeudo con este instituto de 97 millones de pesos. Todo esto no ha sido obra de la casualidad sino consecuencia de malos manejos que particularmente realizaron las dos administraciones anteriores a la actual, esta situación ha derivado en lo siguiente:
- Aproximadamente a partir de 2008 cuando se decía que el Cobaez se encontraba en “bonanza financiera”, la administración en turno hizo uso desmedido de los recursos, lo gastaban de manera descomunal sin rendir cuentas sobre la distribución del patrimonio institucional, la federación designa presupuesto adicional para homologar al personal académico y administrativo, esta homologación fue acordada con la parte sindical de forma tal que a criterio de ambas partes asignaron el recurso.
- Otra situación por demás grave fue la designación de categorías laborales a docentes, mismas que oscilaban desde asociado “A” hasta titular “C”; esto ocasionó una asignación presupuestal de magnitudes incalculables puesto que las designaciones de dichas categorías se realizaron de manera desproporcionada, fuera de toda legalidad y sujetas a criterio de la administración en turno y en común acuerdo con el sindicato.
- El fatal desenlace se dio cuando se realizan auditorías y se descubre que no se estaban pagando de manera regular las cuotas al Issstezac, IMSS e Infonavit, esto, sin lugar a dudas, hace que el quebranto financiero se agudice a grado tal que sucedió lo inesperado, se bloquean las cuentas bancarias del subsistema por parte del IMSS.
- Todas las anomalías antes mencionadas, han provocado que se descuiden rubros que ameritan ser atendidos por ser de interés no tan solo para el Colegio sino para la sociedad misma; me refiero a proyectos de formación y actualización de docentes, de construcción de aulas, laboratorios, espacios recreativos, etc., así como de equipo para laboratorios diversos.
Hoy día se vive una situación más que grave, crítica, ameritando sin lugar a dudas una solución definitiva a este conflicto, solución que solamente podría dar el máximo mandatario del estado. El Cobaez requiere de una intervención pronta, sin sesgos, sin la aplicación de paliativos; requiere de la toma de conciencia del colectivo institucional para luchar férreamente junto con quien encabeza la administración y llegar así a buen puerto. ■
