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lunes, 13 mayo, 2024
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“Barcelona en común” y “Ahora Madrid”: el asalto a las instituciones (Segunda parte)

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Por: RICARDO BERMEO •

El irizado mapa político de España, está okupado por “las decenas de iniciativas que han fructificado en nuevos partidos políticos buscando ganar el poder local desde candidaturas ciudadanas”, cambiando -drásticamente- el panorama político español, y anunciando el año II de la crisis definitiva del régimen de la transición (que vendió como democrático, un régimen oligárquico liberal “postfranquista”, dominado por la “casta política” de los partidos hegemónicos, PP, y PSOE, que -hoy- se hunde en el descrédito por la desastrosa gestión de la crisis económica a favor de las elites –europeas y locales-, con políticas de austeridad neoliberales, en contra de las mayorías sociales). Las elecciones municipales (y, autonómicas-), marcan una cita ante las urnas cuya importancia será decisiva, determinando, en gran medida, el resultado de las elecciones generales en noviembre de este mismo año.

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Como ejemplo de ese asalto a las instituciones, mencionaba en la primera parte, la destacada candidatura de Ada Colau, la cara visible del movimiento de afectados por las hipotecas (PAH), señalada en las encuestas como probable alcaldesa de la capital de Cataluña, con la plataforma de “Barcelona en Común”.

Pero el mapa de todas esas iniciativas es muy desigual, como lo demuestran las encuestas del primer proceso electoral a realizarse dentro de dos semanas, en Andalucía, elecciones adelantadas, por la dirigencia del PSOE, que -según los sondeos- ganaría  Susana Díaz, de ese mismo partido.

En general, los problemas para ir en una candidatura de unidad, por las izquierdas,  evidenciados en Andalucía -entre otras-, nos muestran que los procesos políticos  de Grecia con Syriza, y de España con “Podemos”,  pueden terminar no con la repetición de la victoria electoral de “Podemos”, emulando la hazaña de Syriza, sino muy probablemente, desemboquen en un escenario donde, después de pasar por las urnas, en las cuatro citas del largo ciclo electoral español de 2015, que terminan  con las elecciones generales en noviembre, el resultado no sea –por desgracia- el del cambio político definitivo esperado, sino el logro de  avances, en esa “guerra de posiciones” en curso, que   mediante “rupturas democráticas”, consigan –en un futuro próximo-  enterrar en definitiva el régimen político actual. Pero, también, puede ser posible, que a ese paso, la efervescencia disminuya, se cierre la ventana de oportunidad, y eso permita la restauración, debidamente “aggiornada”, del deslegitimado régimen vigente, y/o, la expansión de las fuerzas de extrema derecha (como es el caso de “Amanecer Dorado”, en Grecia), con lo que terminaría pagándose a un coste muy alto, los errores políticos cometidos por anteponer los intereses “politiqueros”, arrastrando, de ese modo, todos los “vicios” antidemocráticos, mientras se declara por todo lo alto –programáticamente- como “vicios”  a erradicar, gracias a una nueva forma de “hacer política”, olvidando encarar el problema de fondo, el de la forma-Estado,  el de los límites de su redireccionamiento y/o de su eventual “disolución”, y más acá, el de los procesos instituyentes que forman e informan al nuevo imaginario político democrático sin cuya afirmación consistente, y permanente  (re)significación, nada decisivo se logrará.

En ese contexto, es pertinente la pregunta acerca de la tensión y/o antagonismo, entre, por un lado, los movimientos sociales cuyo horizonte es la construcción de la autonomía, más allá del Estado, y, por el otro lado,  las fuerzas políticas que buscan por la vía electoral  asaltar las instituciones, ¿sus diferencias antinómicas… terminarán por desaparecer, en provecho de un nuevo paradigma político (¿el del partido-movimiento?), desde el cual pudiera superarse -eventualmente – ese “debate” que atraviesa los replanteamientos contemporáneos de la “revolución democrática” y de sus exigencias efectivas?

En México, este debate se encuentra al rojo vivo, como sabemos, especialmente en Guerrero, donde las elecciones han sido “puestas en jaque”, por el movimiento que surgió a raíz del crimen y desaparición de los normalistas de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa. En la zona, epicentro de las protestas, donde se encuentran los municipios de Chilpancingo, Coyuca de Benítez, Quechultenango, Mochitlán, y Tixtla, los medios de comunicación reportan una campaña de “abstencionismo activo” por parte de los maestros, normalistas y otras organizaciones y movimientos de la sociedad civil, que en la Convención Nacional Popular, acordaron la “abstención y boicot electoral”, y promover el “autogobierno”.

Otros actores políticos se posicionan con diversas perspectivas… entre otros, los zapatistas, quienes el pasado mes de enero, como respuesta ante una interpelación antielectoral directa, respondieron que no les interesa sostener una beligerancia activa contra el proceso electoral, en la medida en que… dentro de tres o seis años, volverían a encontrarse debatiendo nuevamente si, o no, a la “abstención y boicot”, sin avanzar en  la tarea central que es construir la autonomía desde abajo.

El debate continúa, aunque tejido con distintos mimbres, según los países. Seguiré elucidándolo  en las alternativas municipalistas.

Ver:https://www.diagonalperiodico.net/global/25880-mapa-estatal-del-asalto-municipalista.html ■

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